PUENTE VIEJO SOBRE EL RÍO ESLA
Sector III Puente Metálico
PARADORES DE CASTROGONZALO. Zamora
A-06 PK 258,500 N-VI N-630
Esta estructura concreta forma parte del conocido como
Puente Mayor sobre el río Esla en el paraje de Paradores de Castrogonzalo,
perteneciente al municipio de Castrogonzalo, en la amplia comarca zamorana de
Benavente y Los Valles. En algún documento histórico sobre el tema, como es la
obra de Vicente Fernández Vázquez (n. 1951) dedicada al arquitecto Diego de
Ochoa (1742-1805) se hace referencia a este complejo puente desglosando sus
sectores y entre los que cita, me inclino a pensar que a éste le llama Puente
de Tamariz.
Aunque se ha hecho una descripción lo más extensa
posible del puente en la entrada anterior dedicada al Puente Mayor o Puente Viejo Sector I
Renacentista, intentaré posicionar aquí los pocos datos de que dispongo para esta obra.
Parece probable que los maestros canteros señalados en la otra entrada,
básicamente de finales del siglo XVI y siglo XVII completaran este puente,
independientemente de los diferentes accidentes y ruinas de la estructura y
cabe pensar que así permanecería la obra civil hasta finales del siglo XVIII en
que ya hay constancia por documentos escritos de que se asigna la
rehabilitación del puente completo al arquitecto Diego de Ochoa, prestigioso
técnico que además formaba parte como miembro numerario de la RABASF (Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando) en tiempos del reinado de Carlos IV.
El arquitecto Ochoa debió de tener el cometido de reconstruir casi en su
totalidad los 9 vanos de la izquierda del puente (visión desde aguas arriba)
con la asistencia de los maestros canteros vascos Juan de Sagarbinaga
(1710-1797) y su hijo Juan Marcelino Sagarbinaga de la Horra (1753-1807) además
de otros alarifes y canteros que hasta fin del siglo XVIII y principios
del XIX trabajarían aquí. El proyecto avanzaría según lo previsto, al menos
hasta el año 1803 en que un informe del funcionario Pedro Antonio Ceballos nos
cuenta sobre la delicada situación que en aquellos momentos atravesaba la obra,
bien por la muerte del director Diego de Ochoa o por desavenencias entre los
maestros canteros que la llevaban, independientemente de que también fueran
problemas de tesorería por falta de fondos o por impagos de la Administración a
los constructores, situación muy habitual en aquellos tiempos. Pascual Madoz,
con informes del año 1806, muy anteriores a su enciclopedia, nos dice que las
obras del puente se prolongaron muchos años. Lo cierto es que, cuando estalla
la Guerra de Independencia y se producen choques en esta zona entre las fuerzas
del ejército inglés de Moore y los franceses de Lefebre con fecha 25.12.1808
los ingleses volaron parte de este puente, que entendemos que se encontraría
terminado y en servicio, arruinando al parecer 2 bóvedas. El militar francés
Nicolás Marcel hace también referencias a este puente en sus memorias
escribiendo sobre la urgente reparación de estas bóvedas por medio de tablas de
madera pero sin indicarnos a cuantas bóvedas afectaba el suceso. Este
apaño lo cierto es que duró unos años hasta que cambiaron las tornas y fueron
los militares franceses los que en su huida volvieron a sabotear estas bóvedas
y alguna otra, probablemente hacia el año 1814. Se entiende que este tramo
permanecería con tablero de madera hasta su transformación en el actual sector
que se corresponde con los 4 vanos de arcos escarzanos además de los siguientes
adintelados con tablero a base de vigas de acero en celosía de cruces de San
Andrés. La Enciclopedia Universal editada en 1831 expresa que el puente de
Castrogonzalo se encuentra por aquellas fecha en estado ruinoso -al menos algún
sector- y que convendría repararlo con urgencia pues pertenecía al camino real
de la Meseta con Galicia y Asturias a través de Benavente. También en la "Memoria
sobre el estado de las obras públicas en España" del año 1859 se consignan
obras de restauración del puente de Castrogonzalo, regeneración de la calzada
real (futura N-VI) y algunas indemnizaciones al municipio que se compensan con
el diseño y construcción del parador, ahora lugar de Paradores de
Castrogonzalo. También se diseña un nuevo puente-barca de maroma que hace el
servicio de cruce del cauce para el viejo camino de Villanueva de Azoague hacia
Castropepe. Más adelante en el tiempo, según informes del ingeniero Cipriano
Martínez, adscrito a la Demarcación de Carreteras de Zamora hacia el año 1874
seguía teniendo tablero de madera y acotamos parte de este informe: [...]
