ARBAS DEL PUERTO. León
N-630 PK 88,406
Siguiendo las huellas que pudo dejar en el tiempo
el viejo camino real de León a Asturias y ya cerca de las fuentes o nacimiento
del río Bernesga, cauce que habilitó desde tiempo inmemorial las rutas
carreteriles hacia el norte desde la capital leonesa, nos encontramos con otro
puentecillo verdaderamente histórico aun cuando no exista documentación o
fuentes que nos informen sobre su fundación o evolución en el tiempo.
Parece claro que el itinerario hacia Asturias por
Pajares pasaba por Arbas del Puerto y con pequeñas rectificaciones su calzada
original era la que necesitaba salvar este arroyo en su periplo hacia el norte.
En este caso no podemos hablar con propiedad de
una aldea o lugar como asentamiento urbano o rural ya que el enclave es más
propio de refugio u hospital de auxilio y descanso para viajeros, trajinantes,
peregrinos y caminantes cuyo origen se
pierde en la noche de los tiempos. Resumiendo un poco podríamos aventurar que el
lugar pudiera fundarse en el siglo XI como comunidad monástica que atendía a
estos viajeros y peregrinos en un viejo recinto que con el tiempo tomó
relevancia y fue necesario construir una sólida colegiata bajo la advocación de
Nuestra Señora de Santa María de Arbas a iniciativa o por encargo del rey
Alfonso IX en el año 1216. Este trayecto y parada en Arbas del Puerto nos
indica la antigüedad del camino hacia Asturias por Pajares que aunque se renovó
en parte durante época barroca y se rediseñó como carretera “a la francesa” en
tiempos clasicistas lo cierto es que ya existía desde el medievo y algunos
documentos o testimonios sobre la fundación y expansión de la basílica así nos
lo confirma. En un panel informativo dentro de la propia basílica existe un
extracto de un artículo de Pablo Fidalgo Álvarez publicado en la revista
Pasionario número 279 del año 1970 donde se hace una pequeña historia del
monasterio-basílica e incluso de apuntan otros trabajos sobre la historia de
Arbas del Puerto a la que incluso llaman villa. Aunque con poco detalle en
cuanto a puentes, Emilio Valverde Álvarez en su tratado “Guía del viajero por
el Antiguo Reino de León, editado en 1886, página 575, nos relata sus
impresiones: Saliendo de Busdongo cruzase cinco veces el río Bernesga y
dejase a la derecha el exmonasterio de Arvas con otros albergues inmediatos donde
se guarecen los viajeros en la época de nieves, marchando luego la ruta en
rápido descenso. Alusión parecida hace el Itinerario Descriptivo Militar
del año 1866 en su ruta 1027 sobre este puebluco donde nos informa que aparecen
censados 9 vecinos y existen edificios religiosos de buen porte y firmeza.
Referencias explícitas
a puentes, como digo, no existen al parecen en estos tratados, ahora bien, en
lo concerniente a la arqueología pontonera de este sector carreteril que ahora se
engloba en la calzada nacional N-630 lo cierto es que también son escasísimas las
huellas sobre puentes que pudieran tener un traza medieval que normalmente
quedan desfiguradas por las obras de rehabilitación más recientes para adaptar
el camino a carretera de primer orden y ahora nacional. Quizás y desde mi punto
de vista, existe un buen puente en el pueblo de La Vid de Gordón que aún
conserva un arco de medio punto en aparejo rústico de piedra que podría denotar
una traza cuasi-medieval o al menos de los principios del barroco rural con
mucha mampostería, sillarejo estrecho, lajas y mortero bastante viejuno. Otro
pontón de antigüedad semejante es el que en Arbas del Puerto salva el cauce
estrecho del río Bernesga, prácticamente contiguo al que presento en esta
entrada del blog. También el de Villanueva de la Tercia puede que sea una de
las obras pontoneras más antiguas de este itinerario hacia Asturias.
Lo cierto es que, pese
a la vetustez del camino en este punto, el puentecillo sobre el Arroyo de los
Pozos quedó arruinado en aquellos tiempos oscuros y se debió de levantar otra
pequeña obra civil en época más moderna, quizás en el siglo XVI o XVII. He
subido recientemente otro de los puentes antiguos correspondientes al término
de Arbas del Puerto, en este caso sobre el río Bernesga en aguas abajo de éste
y fijándonos en su aparejo pudiéramos interpretar que guardan consonancia o
similitud en algunos de sus paños de sillería o incluso en su bóveda aunque se
aprecian intervenciones variadas en la estructura que pudiera ser clasicistas,
decimonónicas y hasta muy recientes, con el alargamiento de la bóveda y
consolidación del muro de contención del lado de aguas abajo a base de
pantallas de hormigón armado.
