AVILÉS. Asturias
N-632a PK 98
Curioso paso sobre la ría que nos sirve también
como acceso al famoso Centro Cultural Óscar Niemeyer. Mi objetivo principal era
cazar la flamante pasarela-mirador de acero corten así como el vetusto Puente de San Sebastián pero, a lo lejos y desde la amplia zona del muelle de la
ribera derecha de la ría, observaba este otro paso cuya función original
ignoro; pudiera ser otro acceso más al Centro o bien un paso que utilizan tripulantes,
viajeros o turistas desde los pantanales de embarcaciones para cruzar al muelle.
Parece obra reciente y bien ejecutada. Tiene una
longitud de 68 metros, más amplia que la anchura de la ría porque se proyectó
oblicua al cauce. Su ancho medio es de 2,70 metros. Su tablero no es horizontal
salvo en la zona central, más elevado quizás para permitir el paso de algunas
embarcaciones de mayor altura y laterales en rampa. Tiene seis vanos
adintelados y se apoya en estribos de los propios diques de hormigón y cinco
pilas intermedias cilíndricas de hormigón armado. Parece una pasarela muy náutica
con firme a base de traviesas de madera y barandillas metálicas, quizás de
aluminio, semejantes al aspecto de muchos pantanales de puertos deportivos. No
tengo ni idea sobre el nombre de esta pasarela mixta a la que adjudico el
epíteto de Pasarela del Muelle. También ignoro si sustituye a alguna otra obra
más vieja de madera o metálica.
Ya que estaba por allí y debido a su rotunda presencia, no tuve más remedio que fotografiar el largo puente-viaducto que da servicio a la actual Avenida del Conde de Guadalhorce, variante de la antigua nacional por la que ahora se derivan bastantes tráficos evitando su paso por la Plaza del Pescado y zonas más céntricas como la propia Avenida del Muelle. Imagino que este largo puente fue el que creó más complicaciones al proyecto de la pasarela de Óscar Niemeyer e incluso al diseño más abierto de la plataforma del Centro Cultural. También minimiza la visión de conjunto del digno Puente de San Sebastián que queda constreñido bajo parte del tablero de este puente contemporáneo. Tiene una longitud aproximada de 216 metros que discurren desde su arranque en la ribera derecha de la ría, cruza el cauce en diagonal y se asocia en una suave curva a la ribera izquierda de la ría como vía independiente a la Avenida del Muelle. La anchura del tablero es de 12,50 metros que permite una circulación cruzada, arcenes, amplias aceras y petos de acero normalizados hincados en un zócalo de hormigón armado, probablemente más viejo. Lo cierto es que desde el tablero se obtiene buenas vistas del puente de San Sebastián y de la Pasarela de Óscar Niemeyer. Como también ignoro si este paso tiene nombre le adjudico el de Puente del Conde de Guadalhorce, personaje controvertido y faccioso pero que indudablemente en su época como Ministro de Fomento del Directorio de Primo de Rivera supo revolucionar la obra pública imprimiendo un empuje poco común a lo que era habitual en tiempos pasados. Se llamaba Rafael Benjumea Burín y fue, además de político y gran hacendado, un competente ingeniero de caminos que puso en marcha -entre otras iniciativas- el proyecto CNFE (Circuito Nacional de Firmes Especiales), germen y modernidad de nuestras red de carreteras actuales.
Respecto a esta vía siempre me ha llamado la
atención que figure un hito kilométrico asignado a la N-633 PK 0. Sin duda es
una carretera estratégica de poco más de dos kilómetros hasta la salida de la
ría y puerto industrial que administra el Estado pero que crea confusión por duplicidad con la
matrícula de otra carretera nacional semejante en longitud que une Bilbao con
el Aireportua de Loiu que también es N-633 y que administra el Estado. En fin,
incógnitas.
Tanda de fotos de fecha 23.02.2020 desde la margen derecha de la ría.
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