domingo, 15 de mayo de 2022

PUENTE DE TORDESILLAS. Valladolid

 PUENTE DE TORDESILLAS SOBRE EL RÍO DUERO
TORDESILLAS. Valladolid
N-VIa  PK 181,500

Como bien decía J.J. Arenas, movámonos ahora por el Duero cuyo protagonismo en la historia medieval hispana es indiscutible, situándonos en Tordesillas, auténtico nudo de caminos y donde confluyen la carretera radial de Madrid-A Coruña, la nacional de Valladolid-Salamanca-Portugal y la que, paralela al cauce del Duero, nos aproxima a Toro y Zamora. La anchura del río y este punto caminero, auténtico crossroad desde tiempos oscuros evidencian la presencia de un puente que permita seguir diferentes rutas. 

El origen de la obra es incierto ya que tanto la villa como el puente eran paso obligado hacia el NW peninsular, como decía, desde épocas románicas en que se consolida el limes entre los reinos cristianos y musulmanes -la famosa línea del Duero- y cabe la posibilidad de que este singular punto fuera una defensa militar. Se cree que ya existía un puente, quizás de madera, desde el siglo X aunque la fábrica actual se corresponde con una remodelación del siglo XV en tiempos de los Reyes Católicos, fecha en la que hay constancia de que existía un oneroso pontazgo en favor de la villa que los propios reyes mandaron revisar en beneficio del transporte y comunicaciones. El Concejo conoce que es precisa una urgente reparación del puente y como es lógico en el reparto de pagos de la obra, una vez afrontada, pasa al Real Monasterio de Clarisas la parte que debe abonar a lo que se niega. Tras el recurso del Ayuntamiento ante el Consejo de Castilla, la carta ejecutoria que envía el rey a la abadesa es imperativa:" Porque soy informado que la puente tiene mucha necesidad de reparar y que si agora no se repara, en ella tanto daño que no se pueda fazer con mucha quantía de maravedís y como quiera que vosotras erais obligadas a reparar la dicha puente, yo el rey he mando fazer cierto repartimiento para reparar la dicha puente pues llevais el dicho portazgo y vuestras carretas passan constantemente por la dicha puente... Y lo que vos toca pagar este presente año y el año venidero de mill e quinientos quinze que importa mil maravedis por ende que yo vos encargo que sin poner en ello excusa ni dilacion alguna, paguéis los dichos maravedís". (Rey Fernando, viudo de Isabel. Carta ejecutoria de 1515 ante el recurso al Supremo Consejo de Castilla del Real Monasterio). (Este reparo o su intento figura en la información histórica del puente que hace Jesús López Garañeda divulgado en “Tribuna de Valladolid” de fecha 01.10.2021 pero que no recoge ni Cadiñanos ni Aramburu-Zabala). Previamente a esta actuación, López Garañeda señala que los primeros testimonios de la puente datan de fecha 13.01.1222 según muestra un litigio en entre el Concejo de la Villa y el Monasterio de La Santa Espina por unos terrenos en el pago de Auslúa u Osluga: […] Que hable el papel: “Que como contienda fuese entre no Donm Pedro, abad de la Espina e nuestro convento de la una parte e nos el concejo de Oter de Siellas de la otra parte, por demandas que demandábamos unos a otros… desde los pilares de la puente vieja una lanzadura de piedra ayuso por el río Duero fasta cerca de las sudrias que están cabo el camino ayusso que va a Torreziella”[…]. De nuevo, López Garañeda nos habla de otra intervención en la puente acaecida en el año 1355 referida al castillete: […] “El concejo de esta Villa pasa dar a Alfonso Fernández, herrero, cincuenta maravedís por la pegadura que hizo para las puertas del puente”. Se refiere a la barbacana del Puente de Tordesillas, una torre colocada en el mismo centro con puertas para permitir o cerrar el paso. Ello queda establecido a partir de 1363 cuando Don Pedro de Castilla en el documento de la Fundación del Monasterio de Santa Clara incluye el privilegio de portazgo sobre el puente. Ello supone que los derechos arancelarios y beneficios subsiguientes recaerán con exclusividad en el Monasterio y no en el Concejo […]. 

La estructura se va consolidando en los siglos XVI y XVII. En la versión que nos dejó el viajero y dibujante Anton van den Wyngaerde a través de un grabado fechado en 1570 nuestro puente tenía 7 bóvedas y una torre fortificada hacia la medianía del tablero. Parece probable que en la intervención del siglo XVII se añadieran otras 3 bóvedas más por la margen izquierda creando también el molino ubicado en la segunda. 