Características actuales
de la obra.
Es un pontón muy reducido de tamaño y constreñido a los muros de encauzamiento
en su lado aguas arriba. Estas manguardias que en la ribera izquierda son los
propios muros de piedra del enclave monacal tienen un aspecto antiguo, quizás anterior
a la constitución del actual puente donde predomina el sillar ciclópeo más o
menos escuadrado y dispuesto en seco en las zonas bajas así como añadidos de
mampostería variada, mucho ripio para tapar oquedades y morteros por doquier en
las zonas altas. Estos muros de encauzamiento cubren el talud original que ha
conformado el arroyo por lo que la construcción de la obra civil se reduce a la
bóveda considerando sus apoyos extremos a estribos perdidos que se empotran en
la roca madre de calizas y esquistos del propio talud así como el placaje
exterior de los propios estribos donde apoya la bóveda de cañón.
Originariamente tendría
6 metros de largo que con estribos pudiera llegar a 9 metros y una anchura de 6
metros, semejante a la profundidad de la bóveda. En tiempos recientes se ha
modificado hasta la trayectoria del tablero con añadidos en ambas caras por lo
que la anchura actual es de aproximadamente 12,50 metros, propia de una
carretera nacional que permite dos carriles, arcenes y petos de acero. El
alargamiento de la bóveda y las losas superiores son de hormigón armado.
Quizás, las pantallas de protección de aguas abajo sean prefabricadas.
La obra dispone de un
solo vano con luz aproximada de 5 metros y geometría de arco de medio punto muy
bien ejecutado que descansa, como decía, en los muros externos de estribos. En
cuanto a su aparejo cabe interpretar diferentes actuaciones. Aventuro a que la
bóveda presenta tres secciones diferentes. La más antigua debe ser la central
donde la sillería parece más homogénea y antigua; también el largo dovelaje
empleado en las diferentes roscas que lo componen. Las zonas de zócalos donde
se suele adivinar también la antigüedad de las piezas que componen la obra se
encuentran bastante ocultas al incorporar unas tongadas de cemento y grueso
canto rodado en alguna intervención que aunque intenta evitar socavaciones en
los muros no deja de ser una solución bastante cutre. La sección de aguas abajo
parece que tiene reposiciones de dovelaje en la bóveda, quizás placando otra de
hormigón que se construyó por debilitamiento en la obra original y que casa o
continua con otra que modifica la trayectoria del arco y que es netamente de
hormigón y llega hasta esa boquilla de aguas abajo. La sección primera o de
lado aguas arriba dispone de cantería en sillería de roca caliza blanca o gris
que contrasta con la del resto de aparejo y pudiera ser ya clasicista, cuando
se adapta calzada y pontonería a las nuevas corrientes ingenieriles europeas de
la Ilustración. Es una bella obra con cuidada talla en el dovelaje de la
boquilla externa aunque más burda en la disposición de la sillería de tímpanos,
probablemente porque sufrió un desprendimiento en tiempos más recientes. La
estructura en su conjunto parece que se ha rehabilitado muy recientemente con
fijación de piezas y nuevo mortero en juntas, actuación que probablemente tiene
que ver con la incorporación de las pantallas de hormigón para proteger la
calzada de las avenidas del río Bernesga y que se vienen realizando en esta
década del siglo XXI.
Como indica Ricardo Becerro de Bengoa, eminente
físico y polígrafo de época decimonónica, las rocas del estos parajes se
componen de calizas blancas, grises y rojas con masas de areniscas y
conglomerados del período devónico además de arcillas cayuelas y pizarras de
variados tonos y ciertamente parece que todo ello está representado en la
fábrica de este discreto puentecillo.
En resumen y con
independencia de las variadas reformas y consolidación de esta obra civil,
deberemos de tener en cuenta su antigüedad y la utilidad que aportó y sigue
aportando al viejo camino real, ahora carretera nacional N-630. Es lamentable
que se haya perdido todo vestigio de su historia y vicisitudes aunque no es
tarde para que las administraciones públicas involucradas en la cultura y obras
públicas hagan un esfuerzo por adecentar la zona y señalizarla con algún panel
informativo para que turistas y viajeros puedan advertir la presencia del
monumento y visitarlo.
Se puede consultar la
historia de esta carretera así como bibliografía y fuentes en las entradas para
los puentes de Vega de Gordón, Tornero o Puente de Alba.
Tanda de fotos de fecha 18.08.2021 en secuencia consecutiva desde aguas arriba, aguas abajo, tablero y cauce siendo la última fotografía la de la unión de este arroyo con el Bernesga, prácticamente con caudales semejantes en pleno estío.
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