RÍA DE AVILÉS
CENTRO CULTURAL INTERNACIONAL ÓSCAR NIEMEYER
AVILÉS. Asturias
N-632a PK 98
Trasteando un día por esta ciudad me topé de
pronto, como no podía ser de otra manera, con este gran complejo arquitectónico
junto a la ría. Se imponía la modernidad sobre el vetusto urbanismo del casco
viejo de Avilés quizás simplemente como un hecho complementario. Huelgan las
comparaciones aunque siempre nos acordamos de la mutación en la ría de Bilbao
pero aquí, en menor escala, se ha intentado con cierto éxito la trasformación
de la zona, exhibiendo nueva edificación, modificando el entorno, aportando
limpieza y hasta belleza a esta parte de la ciudad.
Parece ser que la construcción del Centro Cultural
Internacional Óscar Niemeyer requería una entrada digna o fastuosa, quizás
impactante y aunque ya la tenía por medio del puente de hierro de San
Sebastián, se levanta una pasarela subsidiaria del anterior como canal
principal para acceder al Centro Cultural. Por cuestiones de cotas máximas e
inclinaciones para evitar rampas, se acepta el proyecto cuya pasarela expongo
aquí. Sólo dos salvedades: la primera, que para llevarlo a efecto en ese
preciso punto, se secciona frívolamente un viejo edificio industrial centenario.
No andamos boyantes de edificación portuaria por los desguaces y derribos que
se han llevado a cabo en toda nuestra geografía pero en Avilés, disponían de un
buen ejemplo de edificio o lonja modernista que, al menos exteriormente, se
mostraba bastante bien y en su interior todavía subsistía su estructura
metálica con cerchas roblonadas como viejo testigo de lo que fue la ingeniería
y arquitectura del hierro en época decimonónica o ya en el siglo XX,
modernista. La conocida Casa del Pescado fue diseño del arquitecto municipal
Antonio Alonso Jorge cuyo coste ascendió a 72.919.- pesetas y que se inauguró
en el año 1918. Al parecer, no se tuvo en cuenta su vida centenaria aunque
renqueante, y se decidió según el nuevo proyecto, seccionarla por medio para que
por ahí cruzara el tablero de esta pasarela-mirador. Ya, ya sé que como
compensación o para evitar ruborizarse por tal decisión, los responsables
-supongo que políticos- decidieron rehabilitar el cochambroso edificio con
cuidado y dedicación pero llevándose por medio parte de la nave y haciendo una
fusión con lo nuevo algo más que discutible. Otro favor que recibió el edificio
mutilado fue la de dedicarlo a Centro de Recepción de Visitantes del flamante
Centro Cultura.
La segunda salvedad que pongo al asunto es que
-independientemente de ubicar la pasarela en otro sitio, cosa factible- se
podría haber construido más mimética, difuminada entre arbolado y evitando las
gruesas vigas cajón de acero. A mi me encanta el acero corten y su mezcla con
maderas exóticas como la de ipé para los entarimados así como el acero
inoxidable y el cristal en petos pero en este caso, disminuye la impronta de la
Casa de Pescados y en cierto modo, intenta competir por contraste de líneas con
los edificios del Centro Niemeyer. He visto por ahí diferentes pasarelas con
tableros de mínimo canto en hormigón, supongo que postesado, con tonos blancos que hubieran
pasado desapercibidos en este entorno que aunque extenso, tiene por objeto su
focalización en el Centro Niemeyer, en la ría y en el azul marino del fondo.
También queda empequeñecido o como decía, subsidiario, el digno puente metálico
de viga en celosía sobre la ría, otro exponente más de nuestra incipiente
revolución industrial que ahora, pese a sus colorines y rehabilitación, no deja
de ser una estructura secundaria para el acceso al Centro cuando, desde mi
discreto punto de vista, debería ser por su propia antigüedad, el elemento de
obra civil primordial en los accesos al Centro Niemeyer. Soy consciente de que
el objeto de esta nueva pasarela era salvar las dos vías férreas con el
aliciente de crear dos espléndidos miradores, uno en cada cabecera, que
ciertamente son interesantes. La obra en sí misma es espléndida y se integra
bien en el amplio espacio de la Plaza del Pescado pero es una solución
discutible.
Características actuales de la obra.
Tiene una longitud
total de 305 metros incluyendo extremos y caminos de acceso siendo los
correspondientes a la pasarela sensu stricto de 188 metros. La anchura
regular es de 3 metros y en el viraje donde están los miradores el ancho llega
a 6,80 metros. Dispone de dos apoyos intermedios de sección cuadrada a base de
hormigones armado chapados con placas de granito actualmente muy manchados por
los churretones de óxido de la viga. El vuelo de las zonas de miradores llega a
los 32 metros. Las alturas desde rasante son de 7 metros sobre las vías del
ferrocarril, 4,55 metros sobre la plaza y de 2,95 metros sobre el acceso al
edificio. En este punto, la ría tiene una anchura aproximada de 51 metros y
nuestra pasarela vuela sobre este caudal unos 26 metros aportando cierta
ligereza o ingravidez a la estructura y permitiendo vistas hacia el Centro
Cultural muy interesantes además de abrirnos a la observación con más detalle del
vetusto puente de hierro. El tablero se compone de vigas cajón de acero corten.
