domingo, 19 de agosto de 2018

PUENTE DEL AHORCADO. León

PUENTE DEL AHORCADO SOBRE EL RÍO CURUEÑO.

 Valdelugueros. León
LE-321 PK 27




Continuamos la ruta del valle y hoces que ha ido moldeando el río Curueño a lo largo de millones de años. Históricamente, de los tres concejos de la comarca de Los Argüellos, estaríamos situados en el llamado de Valdelugueros que se comunica con Asturias (Concejo de Aller) por medio de la legendaria "Calzada de Vegarada". Ya hemos comentado que, independientemente de lo que se definió como calzada de origen romano o tardorromano, existían otras vías auxiliares que se ramificaban por estos valles, unas veces para salvar la imposibilidad de continuar por los cañones del propio río y en otras ocasiones porque comunicaban con lugares o pueblucos cercanos.

En general y antes de que se decidiera ensanchar y adecentar esta carretera provincial, más o menos, desde mediados del siglo XIX hasta entrado ya el siglo XX, estos caminos montañeses del entorno de Valdeteja y Vegarada eran ciertamente estrechos, duros y peligrosos por donde era raro o poco habitual que se desplazaran vehículos de ruedas. Ya Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX, nos comenta que lo más corriente en estos lugares era desplazar las cargas por medio de carretas sin ruedas, denominados porcados, bien para acarrear leñas o cosechas por la imposibilidad de utilizar la rueda pues eran parajes agrestes donde los carros de rueda lo normal es que se despeñaran, independientemente de que casi la mitad del año, veredas y caminos solían estar cubiertos de nieve o hielo lo que también dificultaba el movimiento de este tipo de semovientes.

Pasado el puente de Valdepiélago y en sentido creciente, hacia el PK 24 nuestra carretera alcanza el pueblo de Nocedo que tiene un puentecillo que cruza el Curueño para acceder a su casco viejo. Debió de disponer de algún paso de madera durante muchos años que se sustituiría por otro de hierro, habitual en los tramos de carreteras de tercer orden en época decimonónica y actualmente la puente está realizada a base de vigas y estribos de hormigón con dos vanos adintelados y cubierta bien empedrada a base de mampuesto y adoquín. Tiene en la cabecera derecha un pequeño monumento con un león y el guarismo 1.993, entiendo que es la fecha en la que se debió de renovar el firme del mismo. Cauce muy cuidado, con muretes de protección y hasta una escalinata por la que se accede al lecho del río.

Más adelante, en torno al PK 25  nos encontramos con otras dos obras pontoneras de hormigón que dan servicio a las instalaciones del canal de derivación hacia el pantano del Porma y otra obra interesante en estos parajes, no visible desde la carretera pero que formaba parte de una variante de la Calzada de Vegarada, por la margen izquierda del Curueño es el Pontón sobre el Arroyo Valdenuciello, al sur del antiguo lugar de Villarrasil (Arenillas lo sitúa entre Caldas de Nocedo y Cueto Ancino) al que también se le adjudica factura romana. Este camino carretero que discurre parejo el Arroyo Valdenuciello llegaba al lugar de Oville y más adelante al pueblo de Remellén, donde existía conexión con la cuenca del río Porma y con otro camino real secundario que es la actual carretera provincial LE-331. Más o menos desde este punto se inicia el paraje conocido como Las Hoces de Valdeteja.

Antes de llegar a Tolibia de Abajo, aproximadamente en el PK 27 de esta calzada, nos encontraremos con el mítico o fabuloso Puente del Ahorcado, también llamado de Los Verdugos y situado en el lugar de Valdeteja, entrada por el sur al término municipal de Valdelugueros. Al parecer, en tiempos medievales allí ejercían justicia los jueces de la Tercia de Arbolio en representación real y si procedía, se le ajusticiaba al reo en tal lugar, hiciera frío o calor. Me recuerda el tema al precioso y famoso Puente del Perdón sobre el río Lozoya en la Comunidad de Madrid.