Las fuertes avenidas del río en el año 1607 habían dañado el puente por lo que se envió a los inspectores Diego de Praves y Francisco Salvador para evaluar daños. Con fecha 11.01.1610 los maestros canteros Juan de Nates, Juan González del Pozo, Juan Gutiérrez de Sisniega se otorgan poderes recíprocos para acudir al remate de las obras de rehabilitación del puente y dar la fianza correspondiente añadiéndose a este protocolo también Francisco de Praves y Gonzalo de la Espada firmando todos las condiciones del proyecto y que al parecer, evaluaban las obras en 28.000.- ducados. Aunque otro grupo o pool de la construcción intentó un nuevo remate más barato, por importe de 14.000.- ducados y en el que estaban comprometidos Francisco del Pontón Incera, Pedro Vélez de la Huerta y Juan de Solano Palacio según expresa un documento comisionado concedido al prestigioso maestro cantero y arquitecto Rodrigo de la Cantera lo cierto es que no fue aprobado por el Consejo y la obra en definitiva se adjudicó al equipo de Juan de Nates. Otro posible actor de la rehabilitación pudo ser Juan de Arce, residente en Tordesillas por aquellos años y asiduo colaborador de Juan Gutiérrez de Sisniega. Parece ser que en este proyecto se incluía la renovación de los pretiles de piedra con bellos remates en forma de bolas de piedra al estilo herreriano. La crecida del río en fecha 05.02.1636 produjo daños de importancia en antepechos y socavación de cepas en algunas pilas. 

Nuevos daños en el puente obligan a una intervención del maestro cantero Pedro Reinaldos en el año 1647. Otras reparaciones se producirán en el año 1707 a cargo de los hermanos Antonio y Fernando de la Herrería. Para mejorar los accesos desde el puente a la villa (Palacio Real) el cantero Andrés de San Román modificó el paredón de refuerzo del noble edificio. Las avenidas producidas entre los días 5 y 7 de diciembre de 1739 dañaron la estructura de nuevo por lo que años después, en 1744, lo inspeccionan los técnicos Bernardo de la Teja y Andrés Berceruelo informando de que la mayoría de las cepas estaban descalzadas, la calzada inutilizada e incluso la torre de control tenía desperfectos. Inician la propuesta de costes el propio Berceruelo asociado a Juan M. Rodríguez por importe de 72.850.- reales de vellón más otros 25.781.- reales para la calzada real. Lo cierto es que el concurso lo ganó el maestro cantero Francisco Infantes por remate de 94.000.- reales pues además ya tenía los materiales acopiados en el año 1745 aunque disentía del proyecto de Berezuelo y pretendía elevar el presupuesto hasta 122.841.- reales. Debido al litigio el Consejo Real nombra nuevos inspectores a Francisco Cendón y Andrés García de Quiñones ya como arquitectos que informan sobre los deterioros, especialmente los de las pilas primera y segunda al tiempo que se criticaba el proyecto y tasación de Berceruelo y Rodríguez así como el proceder de Infantes por no ajustarse a las trazas y nuevas condiciones por lo que se le multó y apremió a que las cumpliera (AHN, legajos 28.545 y 32.695 del Arch. RABASF 31-10/2). Todavía Cadiñanos nos refiere en su descripción del puente, hacia el año 2006, que los pretiles eran los originales de piedra. 

La descripción que nos hace Antonio Ponz Piquer en 1788 sobre la obra es la de que tenía 10 bóvedas y cuenta: “Hay en Tordesillas un famoso puente de 10 ojos sobre el río cuya estructura parece de los tiempos de los Reyes Católicos y que tiene hacía el centro un torreón coronado de almenas que lo hermosea y que serviría de defensa”

Durante la Guerra de Independencia- según cuenta el digital “Tribuna de Valladolid” también se produjeron daños en la estructura: “Los puentes como vías de comunicación y vado de ríos, son obras más que necesarias, imprescindibles. Así el capitán inglés Guingret y un grupo de sesenta hombres entre soldados, oficiales y suboficiales, en la noche del 28-10-1812, vuelan el séptimo arco para así evitar que el general francés Marmont pueda hostigar a las tropas inglesas de Wellington situadas en la Vega. Este desastre durará unos treinta años, pues aunque fue acondicionado por los franceses pocos días después, el estado de ruina persistía en 1827, fecha en que el Ayuntamiento recibe una Real Orden para que proceda a reparar la cortadura del Puente Mayor de esta Villa con un presupuesto de ochenta a cien mil reales.” 

