domingo, 27 de junio de 2021

TAJEA FERROVIARIA DE ESPINOSA DE VILLAGONZALO. Palencia

 TAJEA FC SOBRE EL ARROYO DE LOS CAÑOS
ESPINOSA DE VILLAGONZALO. Palencia
LÍNEA FFCC VENTA DE BAÑOS-SANTANDER PK 353,750
PP-2331 PK 6,300

Tras visitar el moderno puente de Espinosa de Villagonzalo sobre el río Boedo y prácticamente ignorando el asunto, divisé desde esta carretera vecinal una especie de puentecillo que daba servicio al ferrocarril y que presuponía se correspondería con viejos pasos de esta línea como así pude comprobar al acercarme al lugar.

Una de los primeros trazados ferroviarios en España fue el de Alar del Rey-Santander según proyecto del ingeniero Juan Rafo Tolosa cuya concesión estatal data del año 1844, construyéndose el trayecto por secciones que acabaron con su inauguración en el año 1866. Casi en paralelo se aprueba su continuación hacia el sur para conectar Venta de Baños con Alar del Rey dentro un gran proyecto que pretendía llevar el ferrocarril hasta Valladolid donde conectaría con otro ramal que llevaba a Madrid. Este trazado menor desde Venta de Baños lo estudian y proyectan los ingenieros Rafael López y Juan López del Rivero en el año 1854 aunque no tiene su concesión definitiva hasta el año 1856 momento en que se debieron de iniciar las obras que, por cierto, acabaron antes de la terminación completa del tramo Alar-Santander debido en parte a que la orografía de esta zona era más llana, con relieves suaves e incluso con ríos que cruzar sin demasiadas complicaciones; el único cauce importante era el del Pisuerga en la localidad de Herrera de Pisuerga que se salvó con el soberbio Puente de Los Dolores. El tramo completo Venta de Baños-Alar del Rey se terminó en 1860 esto es, 6 años antes que el de Alar-Santander. Bien es cierto que el litigio sobre la conveniencia del trayecto por Carrión de los Condes ocasionó retrasos y nuevos proyectos como el definitivo de  Eduardo Gutiérrez Calleja de 1856 que ahorraba 5 kilómetros de carriles obviando Carrión y ciñéndose a la margen izquierda del río homónimo hacia Monzón, Piña de Campos, Frómista, Marcilla de Campos, Osorno y Herrera como ya se explica en la ROP del año 1857, tomo 5.

Deberemos de entender que la construcción de nuestra tajea data de aquellas fechas por lo que a día de hoy tiene una antigüedad aproximada de 160 años y representa un interesante testigo del buen hacer de la ingeniería ferroviaria decimonónica y muy especialmente de la cantería de época, espléndida y solvente.

Aunque he señalado que el perfil de este trazado es más suave cabe destacar que la zona de Tierra de Campos sigue teniendo multitud de vaguadas conformadas por variados arroyos, riachuelos y algunos ríos que aunque de menor importancia, en momentos de lluvias y deshielos en cabeceras producen fuertes avenidas e inundaciones que obviamente, han acusado con los años esta serie de puentes y pontones. La cabecera en Venta de Baños así como el paso por Palencia no tuvo dificultad ya que siempre se intentaba sortear el curso del río Carrión. El primer cauce de cierta importancia es el del río Ucieza cerca de la localidad de Monzón de Campos que se salva con un puente. En sentido creciente aparecen tajeas sobre los arroyos de Carralval, La Polla y Valdechivita hasta llegar al término de Piña de Campos donde una profunda vaguada de encharcamientos persistentes se salva con un puente y el cauce del río Ucieza con otra obra pontonera. En Frómista se salva el Canal de Castilla con un espléndido puente de fábrica. Se construyen varias tajeas en adelante que salvan los arroyos Del Cedrón (2) y Mariños hasta alcanzar el río Vallarna cerca de Santillana de Campos que se salva con otro puente, otra tajea sobre el arroyo Trasotero y ya en Osorno el ferrocarril tiene que salvar el río Valdavia y más adelante el Boedo con sendos puentes. Las siguientes arroyadas se salvan con tajeas como son la del arroyo de Valdepajares y nuestra tajea de Espinosa de Villagonzalo. Saliendo de este pueblo hacia el norte en el PK 355,570 de la línea y visible desde la carretera PP-2331 resulta visible otra tajea que salva un regato que desemboca en el Boedo; más adelante otra serie de pequeñas obras de fábrica para salvar los arroyos de Las Vegas, Los Lazos y el de Carreprado, éste junto a la vieja ermita de la Virgen de la Muela. Continúa el trazado ferroviario salvando el arroyo del Valle, el del Alcantarillón y el de Las Pardas con diferentes tajeas en fábrica de sillería. El camino de hierro se encuentra después con el río Pisuerga, cerca de Herrera del Pisuerga que lo salva con el puente ya mencionado. Entre Herrera y Alar no hay ninguna obra ferroviaria significativa salvo un par de caños sobre acequias. Conviene mencionar que además de estas obras señaladas existen muchos pasos superiores y cruces a nivel ya sea sobre carreteras o caminos de tierra agrarios. Al igual que ocurrió en el tramo creciente hacia Santander, la mayoría de estos puentes se construyeron con tablero de viga de hierro en celosía del tipo Town cuyas estructuras se han ido sustituyendo por otras, bien de piedra o de hormigón. Las tajeas y alcantarillas mantiene su impronta más o menos original aunque muchas de ellas se han reforzado en extradós con losas de hormigón armado para soportar mejor las cargas de los modernos convoyes.