El otro puente, más moderno que el medieval, consta de 17 huecos y está
dividido en dos porciones por una fuerte pila estribo, que sube hasta el piso
del puente formando una gran plataforma. Uno de estos tramos fue cortado por
los ingleses en la guerra de la Independencia hallándose hoy día reemplazados
los arcos por entramado de madera. El resto de la obra es de sillería arenisca,
hallándose toda ella en buen estado, e indicando ser moderna [...].
Mi teoría del puente al
respecto, con todas las cautelas posibles es que la obra de Ochoa quedaría
terminada probablemente antes del inicio de la Guerra de Independencia y con un
diseño muy academicista a base de bóvedas escarzanas aprovechando mucho
material de sillería de las actuaciones anteriores. Las necesidades de romper
la comunicación viaria por parte de los ingleses en retirada indica que por
entonces el puente era pleno y en uso decidiendo el general Moore volarlo en la
medida de lo posible (este militar fue uno de los que por desgracia, destruyó
más puentes históricos en nuestro territorio). Los diferentes apaños ya fuere
por ingleses o franceses en sus repetidos avances y retrocesos originaron que,
de un modo poco artesanal aunque muy práctico, reconstruyeran los vanos por
medio de tablones de madera de diferentes características pero más bien
efímeros. Respecto al número de bóvedas arruinadas en estas voladuras, yo me
inclino a pensar que fueron más de dos (Madoz apunta que eran cuatro) pues si
es cierto que el diseño de Ochoa se basa en bóvedas escarzanas, relativamente
abiertas, cabe pensar -como ha venido sucediendo habitualmente- que el derrumbe
de una de ellas, o de dos, suele producir la ruina de las adyacentes pues en
esta técnica pontonera, las bóvedas suele apoyarse entre ellas,
independientemente de las pilas intermedias, generalmente más livianas que en
las de puentes de bóvedas de cañón. Desde luego, si no se arruinaron más
bóvedas de las que los historiadores o viajeros señalar a este respecto, parece
probable que quedarían muy dañadas o se irían desplomando con los años.
Cuando en las memorias de
obras públicas de la segunda mitad del siglo XIX se alude a reparación de esta
calzada así como a las estructuras pontoneras de este vial, cabe pensar en que
se actuaría con más definición sobre este sector del puente. Se trata de una
época en la que era usual la construcción de puentes de madera, ya fuere con
vigas en celosía del tipo Town o Cruces de San Andrés aunque en base a lo
construido anteriormente, parece plausible la construcción de tablero sencillos,
planos con buenos apoyos junto a pilas por medio de ménsulas o pies derechos de
madera. Desde luego, Cipriano Martínez nos deja claro que en 1874 el tablero de
este puente seguía siendo de madera pero no nos describe sus características
quizás porque tenía la impronta habitual de muchos puentes carreteros del
momento construidos con maderos.
Por lo que ahora podemos
observar en la obra, cabe señalar que de la vieja estructura se modificaron
drásticamente las pilas, especialmente en sus caras internas con placajes de
sillería quizás reutilizada, también el estribo correspondiente y las propias
pilas se rediseñan para dejar su cenit plano con el fin de adaptar los plintos
correspondientes al nuevo tablero. Lo más singular parece que es el grupo de
mechinales horadadas en cada pila por ambas caras para apoyar los macizos de
madera que constituirán los apoyos ya fueren tornapuntas, riostras, jabalcones,
quizás con tarugos que hacía de pies derechos para el apeo que se hincaban sobre
la propia plataforma fluvial que entiendo estaría sin cauce mayormente. Esta
modificación económica del puente con tableros de madera cabe pensar que
subsistió mucho tiempo pues deberemos de pensar que para luces aproximadas de
14 metros, el comportamiento de tablero de madera es bastante estable para las
cargas que por aquellos años pudiera sufrir el puente, básicamente carros,
grandes recuas de transporte, rebaños de animales o incluso los primero
automóviles que pudiera circular por esta calzada a principios del siglo XX.
La duda que siempre tendré
al respecto es si, dado que se trata de una vía que era camino real y luego
carretera de primer orden que comunicaba la capital del reino con Galicia y
Asturias, con la proliferación de vehículos a motor, no se decidiría
transformar nuestro tablero plano por algún sistema de vigas en celosía de
madera de los tipos señalados anteriormente, estructuras fuertes, relativamente
económicas y prácticas o bien, por auténticas vigas de hierro forjado o dulce,
muy generalizadas en todo nuestro territorio en el último tercio del siglo XIX
o principios del siglo XX.
Características actuales de
la obra. Independientemente de los materiales originales
del tablero de este puente, lo cierto es que a partir de los años 30 del siglo
XX siguiendo las nuevas normativas de obras públicas por las que se recomendaba
sustituir todas las vigas de celosía en hierro por otras de acero, ya fuere en
caminos de hierro así como en las de puentes carreteros, entra en lo posible
que se decidiera actuar en este sector del puente cambiando su tablero íntegro.