La descripción de Pascual Madoz del puente hacia el año 1846 es breve aunque lo cita como obra soberbia de buena piedra y en uso pero con una calzada pobre, incomoda con polvo, cantos y arenas. Según nos cuenta el ingeniero Pedro Celestino Espinosa en 1878 constaba de 10 arcos ojivales con luces entre 9,25 y 16 metros y se le agregó modernamente un grupo de 3 alcantarillas en la orilla izquierda. 

Cabe pensar -aunque lo desconozco- que la estructura sufriría nuevas modificaciones y rehabilitaciones, quizás la principal sería la que procedió a eliminar el torreón central, quizás en los años 20 del siglo XX cuando se generalizó la eliminación de torres de control y arcos o pórticos de entrada a puentes por los inconvenientes que producían al tránsito de camiones y autobuses. Desgraciadamente desaparecieron multitud de estos elementos que eran soberbios y embellecían estas obras civiles. Apenas quedan obras medievales que aún conservan estas defensas y cito como interesantes las que están en este blog, como son el Puente de Frías, Camprodón, el de Balmaseda o el de Besalú, además del muy modificado de Martorell. Por otra parte y siguiendo con nuestro puente, también en fecha 22.12.1927 se produjeron daños en la primera bóveda, tímpano  y su tablero correspondiente, quizás por abandono de mantenimiento y al paso de algún vehículo pesado cargado con harina. 

Obras de mantenimiento, consolidación y zampeados de hormigón puede que se hayan efectuado a lo largo del siglo XX. Me llama la atención la controvertida actuación para eliminar los viejos pretiles de sillería que de ser de tipo herreriano, serían fuertes y bellos. Ignoro el momento en que se decidió eliminarlos y sustituirlos por otros de rejería, como dice el texto de Chías-Abad “repugnante barandilla metálica”. Puede que se consiguiera aumentar la anchura del tablero en 1/1,50 metros pero el perjuicio en el viejo monumento es innegable. Pues bien, Cadiñanos en su estudio sobre el puente con fecha año 2006 nos cuenta que los pretiles son de piedra pero el trabajo de Chías-Abad del año 2008 cuenta que ya son de barandilla; también el libro de J.J. Arenas, 2ª edición de 2007, hace referencia al cambio de estas protecciones luego deberemos de pensar que estas barandillas se pusieron hacia el año 2007, Sin embargo, lo que nos dice la información del digital “Tribuna de Valladolid” en lo siguiente: […] REFORMA DE 1957: El Ingeniero provincial de Obras Públicas Manuel Suárez Sinova presenta el día 5 de marzo de 1955 una propuesta para construir un nuevo puente que enlace la carretera de Madrid a La Coruña. Protestas de vecinos distinguidos y poderosos hacen que el nuevo puente sea descartado y en su lugar se adopte el ensanchamiento del actual. La reforma empieza en 1957 siendo alcalde Mariano de Paz. Pero la obra derribó los pretiles de piedra en un atentado patrimonial de primer orden. Todos callaron, todos otorgaron. Así se amplió la anchura de la vía y se colocaron barandillas metálicas. Ellos mismos lo calificaron de “mal menor” aunque “no dejamos de sentir la pérdida de su estructura medieval, al despojársele de su balaustrada de piedra, habiendo sustituido esta por una de hierro… colocada en sus voladas aceras”[…]. Desde mi modesto punto de vista considero que la rejería de la actual protección no parece de los años 50 del siglo XX pues se trata de materiales de acero convenientemente amalgamados con carbono y otros químicos que quieren imitar los herrajes antiguos, muy utilizados en la actualidad en todo tipo de barandillas pero que son logros de las herrerías-fundiciones más propios del finales del siglo XX y nuestro siglo actual. En el año 2016 la propia CHD (Confederación Hidrográfica del Duero) procedió a la draga de algunas zonas del puente para aumentar el desalojo de algunos vanos bajando la cota de nivel de agua alrededor de medio metro. 

