CILLAMAYOR. Palencia
PP-2122 PK 0,140 y P-220 PK 9,700
La población de Cillamayor, sin duda, debió de
poseer un viejo puente probablemente románico que salvara el cauce del río
Rubagón a tenor de su historia y ejemplos arquitectónicos como los que
actualmente subsisten, refiriéndonos a su magnífica iglesia-monasterio de Santa María la Real, obra románica del siglo XII/XIII. La ubicación de conventos y
monasterios en el mundo rural era sinónimo de cierta riqueza para la zona donde
se enclavaban y Cillamayor en el Medievo pudo ser un núcleo próspero. Aparejado
a esa riqueza siempre se prestaba atención a las vías de comunicación que en
este caso, eran muy antiguas, probablemente romanas y relacionadas con la vía o
ramal de la conocida calzada secundaria Pisoraca-Portus Blendium- que durante los siglos posteriores seguirían
prestando servicio a estas pueblos del entorno y era obligado el mantenimiento
de puentes. Lo cierto es que de aquel hipotético puente no hay rastros
documentales. Las violentas avenidas de este río en ocasiones, acabarían con
éste y otros posibles pasos en la zona. Habrá existido probablemente algún
puentecillo de madera que serviría a los intereses de comerciantes y
trajinantes en épocas de caudal pues en tiempos de estiaje es un río fácil de
cruzar por diferentes vados naturales. Será en el último tercio del siglo XIX
cuando la Administración renueva y consolidad diferentes carreteras vecinales o
locales del país y que en la provincia de Palencia afectarían a su red
carreteril. Tenemos muchos ejemplos de puentes y pontones levantados en el
período decimonónico que abarca hasta finales del siglo XIX, normalmente
construidos en piedra o mezclas con ladrillo.
El de Cillamayor es un solvente y sólido puente
que además, no ha sufrido grandes deterioros o drásticas modificaciones,
manteniendo su impronta de época. Está calificado como obra singular en
el Catálogo de puentes que administra la Diputación de Palencia y que
confeccionó el estudio de ingeniería Alcántara 98 allá por el año 2007/2008.
Características actuales de la obra. Es un bello puente de piedra que tiene una
longitud aproximada de 16 metros cuyos estribos de empotran en un alto talud o
aterramiento artificial que ya se levantó al construir esta carretera vecinal.
La anchura regular es de 6 metros, coincidente con la profundidad de su bóveda.
Dispone de una calzada libre de 5,40 metros que permite una circulación
cruzada; no tiene aceras y todavía subsisten sus hermosos pretiles originales,
quizás de piedra caliza, a base de ortostatos de muy buen talla.
El puente dispone de un solo arco del tipo
escarzano con una luz aproximada de 12 metros. Como decía, lo destacable de la
obra civil es su espléndido placaje en piedra a base de sillería variada de
arenisca de buena talla, escuadría y disposición ya sea en los pequeños paños
de tímpanos, dovelaje de la bóveda, aletas de protección, impostas
sobresaliente o pretiles.
Es un digno puente al que debería de concederse
mayor protagonismo arquitectónico en el pueblo. Entiendo que tras su icónica
iglesia románica, puede que sea la obra más significativa de Cillamayor pero
también es verdad que debería de protegerse a base de un buen mantenimiento que
hasta hoy brilla por su ausencia. En cubierta desapareció una pieza del pretil
y el apaño se ha hecho con un tubo de acero empotrado que hace de barandilla.
Hay huecos y sillería a punto de desprenderse en alguna aleta, producto de la
fuerza de las raíces de un viejo fresno que crece en la orilla del río y nadie
toma la decisión de eliminar ese árbol y consolidar la fábrica de sillería.
Abundan los arbustos que medran en el llagado de la piedra erosionando los
morteros y anticipando nuevos desprendimientos de sillería. La bóveda presenta
muchas manchas ya sea de eflorescencias que dañan la arenisca así como líquenes
y humedades. No es de recibo que en una obra civil histórica todavía subsistan
canalizaciones visibles, en este caso, en su fachada de aguas arriba, tubería
que quizás hasta ya no tiene utilidad. Una vez rehabilitada la obra sería
interesante que se dispusiera un panel informativo señalando el interés de este
puente como patrimonio de obra civil y el servicio histórico prestado a las
comunicaciones de la zona.
El visitante o turista amante de la vieja
pontonería, no debe dejar de ver y admirar una de las obras más vetustas a
nivel de puentes que existe en la extensa Comunidad de Castilla y León y me
refiero al conocido como Puente de la Perdiz sobre el río Rubagón en la
localidad de Nestar, apenas a unos 4 kilómetros de Cillamayor y que está
tipificado como de posible origen tardorromano. También tiene Nestar otro
ejemplo de puente finisecular de interés aunque muy modificado al proceder a
su ensanche de tablero.
Estado del puente en fecha 02.03.2007 cuando lo inspeccionó el estudio de ingeniería Alcántara 98 para el catalogo encargado por la Diputación de Palencia.
Ejemplares de Verónica pérsica o Azuletes (Veronica persica Poir. Scrophulariaceae).
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