Características actuales de la obra. Se trata de una pequeña obra de fábrica con bóveda de cañón y luz aproximada a 1,50 metros. La profundidad de la bóveda se acerca a los 6 metros y la flecha hasta el solado es de 1,50 metros. Dispone de aletas en ambos frentes.

Como ya he precisado en otras ocasiones, lo llamativo de esta modesta obra civil es el detalle y cuidado de su aparejo. Sobre rellenos de hormigones habituales con cementos, cales, áridos y canto rodado se hacen unos placajes en sillería de talla y disposición soberbia. En este caso se utiliza piedra caliza en piezas homogéneas, bien escuadradas, dispuestas en hiladas horizontales y con cara vista averrugada aunque encintadas, propias de la cantería ferroviaria de época. También el dovelaje de boquillas es de gran maestría aunque en la cara de aguas abajo parece retocada pero sin aparente alargamiento de la bóveda. No es visible el intradós original que se ha reforzado con hormigón armado y enfoscado de cal blanca en una intervención que parece muy contemporánea. Del cañón original subsisten las tres primeras hiladas de sillería y el solado o lecho del arroyo a base también de sillería del que aún quedan restos.  La obra se corona, como era habitual, con gruesas impostas de buena talla en piedra caliza que servían para retener el balasto.

Otro detalle interesante es la fábrica de estas aletas, ligeramente oblicuas y que retienen los taludes elevados de las vías mostrando todavía su fortaleza. Constan de más o menos 7 hiladas de buena sillería de cara vista averrugada al viejo estilo romano, algunas piezas con soga de casi un metro y del tipo isódomo, con la misma altura. Estas hiladas van disminuyendo en altura hasta la más elevada que consta de un solo sillar. Lo curioso son los remates o pasamanos que protegen esta fábrica modesta que se conforman con piezas de sección pentagonal para imbricar las diferentes hiladas horizontales con la inclinación acentuada que toman estas protecciones que cierran las aletas en altura, obra de gran detalle y buen gusto, poco común en muchas obras pontoneras verdaderamente antiguas. Estas técnicas en la estereotomía de la cantería ferroviaria decimonónica se muestran también en otros detalle como son la sillería a montacaballo en tímpanos o las bóvedas esviadas que requieren detallados cálculos del arte de montea y sirva como ejemplo el cercano puente ferroviario de Frómista sobre el Canal de Castilla que aunque originariamente era de tramos metálicos, pronto se sustituyó por la esplendida obra de fábrica que ahora podemos contemplar. Esta cantería de calidad también se muestra en el citado Puente de los Dolores sobre el río Pisuerga, originariamente de tramos metálicos según Spanish Railway y después de fábrica de sillería de gran belleza.

Para saber más. En este blog se pueden consultar las entradas para el Puente de los Dolores en Herrera de Pisuerga o el Puente de Alar del Rey, donde se ponen referencias a trabajos y fuentes de interés en la construcción de esta línea. También se hacen referencias a estos proyectos en el trabajo de Francisco Coello de Portugal titulado “Proyectos de líneas generales de navegación y ferrocarriles en la Península Española”, página 219, obra editada en Madrid en 1855. Este trayecto también se incluye en la “Guía descriptiva de los Caminos de Hierro del Norte de España”, página 26, obra editada por la Sociedad Española de Artes Gráficas de Madrid en el año 1917. Siembre es interesante consultar la web de Spanish Railway
























Tanda de fotos de fecha 15.03.2021



Tajea carreteril sobre el Arroyo de los Caños aguas abajo de la del ferrocarril. Tomas de fecha 15.03.2021



Cuadros descriptivos de algunos de los puentes metálicos originales de la línea y detalle de las estaciones ferroviarias. Fuente: Web de Spanish Railway.








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