Ya será en el año 2019 cuando se decide hacer una intervención de calado en la estructura y que continúa hasta la fecha de mi visita en 2021como se muestra en algunas tomas que hice. Se han acometido desde ambas cabeceras creando isletas por derivación de cauce para acceder a bóvedas, pilas, incluyendo los arranques o encepados, quizás el emparrillado y pilotaje genuino, asegurando la obra con tongadas de hormigón hidráulico (ignoro si armado) y otros refuerzos con nuevos zampeados que quedan demasiado visibles y distorsionan la configuración de pilas y tajamares. Por demás, una buena limpieza de la fábrica, quizás excesiva, incluyendo tajamares-espolones y sus tejadillos. Remodelación de la bóveda donde estaba el ingenio metálico del molino, inclusión de variado mortero en toda la obra, limpiezas y desbroce de matojos aunque no de arbolado que impide una amplia visión y fotografiado de la obra plena, en fin, y otros detalles que se me escapan. La información de la prensa al respecto y en concreto El Norte de Castilla de fecha 15.11.2019 nos cuenta: “El Consejo de Ministros acordó este viernes declarar de emergencia las obras de reparación del puente medieval de Tordesillas por un importe de 1,6 millones de euros, tal y como recoge Ical. El pasado mes de septiembre, la Comisión de Patrimonio autorizó la propuesta para llevar a cabo el control arqueológico y un estudio estratigráfico de paramentos en relación con los trabajos de reparación del viaducto medieval de Tordesillas, promovidos por el Ministerio de Fomento. Ahora, la propuesta sigue una doble estrategia. Por un lado, el control arqueológico de los movimientos de tierras asociados a las labores de recalce de los pilares, con el objeto de comprobar si existen evidencias o restos de estructuras anteriores que puedan emerger de las aguas toda vez que se va a desecar el cauce y, por otro, la lectura estratigráfica de los paramentos aplicando la metodología propia de la Arqueología de la Arquitectura, que posibilite realizar el relato de la biografía de las partes sumergidas y emergidas del puente”. No soy capaz de localizar el proyecto de reforma y sociedades involucradas en esta actuación. Hay en la obra un transformador de la empresa Keller que pudiera ser la responsable de las cimentaciones y pilotajes nuevos en la estructura pero no aparece en su web institucional. No obstante, es clarificador el diagnóstico que hace del estado del puente un proyecto del estudio de “Torroja Ingeniería, S.L.” sin fecha pero que entiendo que se refiere a esta rehabilitación y que se puede leer en su web oficial. 

CARACTERISTICAS ACTUALES DE LA OBRA. El conocido antiguamente como La puente viexa es una estructura larga, obligada por el amplio cauce del río Duero. Tiene una longitud total de 285 metros incorporando estribos y su prolongación por cabecera izquierda que alcanza las tres alcantarillas de época decimonónica. La estructura en vuelo y pilas sobre cauce es de aproximadamente 180/182 metros. Su anchura regular es de 7,50 metros aunque hacia cabeceras se ensancha considerablemente hasta 9,50 metros. Dispone de 10 vanos en su tablero sensu stricto de tipología ojival con luces que oscilan entre los 9,50 y 12 metros aunque la mayor llega a 15,90 metros. Las flechas o altura hasta lámina de aguas es de aproximadamente 8 metros en la mayoría de estos vanos. Los apoyos extremos se producen en sendos estribos, de varios metros de longitud, siendo quizás el más reformado el de cabecera derecha por su intervención para el ensanche de tablero y semicurva para suavizar la dirección de los tráficos; por ese lado se prolonga la obra civil en una potente manguardia situada en aguas abajo, ahora mirador. Los apoyos intermedios se corresponden con 9 pilas con un grosor aproximado de entre 6/7,50 metros. Las bóvedas disponen de refuerzos variables. Aguas arriba se levantaron 8 tajamares de sección en cuña que llegan hasta la altura de riñones de bóvedas más otro entre las bóvedas 3-4 cuyo potente tajamar llega hasta la rasante del tablero. Salvo éste último, todos ellos se conforman en dos cuerpos, el más bajo es ancho y coincide con la altura de pilas y el segundo cuerpo es algo más estrecho (posiblemente de una ampliación posterior) llega a tímpanos cerrándose en altura con un tejadillo a dos aguas. En aguas abajo, salvo el espolón situado entre las bóvedas 3-4 que llega hasta la rasante del tablero enfrentándose al contrario y levantado en dos o tres cuerpos, los restantes son semejantes, de planta en cuña y altura coincidente con la de pilas cubriéndose con tejadillos a dos aguas que alcanzan los tímpanos de este frente. En la actual intervención aún se observan los muros que escoltan el segundo arco donde se encontraba la maquinaria y rueda del viejo molino aunque imagino que desaparecerán y restaurarán los espolones eliminados cuya sillería parece que se reutilizó en lo posible para el levantamientos de estos muros.  Señalar también la peculiaridad de -al menos- las dos últimas bóvedas, quizás ensanchadas en la intervención de 1957 en lado aguas abajo para suavizar la curva de esa cabecera hacia la villa. En la bóveda 9ª se añade una arquivolta y se refuerza la pila aneja elevando el espolón casi hasta la rasante y en la 10ª se incorporan en intradós dos arcos que ayudan a soportar los esfuerzos. Se entiende que el ensanche se hace con hormigones armados y se placan exteriormente con sillería, bien la antigua o con piedra nueva. Todas las pilas de la cabecera derecha parece que se han perimetrado con nuevas basas de hormigón hidráulico, algunas demasiado visibles y que contrastan con la vetustez del puente. En el lado contrario -ahora en obra- parece que se ha horadado en pilas hasta su fundación con zanjas perimetrales que se están rellenando con hormigón y pudiera ser que carezcan de estas zapatas modernas y seguras pero poco acordes con los tiempos en que se levantó el histórico puente. 