Nuestro sector tiene una
longitud aproximada de 76,60 metros más 10 metros de estribo en cabecera izquierda. Consta de 5 vanos adintelados con luces de 14,50+14,30+14+14+10 metros. Las 4 pilas intermedias tienen una
anchura de 1,80 metros, sensiblemente inferiores a las del resto del puente.
De la obra antigua aunque
también con matices parece que pudieran ser originales los basamentos y
arranques de las pilas, más largos que los fustes y donde se recrean pequeños
tajamares-espolones semejantes a los del sector clasicista aunque con moldura
perimetral del que carecen los anteriores. Afloran más o menos visible unas
tres hiladas en estas pilas con aparejo en sillería de buena factura y
cualidades de la piedra semejantes a las del resto de la obra de fábrica. En
este caso, las pilas carecen de pilastras hasta coronación salvo la que conecta
con el puente clasicista ya descrita en ese sector y que pudiera pertenecer a
la actuación para este puente ya que también en el estribo se utiliza el
recurso de incorporar placas de granito a modo de aristones.
Respecto al material
metálico pues señalar que se trata de 5 secciones de viga en celosía con
cruzamientos del tipo Cruz de San Andrés en tablero superior con una longitud
aproximada de entre 14,50 y 10 metros según luces de los vanos y que se construyen en acero laminado
conformando perfiles de diferentes secciones aunque predomina la T invertida y
la L de variado calibre y longitud. La
base de su armadura se compone de 2x2 cordones o largueros con perfiles en T
formando bastidores que se afirman con diagonales a base de perfiles angulares
formando cruces de San Andrés y que constituyen el alma llena de la estructura.
El arriostramientos entre cordones se hace en su parte superior por medio de
traviesas de sección en doble T (unión de angulares de mayor sección) y otras jácenas
longitudinales que crean cuarterones bien cohesionados y firmes sobre los que
se depositan las planchas de acero que conformarán la primera solera o
cubierta. Los cordones inferiores se arriostran por medio de perfiles en T
invertida asociados a otros que forman cruces de San Andrés bien anudados por
medio de chapas en las zonas de cruzamiento. La estructura se completa en su
parte superior con chapas de acero en vuelo para dar mayor anchura al tablero y
que en este caso, se apoyan en tornapuntas fijados a los palastros verticales
que forman los bastidores.
En estas estructuras lo más
llamativo es el sistema de cosido de todos los elementos y articulaciones , ya
sean perfiles así como láminas de acero. La obra se consolida con un meticuloso
roblonado normalmente remachado en caliente que va fijando todas las piezas de
este puzle, bien directamente sobre el perfil o por medio de chapas,
cartabones, platabandas, cartelas, forros o cubrejuntas de variada geometría
que adaptada a los diferentes perfiles y viguetas, se consolida por medio de
estos roblones y pernos de menor calibre debidamente remachados. También
dispone de caños verticales para los correspondientes desagües de la calzada.
En cubierta se forma la
calzada a base de una solera de hormigón y recrecidos asfálticos muy
deteriorados y en bordes se conforman dos aceras a base de losas de hormigón
que descansan en los voladizos de chapa de acero. Dispone de barandillas de
tubo de acero longitudinal y barras de sección rectangular asociadas a estos
tubos y todo ello hincado en los bordes de las impostas del puente. Como nota
peculiar señalar que en este sector se incorporaron una serie de biondas de
acero cincado como protección de las minúsculas aceras, en muy mal estado y que
se deberían de eliminar de un puente histórico. La cabecera de este sector se
abocina en forma cuadrangular y en su arranque figuran las señales de tráfico
que indican preferencia de paso para el sentido contrario y prohibición del
cruce para vehículos con MMA superior a 30 toneladas.
Su estado de mantenimiento
parece bueno con los lienzos de piedra en pilas perfectos aunque se han tapados
gran parte de los huecos de mechinales. También el acero de las vigas se
encuentra en buen estado, con poca oxidación. Es en la cubierta donde
convendría actuar con un nuevo firme, repintado de barandillas y arreglos en el
último pretil (aguas arriba en pila que conecta con el otro sector) con deterioros
por impactos en su zona alta). También sería deseable que las plantaciones de
chopos se retiraran 20 y 30 metros para conseguir una visión más amplia del
conjunto de la obra.
Para los apartado
"saber más del asunto" así de "cómo llegar" me remito a lo
descrito en la entrada para el Puente Medieval y para el Puente Mayor.
Detalle de las secciones del puente y longitudes.
Información de estos puentes en la medianía del tablero.
Entrada al puente por cabecera izquierda. Foto de fecha 02.06.2012
Vista de este sector del puente desde la autovía A-6 en tomas de fecha 15.05.2015
Tanda de fotos de fecha 15.06.2016
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