sábado, 4 de noviembre de 2023

PONTÓN V DE VILLAQUEJIDA. León

 JUEGO DE CINCO PONTONES SOBRE CANALIZACIONES
T.M. CIMANES DE LA VEGA. León
N-630 PK 197,522 + LE-524 PK 2,460

Quinta estructura pontonera de interés partiendo desde Villaquejida por esta carretera hacia Villafer. Como no tengo claro sobre que canalización se levanta la obra civil no anoto ninguna. Esta parte de la paramera leonesa es una amplia zona de encharcamiento o inundación periódica que producen las aguas del río Esla en momentos de fuertes crecidas, especialmente cuando no había control de embalses. Dispone de múltiples irrigaciones, canales, acequias, riachuelos y manantiales en su entorno. Según los mapas del IGN nuestra obra se sitúa en el paraje llamado Piélago que es como se denominaba antiguamente a las balsas o estanques naturales. Lo que nos da que pensar en cuanto a la ubicación del puente pues cabe imaginar que en este punto, se encharcaba con habitualidad la vieja carretera y tras su modificación y elevación de cota a principios del siglo XX, se decidió construir este juego de pontones en unión de otros más. En la actualidad y como se observa en algunas fotos, es un punto de estanqueidad de aguas permanentes, independientemente de que en algún lugar tenga salida hacia la cercana y conocida acequia del Molino o sencillamente, ahí se acumulan caudales de los vierteaguas de la propia carretera o de las escorrentías de los campos cultivados anejos. El acceso a los bajos de la obra es poco menos que imposible. Mi interés por acercarme a los cinco vanos del vigamen metálico original fue problemático ya que es un punto de profundo encharcamiento y lodos en los que uno se entierra peligrosamente como si estuviera en arenas movedizas.

Su tipología es semejante a la de otros pontones que ya he presentado en el blog. Abajo se detallan sus enlaces aunque el tipo modelo y explicaciones históricas al respecto se pueden leer en el puente ubicado en el PK 13,600 de esta carretera, término municipal de Valderas. El mayor desarrollo documental se encuentra en la entrada para el puente mixto de Villafer sobre el río Esla.

Es un bello ejemplo de obra carreteril de raíz decimonónica aunque se haya realizado a principios del siglo XX y ya supera el siglo de existencia. Esmerada labor mecánica en la elaboración de las vigas metálicas y buen trabajo de cantería en el conjunto a base de piedra caliza aunque muy modificada la fábrica en las rehabilitaciones que ha tenido. En cubierta también dispone de las barandillas normalizadas y originales en regular estado de conservación con oxidación evidente. Los pretiles extremos donde se empotran son de hormigón en masa y montados, sobresaliendo en esquinazos y protegidos en cenit por albardillas biseladas que  se mantienen en buen estado de conservación. Cierran las cabeceras alternativamente ejemplares de quitamiedos de hormigón prefabricados que pudieran haberse incorporado en alguna rehabilitación de los años 70/80 del siglo XX.

La diferencia con otros pontones largos de la serie es que éste conserva los 5 vanos originales en celosía metálica de alma llena. Aunque cierto es que se ha modificado drásticamente, quizás en la rehabilitación de los años 60 del siglo XX, cuando se refuerzan o recrecen las pilas con hormigón, tapando parte del interior de sillería aunque en este caso no se implantan aletas en vuelta junto a estribos. Llama la atención que en este puente, las barandillas originales no se apoyen en témpanos intermedios para su mejor fijación sino que se monta un único tramo continuo hasta extremos y que se ancla directamente en el cordón superior de cada viga de acero en un excelente trabajo de herrería. Comentar que estos modelos de petos originales, aunque con algunas diferencias, son las que se diseñaron para los catálogos oficiales de protecciones o petos en los puentes de carreteras de segundo y tercer orden a principios del siglo XX por el competente ingeniero José Eugenio Ribera Dutaste, técnico que además, tiene algunos ejemplos de pontonería en León, como son el cercano puente sobre el Esla en Valencia de Don Juan o el de Carrizo de la Ribera sobre el río Órbigo.