Respecto a la fábrica cabe señalar que más o menos guarda cierta armonía. Predomina la sillería regular, bien escuadrada y tallada en cara vista, homogénea, de hiladas horizontales, regularidad en el llagado (ahora de visión dificultosa con los nuevos morteros aplicados) y hasta en los tonos, muy grises en zonas de sombras y amarillentos ante la exposición solar; parece que predomina la piedra caliza muy porosa, quizás con pumita, en la mayoría de los lienzos. Aparecen bastantes paños donde se reduce el volumen de las piezas, que aunque de buena labra, se asemeja al sillarejo. En algunos zonas menos nobles se incorpora la mampostería irregular con aglutinantes más groseros. Me llama la atención la diferencia en la escuadría del aparejo en ambas caras del puente, más antigua, con más desgaste y quizás, con peor talla y disposición en aguas arriba donde se habrán producido más reparaciones y apaños. Por el contrario, en aguas abajo existe una mayor regularidad en toda la fábrica, incluyendo hasta los espolones. 

En cuanto a las bóvedas se observa la cuidada colocación del dovelaje bien contrapeado en cada rosca para mejor adherencia con piezas homogéneas, bien talladas y en cuña. Se exhibe con esmero este trabajo en las boquillas, bien dispuestas y arqueadas hacia sus salmeres o puntos de apoyo. Todas las bóvedas presentan -al menos en apariencia- los arcos ojivales plenos, sin deslizamientos o deformaciones aunque los más cercanos a la cabecera izquierda, son ligeramente más abiertos. La imbricación de los arranques de tajamares con las bóvedas se produce hasta la altura de pilas ya que su continuación en altura no se solapa por lo que en el tiempo, se habrán producido desprendimientos varios de estos refuerzos incluyendo paramentos y rellenos. 

En cuanto al tablero, perpendicular al cauce del río pero con una inclinación patente hasta alcanzar la cabecera derecha donde el zócalo junto al cauce tiene una cota mayor, debió de tener una anchura original de unos 6 metros, propia de los puentes renacentistas. Los apaños modernos la amplían hasta los 7,50 metros y en cabeceras, como decía, pues hasta las 13 metros. Se entiende que en la reparación de 1947 se actuaría sobre los rellenos antiguos, incorporando hormigón armado y losas en vuelo para ampliar su anchura. El remate exterior de esta imposta o viga es cutre y no guarda armonía con la obra original. Se consigue una plataforma que permite una calzada de 6 metros que admite una circulación cruzada sin otras limitaciones. Las aceras van disminuyendo desde cabeceras hacia la medianía del tablero pero permiten el paso de peatones aunque contradigan alguna señal de tráfico al respecto ubicada en cada cabecera. El enlosado barato incorporado al tablero difiere bastante de lo que debería existir en un puente histórico. Tampoco son admisibles en esos tiempos el sistema de iluminación en cubierta por medio de farolas historicistas como las que exhibe la obra, relativamente nuevas, fabricadas por Fundiciones La Nave de Miranda de Ebro, muy habituales en variados puentes españoles. Parece probable que las barandillas sean de la misma empresa en fundición de hierro dúctil, aunque de menor calidad que las que muestran los modelos “Ebro” o “Duero” pero a las que se incorporan un par de manos de imprimación antioxidante a base de fosfato de zinc y acabado final en pintura sintética para exteriores que le dan una pátina de vetustez. Lo más impactante son los descansaderos o refugios que concede el tajamar-espolón que llega a la rasante,  ambos enfrentados y donde el viandante se asoma hacia el cauce como si fueran auténticos miradores. El centro de la cubierta de formaliza con capas de aglomerado asfáltico y una protección alta de piedra u hormigón a modo de biondas o bordillo junto a las aceras. 