Me permito copiar parte del texto de uno de los carteles clavados junto al puente que ha puesto el propio Municipio de Valdelugueros y que es muy ilustrativo de lo que representan los puentes de La Vegarada a nivel histórico o turístico y también, de paso, quién fue el culpable de la polémica rehabilitación de este obra civil: [...] A lo largo de esta andadura, que alcanza los 20 kilómetros, se ofrecen a los ojos las múltiples bellezas del territorio. Este municipio, anclado en la cabecera del Curueño, acumula parajes bravíos, laberintos de caliza, vegas abundosas y pueblos con enseñas de armas pintar. Sorprendentes rincones se asientan a lo largo de la antiquísima Calzada de la Vegarada que fue sendero de pastores y peregrinos, vía romana, camino real y ruta de arrieros..., para ser , actualmente y junto con los puentes que la sirvieron, un auténtico eje vertebrador. La omnipresencia de los pasos que tejen y destejen el río es la mejor seña de identidad del municipio. Por ello, este Consistorio de Valdelugueros ha procedido a rehabilitar los más valiosos, en el respeto de su construcción original y con los canteros de la zona. Así, inventariamos aquí un total de 8 puentes de extrema longevidad (romanos y medievales) para goce y asombro de nuestros ojos. Otros han desaparecido por la acción de la guerra, el desgaste del tiempo o la obra humana. Todos los conservados son de singular belleza .../... y algunos están hoy fuera de las rutas de paso, en el silencio melancólico de parajes deshabitados [...]

Características actuales de la obra: Se trata de una obra pontonera con una longitud de 28 metros (16+12) con un tablero a dos aguas excéntrico con respecto a clave de su único arco. La anchura total del tablero es de 2,60 metros, libres para calzada 2 metros y 30x2 centímetros para pretiles. Dispone de un bello arco en trayectoria de medio círculo con una luz de 14,75 metros y altura hasta lámina de aguas de 9,40 metros.

La bóveda es excepcional, realizada con dovelas de perfecta labra y disposición y en boquillas se aprecia bien este trabajo, con piezas canteadas de 60x20 centímetros de alto por ancho y tizones variados para mejor engarce con las roscas interiores. Los apoyos se producen en basas firmes de roca madre y prolongados estribos que se pierden en los taludes profundos de las márgenes. Fijándome en paramentos de aguas arriba -lo más original de la obra- se observan lienzos prácticamente de mampostería de tamaño mediano de piedra caliza con fuerte componente de viejo mortero, aunque difícil de apreciar por el exceso de líquenes. Puede que recientemente, se haya reforzado la fábrica con un nuevo llagado de cemento gris, mimético con el color de esta caliza. También aparece un tajamar en cuña en estribo derecho construido en hormigón y chapado con losas de hormigón prefabricado, solución aberrante pero que puede quedar discretamente si crecen los arbustos aledaños y lo tapan. Lo que verdaderamente ha generado polémica es la actuación de rehabilitación de esta obra civil en cara aguas abajo. A juzgar por fotos antiguas, lo que le había ocurrido era que perdía paramento de mampostería, especialmente en cabecera izquierda, aproximadamente unos 8 metros en rasante que disminuía a medida que se descendía en el muro. En cabecera derecha -lado carretera- puede que también perdiera piezas pero en ambos casos, se aprecia que el relleno interior se mantenía y la solución más fácil y respetuosa hubiera sido recoger los mampuestos del cauce y reponerlos, independientemente de que consolidara el mortero interior con barras de acero y hormigón (ya no es un puente carretero en uso). Ciertamente, resulta discutible la solución dada a esta obra: Imagino que se rellena con hormigón el interior de las zonas de desprendimientos y se forra a base de losas de hormigón armado prefabricadas en una especie de solado para construcciones fabriles o zócalos en naves con humedades pero lejos de lo que debiera hacerse en una obra civil histórica. No me gusta el arbolado pegado a los puentes pero es este caso, espero que medren algunos chupones de chopos y terminen tapando estos paramentos tan modernos. Añadir otra especie de espolón en cuña pegado al estribo izquierdo y otra pantalla de refuerzo del mismo material en estribo derecho, todo ello, como decía, en lado aguas abajo del puente.

En cubierta también es controvertida la solución llevada a cabo: perfectamente se podría haber hecho una cubierta a base de canto rodado, rajuela  o mampuestos que le hubieren dado una pátina de obra medieval; se podrían haber puesto adoquines de caliza de las rocas del lugar pero no, era más bonito y bastante más económico colocar un firme a base de adoquín falso de prefabricados de cemento. Cuando en el panel del Ayuntamiento se ensalza la labor de los canteros de la zona, yo me pregunto qué es lo que han canteado en este puente pues todo es falso o prefabricado. Siguiendo con la cubierta, también me sorprende -según observo en fotos antiguas de este puente- que en vez de mantener toda la longitud de los pretiles (aunque no fueran tardorromanos, eran antiguos, me imagino), en la rehabilitación se ponen -cómo no- las típicas barandillas metálicas en las que se empotran, sí, efectivamente, se empotran las pocas unidades de los viejos pretiles de caliza, situados en cabecera izquierda aguas arriba y se prescinde de recolocar otros varios que se observan en viejas fotos.

