Término de SANTA LUCÍA DE GORDÓN. León
N-630 PK 107,800
En este periplo que llevó por las angosturas del río Bernesga buscando los puentes ferroviarios de la mítica línea León-Gijón y debido seguramente a las continuas revueltas del cauce entre los farallones calizos de la zona, los viejos caminos de carro y uña de caballo necesitaban de puentes para acceder a los diferentes lugares y aldeas del concejo de Gordón. No siempre era el cauce del Bernesga pues como ya he indicado existían pasos inferiores sobre arroyadas y regatos y sirva como ejemplo el del pontón carretero recientemente subido al blog y cercano al que ahora presento. Al parecer existían o quizás aún existen otros pontones ubicados en Vega de Gordón, uno de ellos sobre el Arroyo de la Hoz del Quintanar de dos bellos vanos con arcos muy interesantes pero que no logro cazar fotográficamente. Estos parajes al sur de Santa Lucía que ya describía Pío Cimadevilla en su trabajo titulado “Gordón Inmemorial” nos citan enclaves como el Pago de Los Ardiles, Peña de Castro, Peña de Las Baleas, Peña de la Cruz o el Pago de Falla, éste último intuyo que es ahora la zona recreativa donde se ubica nuestro puente.
El puente de Faya no parece relacionado con el diseño del nuevo sector del camino real (ahora N-630), proyectado a finales del siglo XVIII y terminado en 1830 que se desentendía del antiquísimo trayecto que desde La Pola de Gordón derivaba hacia Beberino y Buiza para volver a esta calzada a la altura de Villasimpliz por lo que ahora es la carretera vecinal CV-103-1 y otros caminos de tierra en un recorrido muy duro. Sí parece plausible que con el avance o renovación de calzadas y firmes en la zona en la segunda mitad del siglo XIX se acometiera la mejora en la red de caminos de tierra por los que se accedía a poblados y lugares del entorno como podían ser algunos de los pagos citados o pueblucos como Villardefrades, Rabanal de Fenar o incluso orillando la peña llegarse hasta Santa Lucia de Gordón y también en las comunicaciones a determinados pozos mineros. Este camino pasaba también bajo el arco de piedra del puente ferroviario.
La tipología e impronta de este puente es relativamente frecuente en otros pasos sobre el Bernesga en pueblos aledaños y estimo erróneo clasificarlos como puentes antiguos con vanos en bóveda. Cimadevilla, que prácticamente copia en el trabajo citado lo que ya informaba el libro “Catálogo de puentes de León anteriores a 1936”, desliza esa posibilidad de ‘viejo puente de arcos arruinados’ recompuesto posteriormente con tableros horizontales. Bien es cierto que, el puente común durante siglos, era el de estribos y alguna pila intermedia de fábrica, generalmente de mampostería o quizás algo de sillería como apoyos y un tablero de madera que podría llevar además petos o no según su utilidad.
Características actuales de la obra. Nuestro puente tiene una longitud total de aproximadamente 21 metros y un ancho regular de 4 metros entre cantos de tablero. Aunque en ese punto existe un talud más o menos pronunciado, los estribos se empotran en esa roca de margas y calizas sólidas e incluso se abren con discretas aletas y un refuerzo de larga manguardia en aguas arriba y margen derecha a base de grandes mampuestos aunque rústicos.
Lo que capta nuestra atención es la fábrica de estribos y la pila central que están placados con buena fábrica de sillería de gran volumen y sillarejo. La robusta pila tiene una anchura cercana a los 2,50 metros y sobresale del tablero debido a la incorporación de refuerzos como son el tajamar en cuña y el espolón en forma de pilastra de sección cuadrangular. Esta sillería casi ciclópea mantiene la horizontal en sus hiladas y está bien tallada y dispuesta aunque llama la atención su cara vista excesivamente grosera donde el estilo averrugado de cantería es tosco y en otros paños el picado de la bujarda también se acentúa. En las caras exteriores de estribos se observan rectificaciones en la fábrica debido a las diferentes actuaciones sobre el tablero con incorporación de variado mortero.
A mi modo de ver, originariamente la cubierta se componía de tablero de madera, probablemente de los robledales cercanos y que apoyarían en la pila central. Hay que considerar que las luces de los vanos son de 8,50/9 metros, distancia que perfectamente se salva con sencillos tablones de madera sin que peligre el tablero. En momentos en que la estructura se deterioraba da la sensación de que estos tablones se reforzaban con pies derechos o cerchas que se hincaban en los diferentes mechinales que existen en los bajos de estribos y pilas. En el dibujo que expongo como fotografía todavía subsiste el tablero con maderos o traviesas que probablemente ya se sustentaba sobre un armazón interior de largueros de madera o quizás viguetas de hierro. También disponía de barandillas ya que era preciso para la seguridad de pasos de ganado pues hay que tener en cuenta que este puente y otros de la zona eran utilizados en la trashumancia.
Parece razonable que la última actuación sobre el puente se haya realizado con el cambio de siglo, quizás a principios del año 2000 (la zona recreativa lleva fecha de 2006). Es un intervención agresiva con la vieja estructura que ha relativizado la posible antigüedad de esta obra y por tanto, ha eliminado su raigambre e historia convirtiendo el paso en un simple e irrelevante puente rural. Sobre 5 vigas de acero de sección en doble T y otros 4 embebidas en el hormigón se fraguan unas tongadas de hormigón en masa que componen el tablero. En cubierta se clavan unas sencillas barandillas de hierro ahora pintadas de negro y amarillo con apariencia de ser antiguas, del anterior puente. Su estado general es algo descuidado y se acentúa con una cutre tubería de aguas clavada a la imposta de aguas abajo que aún desmerece más su impronta viejuna.
El puente sigue en uso y admite el paso de vehículos ya que no existen señales de tráfico que pongan limitaciones a MMA o anchura de ejes. La zona recreativa parece un lugar interesante para gozar de la naturaleza y el paisaje que lo circunda. A nivel pontonero pues además de esta discreta obra tenemos al lado el bello puente ferroviario y su anejo carretero en fábrica de buena sillería y en el camino agrario el pontón de La Foy.
Las fuentes utilizadas son el “Catálogo de puentes de León anteriores a 1936”, obra auspiciada por José Antonio Fernández Ordoñez y coordinada por Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro, editada por el CICCP y el CEDEX-CEHOPU en Madrid en 1988, páginas 283/287. El trabajo de Pío Cimadevilla Sánchez titulado “Gordón Inmemorial” editado en la revista Tierras de León-Instituto Leonés de Cultura, tomo 42, números 118/119, año 2004, páginas 1/39.
Panorámica del valle de Faya junto a Santa Lucía de Gordón con el puente ferroviario y más al fondo nuestro puente carretero en fotografía realizada probablemente a finales de los años 20 del siglo XX. Se difundió en la página 95 de la revista "LEÓN, Órgano Oficial de la Asociación Centro Región Leonesa", número 92 de agosto/septiembre de 1930, editada en Buenos Aires.
Dibujos de alzado y planta con mediciones, probablemente realizado hacia el año 1986 que se exhibe en el libro "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936", obra editada por el CEDEX-CEHOPU en el año 1988.
Fotografía que exhibe el libro citado en la anterior toma (página 284) y que erróneamente cataloga como "Puente de Villasimpliz". Interesante imagen de este puente en toma probablemente realizada entre los años 1986/1987 donde aun cuando los caminos a los que da servicio parecen en uso la estructura con tablero de madera ya experimentaba cierto deterioro.
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