Las crecidas habituales del río deberían de inundar amplias zonas de la cabecera izquierda, probablemente de huertas o cultivos pero también el propio camino real por lo que se proyectó un alargamiento de esa cabecera con la incorporación de tres vanos menores o pontones con luces aproximadas de 5/6 metros de las que nos da cuenta Pedro Celestino, informándonos que se construyeron en tiempo cercano a su visita al puente, quizás hacia el año 1870, época decimonónica donde la ingeniería pontonera levantaba auténticas obras de arte. No obstante, como no he visto estos pontones de cerca, ignoro si son de fábrica de sillería o mezclas con bóvedas de ladrillo aunque da la impresión de que se han ensanchado las bóvedas escarzanas cubriéndose con hormigón, al menos en su cara vista de aguas abajo. Tendré que investigar. Entre el puente y este juego de pontones subsiste una casuca de ladrillo como anejo al molino que en algún momento era generador de energía, incluso tiene una placa de Iberdrola, empotrándose hacia la primera bóveda donde hasta dispone de un ventanuco y que supongo desaparecerá en la remodelación del puente. Eso creo o debería de creer. 

En cabecera derecha todavía subsisten viejos hitos de la caminería real finisecular como son quitamiedos de mampostería pero bien cubiertos con sombreretes de piedra así como guardarruedas en la trayectoria antigua de esta calzada que se interna en la villa. La adyacente a la izquierda se corresponde con el nuevo trazado de la nacional y que dispone de un monumento-fuente donde se refleja parte del trayecto de la vía con las variantes hacia Salamanca y Valladolid por la N-620 así como Madrid-A Coruña por la N-VI, actualmente con circunvalación de la villa a través de la autovía A-6. Falta por señalar la carretera nacional N-122 que por Toro y Zamora se entra en Portugal por Braganza. Corona el monumento el emblema del CICCP. 

Debido al medio azud en aguas abajo, el caudal se ensancha y discurre plácidamente en este punto creando un paisaje natural de gran belleza donde la artificialidad de la estructura queda incorporada plenamente. Quizás lo diga con mejores palabras el ingeniero Juan José Arenas de Pablo con este relato: “Se trata de un puente muy interesante, de silueta singular y que dota de un sello peculiar a esta población pues la imagen de Tordesillas resulta inseparable de su puente, siempre en primer plano …/… y como afirmación de lo permanente frente a lo mudable, esas piedras venerables, tras haber presenciado innumerables cambios culturales, políticos y sociales, continúan hoy en su sitio y prestando los servicios para los que se concibió el puente”. También es interesante la opinión generalista que nos concede el insigne ingeniero Leonardo Fernández Troyano sobre la evaluación, tipificación o épocas de construcción de muchos de los puentes de piedra en España, en especial sobre éste, al que nosotros adjudicamos como obra medieval de transición hacia el Renacimiento pero que también tiene componentes propios del Barroco y al respecto Troyano nos cuenta: […] Existen puentes de piedra característicos de distintas épocas con diferentes estilos pero en una proporción muy grande no tienen un estilo claramente definido; este problema, sumado a que muchos de ellos han sufrido reconstrucciones, reparaciones y adiciones en distintas épocas por diversos motivos, hace muy difícil en la mayoría de los casos averiguar su origen sin datos documentales (en este cado tenemos algunos) …/… Los puentes medievales de arcos apuntados se construyen simultáneamente a puentes de medio punto y por ello no definen una época exclusiva. Ejemplo de puentes de arcos apuntados son el puente de Garray o el de Tordesillas, ambos sobre el río Duero […] 