Según datos de la
memoria se utilizaron 215 toneladas de acero corten, 800 metros lineales de
micropilote, 1150 metros lineales de anclaje de 7 hilos además de las traviesas
de madera de ipé o lapacho y un acristalamiento antivandálico que se fija en postes
y barandillas de acero inoxidable. El peto interior en rampas es también de
acero corten que en cada viraje se apoya en pilas del mismo material. El presupuesto ascendió a 3,4 millones de
euros. Las obras se iniciaron en diciembre de 2009 y según un cartel a pie de
obra parece que las ejecutó Dragados. Su inauguración de produjo en diciembre
del año 2011. El proyecto de la pasarela es obra del ICCP Raúl Escrivá Peyró
del estudio Opera Ingeniería. El de la transformación de la Casa de Pescados es
obra del arquitecto municipal del Ayuntamiento de Avilés Aitor López Galilea. Esta
nave se ha reconvertido en centro de recepción de visitantes al complejo de
Niemeyer y es también oficina de turismo.
Respecto al propio
Centro Cultura Internacional Óscar Niemeyer parece ser que es proyecto del
propio arquitecto que lo diseñó en el año 2006. Óscar Niemeyer Soares Filho
(1907-2012) fue un legendario arquitecto brasileño, premio Pritzker del año
1987, seguidor y promotor de ideas y recursos del mítico Le Corbusier, se
decantó por la utilización de hormigones armados en paramentos siempre curvos, sinuosos
y sensuales evitando en lo posible la línea recta, el ángulo agudo.
Precisamente por eso, me choca este nuevo diseño de la pasarela, excesivamente
angular y con muchas sombras que se contrapone a las curvas blancas del
edificio de Niemeyer al que presta servicio. Rizando el rizo o quizás
frivolizando sobre el asunto, hoy leo en la prensa la noticia del fallecimiento
de Paulo Mendes da Rocha (1928-2021), premio Pritzker del año 2006 y mítico
exponente de la otra escuela brasileña de arquitectura, la paulista, contemporáneo
de Niemeyer en arquitectura y docencia, marxistas ambos hasta la médula, como
este lobo, quizás ahora rojos desteñidos pero comprometidos socialmente y pienso
en cómo habría quedado un diseño de Mendes aquí en planos bruscos y austeros de
hormigón armado propios de su arquitectura brutalista que, al menos,
dialogarían con las sinuosas curvas trazadas por su colega Niemeyer. Conversación
o discusión estética sin límites de tiempo.
Para saber más. Existe un folleto en
PDF editado por el Ayuntamiento de Avilés que nos informa con cierto detalle de
estas obras y añade fotos, maquetas y dibujos de estos proyectos. También la
web institucional de turismo de esta ciudad. En la Wikipedia podemos
informarnos sobre Óscar Niemeyer y existe un anexo con sus obras. También la
Fundación Óscar Niemeyer. En Google View existe un pequeño recorrido por la
pasarela. El periódico El Comercio celebró los 100 años de la Casa del Pescado
en su edición de fecha 05.02.2018. Siempre es saludable airear la polémica o
discusión entre ingeniería y arquitectura que se viene celebrando desde época
decimonónica, bueno quizás desde los tiempos de Agustín de Betancourt y el proyectista
de esta pasarela, Raúl Escrivá, nos ilustra en la ROP del año 2015, número 3564
sobre este manido tema con un interesante y respetuoso artículo titulado “Arquitecto
o Ingeniero, dos caras de la misma moneda” donde se decanta por la pura y plena
colaboración entre ambas actividades. Respecto a Aitor López se puede leer una entrevista que se le hizo en el blog ConocerNiemeyer con fecha 21.01.2010.
Vieja fotografía de la Casa de Pescados en una toma de los años 20 del siglo XX que publicó el diario El Comercio en su edición de fecha 05.02.2018 celebrando su centenario.
Fotografía de la Casa de Pescados en un toma de 1980 realizada por Fuertes que exhibe el blog mas.lne.aquellaasturias y que presenta el edificio en aparente buen estado.
Tanda de fotos de fecha 23.02.2020
Puntos de vista de la maqueta de la pasarela y la intervención en la lonja de pescado. PDF editado por el Ayuntamiento de Avilés.
Fotografía del inicio de las obras y tomas cenitales de la obra terminada que exhibe un PDF editado por el Ayuntamiento de Avilés.
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