Cabe pensar que a lo largo de su vida útil, esta estructura habrá sufrido variadas rehabilitaciones aunque de las documentadas sólo hace referencia Aramburu-Zabala a las que conciernen al Valle de Valdelugueros en su camino hacia el Puerto de Vegarada, sin especificar puentes concretos y que tuvieron lugar en los años 1.573 y 1.650. Respecto a la última, la del hormigón de tipo medieval (?), se produjo en el año 2.002, prácticamente 17 años después de que ya señalara sus males Leonardo Fernández Troyano en el trabajo titulado "El patrimonio histórico de las obras públicas y su conservación: los puentes", publicado en la Revista del CSIC Informes de la Construcción, volumen 37, número 375 de noviembre de 1.985 donde, en el apartado de puentes en mal estado, informa lo siguiente de esta obra civil: Dispone de un arco muy perfecto de 15,80 metros de luz en el que se ha caído el muro del tímpano de aguas abajo margen izquierda. El relleno se va vaciando pues no tiene consistencia y terminará quedando el semiarco exento, situación de carga que probablemente no resistirá el arco. Es necesario rehacer urgentemente el tímpano. A juzgar por algunas de sus opiniones sobre restauración en el artículo que menciono, sin duda, que se habrá quedado muy sorprendido al conocer la solución aplicada a esta obra histórica. 

Su estado actual -obviando la restauración- es bueno aunque debería eliminarse los árboles que crecen junto a sus arranques y las matas y hierbas que medran en cabeceras y firme. Lo cierto es que este firme de adoquín no está bien cerrado en juntas y origina que se produzcan filtraciones de agua en extradós que terminan saliendo por la bóveda donde se aprecian muchas humedades recientes que terminaran dañando el dovelaje. Aunque no existe señalización en carretera del monumento, si hay un buen panel informativo de la obra y su entorno. En este punto y tras cruzar el puente se aprecian retazos de la vieja calzada romana o medieval, incluyendo empedrado, muros de contención en los desmontes y muretes o quitamiedos en el lado de las barrancas.No hay posibilidades de aparcar junto al puente y lo cierto es que tampoco costaba mucho hacer un desmonte con la maquinaria moderna y adaptar unos pocos metros cuadrados donde dejar el coche para visitar el puente.