PARA SABER MAS. Consultar el trabajo de Inocencio Cadiñanos Bardeci titulado “Los puentes de la provincia de Valladolid durante la Edad Moderna (II), publicado en “Investigaciones Históricas”, número 27 del año  2007, páginas 120/121. Por su parte, el historiador Miguel Ángel Aramburu-Zabala Higuera trata este puente en su libro titulado “La arquitectura de puentes en Castilla y León entre 1575 y 1650”, obra publicada por la Junta de Castilla y León (Consejería de Cultura y Turismo) en el año 1992. El tándem Pilar Chías Navarro-Tomás Abad Balboa trata este puente en su trabajo titulado “La construcción del territorio: Caminos y Puentes en Castilla y León”, página 9 dentro de su amplia obra titulada “Historia de las Obras Públicas en Castilla y León. Ingeniería, Territorio y Patrimonio”, editada por el CICCP en el año 2008. Otra valoración interesante del puente la refleja el ingeniero Juan José Arenas de Pablo en su libro titulado “Caminos en el Aire. Los Puentes”, tomo 1, páginas 214/215, editado en el año 2002 por el CICCP en la colección “Ciencias, Humanidades e Ingeniería”, número 57. Muchos de los maestros canteros y alarifes que han intervenido en el puente en diferentes épocas son citados en el nomenclátor “Artistas cántabros de la Edad Moderna”, obra de María del Carmen González Echegaray et al. editada en el año 1991 por la Institución Mazarrasa y la Universidad de Cantabria. Aunque breve es significativa la aportación del ingeniero Pedro Celestino Espinosa sobre el puente en sus artículos sobre “Puentes Históricos” publicados en la ROP, tomos 16-17-21-24 del año 1878 sí como en los tomos 5-6 del año 1879. El ingeniero Leonardo Fernández Troyano lo cita en su curioso y metódico trabajo titulado “El patrimonio histórico de las obras públicas y su conservación: Los Puentes”, publicado en la revista “Informes de la Construcción”, CSIC, volumen 37, número 375, página 13 de noviembre de 1985. Pascual Madoz Ibáñez lo cita y aparentemente en buen estado de uso en su famoso “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y sus posesiones de Ultramar”, edición de 1846, tomo XV, página 26. En la red el trabajo más completo sobre este puente a nivel histórico se puede consultar en “Tribuna de Valladolid” de fecha 01.10.2021 a cargo de Jesús López Garañeda. Otras referencias al puente o con aporte de fotos se pueden ver en la web de Desarrollo Rural, Tordesillas/net, La Sexta o en el blog de Juan Holgado. Respecto a las obras de restauración y sus avances aparecen noticias varias en prensa como El Norte de Castilla edición 15-11-2019 y 23-08-2020, Diario de Valladolid edición 16-11-2019 o El Español en edición de 15-09-2020. También en "Tribuna de Valladolid" de fecha 25-04-2021 con una vieja fotografía de una imponente avenida. El Mundo le puso foto en su edición de fecha 29-06-2017 al tratar un artículo sobre el Tratado de Tordesillas y que se recogió aquí, en “Noticias Pontoneras”. El famoso Tratado lo divulgan el blog de Turistilla o el periódico Público. La liberación de Tordesillas en la Guerra de la Independencia se trata en el blog 1808-1814

CÓMO LLEGAR. Nuestro puente se encuentra en lo que era la antigua carretera nacional radial N-VI sobre la que se ha montado la autovía A-6. Desde Madrid se seguirá por esta autovía hasta su salida en el PK 179 para continuar por la vieja nacional -ahora bajo el subíndice N-VIa- que llega a Tordesillas atravesando este magnífico puente. Desde Valladolid y en dirección SW tomaríamos la autovía A-62 hasta el PK 151 donde nos desviamos hacia la vieja N-122 que entra en la villa por el N. Desde el W peninsular, ya sea Zamora o Toro pues también se coge la citada N-122 hasta la propia Tordesillas y su puente o su alternativa rápida por la A-11. 

Se sigue cierto orden cronológico en la exposición gráfica.



Panorámica de la villa en un dibujo-grabado de Anton van der Wyngaerde (Antonio de las Viñas) realizado en el año 1570 a instancias de la corte de Felipe II. El original se encuentra en el Victoria & Albert Museum de Londres. 


Vieja fotografía, probablemente hacia el año 1910, que recientemente se publicó en el periódico digital Tribuna de Valladolid con la firma de Jesús López Garañeda. 


Curiosa instantánea de la imponente crecida del Duero a su paso por el puente. Se trata de la riada del año 1948 y que divulgó recientemente Jesús López Garañeda en el digital Tribuna de Valladolid.



Dos fotografías anónimas, probablemente de finales de los años 50 del siglo  XX. 


Postal de Ediciones París comercializada hacia el año 1961. 



Fotografías anónimas, quizás de los años 60 del siglo XX que forman parte de la colección de Todocolección.net.


Postal comercializada por Ediciones París a principios de los años 60 del siglo XX. Escrita al dorso con fecha 1963. 


Fotografía del año 1964 cuyo autor es García Garrabella que se comercializó como postal por "Editorial Patrimonio Nacional". 