Respecto a las pilas, destacar su rotundidad, quizás más evidente que en otros ejemplos. Aunque de sección rectangular, su perímetro va disminuyendo hacia su cenit formando en sus frentes figuras trapeciales interesantes. Sobre ellas descansaban las vigas prácticamente sin otros soportes laterales exteriores. En la reforma ya comentada se incorporaron dados de hormigón en forma de paralelepípedos que abrazan las secciones de vigas hasta la rasante del tablero para dar solidez a la estructura.

Por demás, señalar que gran parte de lo que debió de ser un aparejo a base de sillería de roca caliza muy porosa, bien escuadrada y dispuesta en hiladas horizontales, tras las modificaciones de las pilas y la recolocación del vigamen metálico empotrado en ellas, los nuevos placajes han sido más groseros, predominando la mampostería y recolocando como se ha podido las piezas que podríamos denominar sillería o sillarejo. Quedan buenos paños de sillería plena en las caras externas de estribos, algo en las caras interiores y poco en las pilas, estas embebidas desde sus basas por tongadas de hormigón como recurso para su mejor conservación. He aludido a la mala disposición de la sillería en los intradós de bóvedas por la modificación de las vigas (o quizás, sustitución en el tiempo) y así, si observamos el pontón sexto, podremos comprobar cómo se hacían los asientos o plintos donde se enmarcaban las vigas metálicas en todo tipo de puentes o pontones, normalmente sobre un buen trabajo preliminar de cantería. En estos casos, ha habido un remozado de fábrica para reubicar los hierros y se han creado unas escotaduras o mechinales donde se fijan los diferentes cordones de estas vigas para conseguir la sujeción definitiva, rellenando los huecos como han podido, a base de algún sillar, sillarejo o en ciertos casos, mampostería lisa o careada, modificando la horizontalidad de las hiladas que, presumiblemente, tendría la fábrica original.

En cuanto a sus medidas, señalar que la obra completa tiene una longitud total de 38 metros incluyéndose los estribos; el ancho regular es de aproximadamente 5,80 metros. Los 5 vanos son adintelados y disponen de luces que oscilan entre los 4,51 y 4,74 metros, variando el ancho por efectos del recrecido de pilas.

Al igual que ocurre con los otros pontones, su estado de conservación no es el óptimo, especialmente en las partes metálicas. También convendría revisar la capacidad de resistencia de las pilas, permanentemente encharcadas en suelos que probablemente sean flojos y que no se diseñaron para el paso de vehículos pesados que pueden portar hasta 40 toneladas como MMA, sino es que llevan más pues los controles oficiales o policiales al respecto en esta zona, imagino que deben ser escasos.

En cuanto a la ubicación exacta de esta obra civil cabe señalar que aunque en el título lo adjudico al término municipal de Villaquejida por facilidad de búsqueda y orden de ficheros para mí, ateniéndonos a la información del mapa del IGN (Instituto Geográfico Nacional), hoja 270 de Benavente, año 1941, debe situarse dentro del límite o término municipal del pueblo de Cimanes de la Vega junto al llamado Camino Viejo del Molino que dispone de un pontón moderno de hormigón muy cerca de nuestra estructura. 

RELACIÓN DE PUENTES EN LA CARRETERA LE-524





Situación del tablero al paso de las cámaras de Google Street View en septiembre de 2014.








Tanda de fotos de fecha 24.06.2017


Toma del tablero en fecha 08.07.2019

















Tanda de fotos de fecha 14.07.2021
















Tanda de fotos de fecha 13.10.2021


Sector del mapa del IGN (Instituto Geográfico Nacional), hoja 270 de Benavente, levantada en el año 2007 donde se señala este juego de pontones en círculo rojo, número 5, ubicado en la carretera de color verde LE-511, ahora LE- 524. 

PONTÓN ANEJO SOBRE EL CANAL-ACEQUIA DEL MOLINO





Tanda de fotos de fecha 24.06.2017



Dos tomas del tablero del pontón en fecha 14.07.2021


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