Pasa saber más: El libro de referencia sobre el tema es el "Catálogo de los puentes de León anteriores a 1.936", obra auspiciada por JAFO y coordinada, entre otros, por Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro, editada por el CICCP-CEDEX en 1.988. Un trabajo anterior y al que se hace referencia en el citado Catálogo de puentes de León, es el titulado "La calzada romana del Puerto de Vegarada" obra de Miguel Arenillas Parra, José Vélez González y Manuel Rabanal Alonso que se publicó en la ROP del año 1978, tomo 3158. También se alude a esta obra en el libro "Historia del puente en España: Puentes romanos" de Carlos Fernández Casado, obra editada por el CSIC en 1.980 pero que en la edición nueva del año 2.008, apéndice II (páginas 478-479) recoge la información y fotos del trabajo de Arenillas et al. El propio Fernández Casado ya divulga estas obras en su artículo para la Revista del CSIC, Informes de la Construcción, volumen 32 número 317 de febrero 1980, páginas 91 y ss. con las mismas fotos que utilizó Arenillas. Existe un buen trabajo sobre el tema, donde se pone en duda el sempiterno origen romano de estas obras aunque valorando concienzudamente estas estructuras y los caminos antiguos de León que bajo el título "Caminos históricos de León" y editado por la Fundación Hullera Vasco-Leonesa llevaron a cabo Carlos Fernández Rodríguez y otros 7 autores más, coordinados por Gregoria Cavero Domínguez. También es interesante el trabajo que salió en la revista RE.CO.PA.R. número 12 de 2.016 de Ricardo Martínez (Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid) titulado "La calzada romano-medieval del Puerto de la Vegarada". En el libro "Tierra sobre el agua, Tomo I, página 101", Leonardo Fernández Troyano lo pone como ejemplo de puente con daños por la típica rotura de tímpanos debido al empuje de los rellenos y pone foto del incipiente deterioro de esta obra civil. También el propio Fernández Troyano lo cita en su trabajo titulado "Intervención en los puentes de piedra" editado en la Revista IT número 92 del año 2.011. El libro titulado "La arquitectura de puentes en Castilla y León entre 1.575 y 1.650", obra de Miguel Ángel Aramburu-Zabala Higuera, editado por la Junta de Castilla y León en 1.992 aporta las fechas de rehabilitaciones e intervenciones históricas en los puentes del valle de Valdelugueros. También lo trata el libro "Puentes singulares en Castilla y León" en su página 52, obra de Luis Grau Lobo, editada en el año 2.011 por el periódico El Mundo. La web de la CHD dedicada al Patrimonio Hidráulico del Duero también lo trata y pone fotos. La web municipal de Valdelugueros aporta la lista de puente antiguos de la calzada de La Vegarada aunque sin haber cambiado todavía los PK de la LE-321 donde se encuentran estos puentes. La web digitaldeleon también se ocupa de estos puentes y pone foto de éste, antes de su restauración. Lo mismo ocurre con la web vivaleon, leonnoticias, eldesordenordenado, el pdf de vegarada.net, Las rutas del Paraíso en la web Mancomunidad del Curueño y por fin, el Diario de León, de fecha 25.02.2011, que nos informa sin mucho detalle de cuando se produjeron las obras de rehabilitación de estos puentes de la Calzada de Vegarada. La ya citada Vegarada.net también hace inventario de estas obras y pone fotos. Un blog muy específico de puentes del Curueño es tolibiaybodon.En fin, no quiero abrumar a los lectores de esta entrada pero existen multitud de referencias al puente, a la calzada o a las rutas pedestres de la zona en internet, incluso algunos trabajos más técnicos o históricos de esta obra que sin duda, nos dan a entender la importancia que tiene la colección de obras pontoneras sobre el río Curueño. Ya quisieran para sí mismos, una dedicación tan abundante, los puentes de la Ribera del Cardós, los de la cuenca del río Ausín  o los de la cuenca del río Brullés en Villadiego o Sasamón, por poner unos humildes ejemplos. También es de interés el artículo de Luis Solera Selvi sobre los puentes históricos del río Curueño publicado en el periódico La Nueva Crónica de León con fecha 27.08.2018.

Cómo llegar: Nuestro puente se localiza en el PK 27 de la carretera provincial LE-321 al entrar en el municipio de Valdelugueros, visible a la derecha de la carretera en sentido creciente. Desde León se sale por la LE-20 buscando la N-621 hasta Ambasaguas de Curueño donde tomaremos la LE-321 desde su PK 0 hasta La Vecilla, lugar de desvío hacia la autonómica CL-626 que seguiremos hasta la estación para, de nuevo, seguir en dirección N por nuestra carretera desde el PK 19 recorriendo el Curueño hasta llegar al PK 27 de esta calzada y nuestro puente. No hay autovías cercanas pero otro itinerario lo marca la N-630 (Carretera de La Plata) que tomaremos en dirección N desde León hasta La Robla para seguir por la autonómica CL-626 dirección NE hasta la estación de La Vecilla de Curueño, donde, sin entrar en la localidad, tomaremos a la izquierda la LE-321 hasta destino.


Situación aproximada de nuestro puente en la LE-321


Mapa de la zona con la posición del Puente del Ahorcado.



Fotografía del puente tomada en 1.955 por Manuel Martín y que figura en el panel informativo de esta obra.



Dos fotografía tomadas hacia el año 1.978 del trabajo de Arenillas donde se observa el puente antes de su restauración y la calzada a la que da servicio.




Dibujo de alzado y planta de nuestro puente tomado del Catálogo de puentes de León anteriores a 1.936.




Dos fotografías tomadas entre los años 1.986 y 1.987 que se exhiben el el citado Catálogo de puentes de León.



Excelente fotografía con detalle de los daños del puente, probablemente de 1.985 y que adjunta Leonardo Fernández Troyano a su trabajo "Patrimonio histórico de las obras públicas y su conservación: Los Puentes", publicado en Informes de la Construcción, Revista CSIC, volumen 37, número 375 de noviembre de 1.985. Es la misma fotografía que utiliza en su tratado de puentes titulado "Tierra sobre el Agua". 




















Tanda de fotos de fecha 01.07.2017




Dos fotografías de la pavimentación de la calzada a la que da servicio nuestro puente. Tomas de fecha 01.07.2017





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