Este puente se trato en la revista del viejo MOPU, número especial 345 de julio-agosto de 1987 dedicado a los puentes monumentales de España. Imagino que la fotografía será de aquellos años.


Toma del puente en blanco y negro de autor desconocido que exhiben los archivos de Todocolección, Fototeca BCN data en el año 1964. 


Toma del año 1994 desde aguas arriba de Juan Holgado que nos muestra en su blog.


Excelente toma desde aguas abajo con fecha 15.03.2006 que se exhibe en la Wikipedia.





Cuatro instantáneas de buena factura sin fecha -pudieran ser del año 2007- que muestra la web institucional de Tordesillas.net.


Preciosa toma de mi colega de "Biodiversidad Virtual" Emilio Alejandro Pagán efectuada con fecha 24-06-2008 y que se exhibe en la citada web. 


Interesante fotografía desde aguas abajo sin fecha ni autor que podríamos datar hacia el año 2008 y que se muestra en la web Eurovelo1.Spain.




Dos tomas de Google View en fecha julio 2012.


Al fin, un nocturno. Obra de Alberto Fernández en 2014 que exhibe la web de Minube.com.






Tomas de Google View efectuadas en mayo de 2015.


Espectacular toma cenital de Ricardo Melgar en fecha 15.05.2016 que muestra en su blog.


Buena toma en blanco y negro desde aguas abajo que efectuó Alber68 con fecha abril 2017 y que se puede ver en la web de Foto Community. 


La Sexta montó un reportaje en 2017 llamado "Viajes-Escapadas" donde hay una foto de nuestro puente en toma desde aguas arriba. 


Única obra plástica que he podido cazar de nuestro puente. Plumilla firmada por Fredesvinto J. Ortiz firmada en el año 2018 en visión desde aguas arriba. 


Posible toma de fecha 07-06-2019 firmada por F.J. en un artículo sobre las obras de puente que divulgó el periódico El Norte de Castilla de la edición del día siguiente.


Otra toma divulgada por El Norte de Castilla, obra de Eduardo Margareto, que se difundió en la edición de fecha 15-11-2019 cuando se debatía la intervención por rehabilitación de esta estructura. 


Curiosa imagen del puente con el muro de retención hacia la cabecera derecha del puente con el fin de desecar el caudal y acometer las obras de reafirmación en las cepas de estas pilas con hormigón hidráulico. Se publicó en el periódico Diario de Valladolid con fecha 16-11-2019. 


Otra toma de las obras, en este caso hacia la cabecera izquierda y medianía del puente, que se publicó en el diario El Norte de Castilla en edición de 23-08-2020 con fotografía de Nacho Hernández Ballesteros. 



Dos tomas del puente en obras que se publicaron en el digital "Día de Valladolid" con fecha 10-09-2020 y material de la fotógrafa Miriam Chacón-ICAL. 


Toma de fecha 15-09-2020 publicada por el digital "El Español-Castilla y León". Lo interesante de la fotografía son sus protagonistas, entre los que me interesan -al margen de los políticos camuflados en los chalecos de obra- los técnicos y personal de esta rehabilitación, generalmente olvidados en cualquier artículo periodístico. 


Curioso fotomontaje de contraste en la estructura que cazo del periódico digital "La Tribuna de Valladolid" en fecha 01.10.2021 con fotografías de Jesús López Garañeda. Imagino que se trata de un antes y después de la restauración. 


El muy interesante blog de "Turismo de Observación" prestó atención al puente con foto de fecha 29-10-2021 cuando se estaba terminando la actuación por la cabecera izquierda, tres meses después de mi visita a la obra civil.


Buena toma en blanco y negro del puente desde su cabecera derecha y aguas abajo. También los puentes (auténticos forillos que se utilizan como fondos decorativos de fotos personales) pueden ser protagonistas y ganar premios. En este caso, ignorando la fecha de la toma, puedo escribir que se trata del "Premio Argaya" de fotografía del año 2021 concedido a su autora, Susana del Carmen de la Cuesta Rodríguez. 

TANTA DE FOTOS DE MI VISITA AL PUENTE EN FECHA 02.08.2021

TOMAS DESDE AGUAS ARRIBA DEL PUENTE



























TOMAS DESDE AGUAS ABAJO DEL PUENTE










































TOMAS DESDE EL TABLERO DEL PUENTE




























TOMAS DE LOS PONTONES ANEJOS, CAUCE Y ENTORNO DEL PUENTE





























Tanda de fotos de fecha 02.08.2021



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