PUENTE SOBRE EL RÍO IZARILLA
LÍNEA FFCC MADRID A SANTANDER PK 410,090
MATAMOROSA. T.M. Campo del Medio. Cantabria
N-611 PK 135 A-67 PK 131,400
Entre las obras pontoneras de la mítica línea
"Ferro-carril de Isabel II" que todavía subsisten con su impronta
original destaca este puente sobre el río Izarilla en las proximidades de
Matamorosa, término municipal de Campoo de Enmedio. Probablemente se
debió de levantar entre los años 1852 y 1856 y cobra importancia debido a que
lo documentó en fotografía el ingeniero inglés William Atkinson cuando iba
haciendo tomas de la evolución de este ferrocarril y cuya imagen se conserva en
la actualidad. Esta instantánea en unión de otras 85 forman parte del álbum que
la compañía que construyó esta línea obsequió a la reina Isabel II cuando se
inauguró el trayecto hasta Santander en fecha 21.03.1857.
El proyecto original contemplaba una serie de puentes
con viga de hierro en celosía, otros en fábrica de sillería -entre los que se
encuentra éste- y multitud de pasos superiores, pontones y alcantarillas,
generalmente construidos en piedra y con la cualidad de ser muy robustos al
disponer de fuertes estribos y aletas para evitar la erosión, desgaste o
descalce de los puntos de apoyo. Algunos han sufrido drásticas modificaciones
incorporando tableros de losas o vigas de hormigón armado o sustituyendo los
vanos adintelados del vigamen de hierro por otros a base de bóvedas en arco
levantadas en hormigón en masa o armado pero ciertamente, lo que consideramos
obras menores, con pocas luces pero originales, apenas se han reformado
manteniendo su impronta original bastante fiel.
Características actuales de la obra. Se trata de un puente con una longitud aproximada de
82 metros incluyendo los estribos que se empotran en los taludes de roca madre
de las márgenes del río Izarilla. La anchura regular es de 10 metros y dispone
de 4 vanos en geometría de arcos ligeramente escarzanos con luces de 10 metros
cada uno. Los apoyos se producen en potentes estribos placados en sillería de
caliza y tres pilas intermedias de canto redondeado que hacen la función de
tajamar-espolón para recoger mejor las aguas del cauce y evitar remolinos que
erosionen las basas de estas pilas.
Una de las características especiales de esta obra
civil, semejante a la de otros puentes de la línea es su trayectoria
acentuadamente esviada con respecto a la perpendicular del cauce, normalmente
para hacer la curva del trayecto más abierta, pero manteniendo la construcción
de las pilas en sentido perpendicular a las aguas. La disposición recta de
estas pilas-tabique contrasta con el esviaje pronunciado de las bóvedas lo cual
obligaba a los constructores a emplear una excelente técnica de montea o
estereotomía de los sillares y dovelas que se iban disponiendo en la estructura
hasta su terminación. La calidad de la obra chapada en piedra es inmejorable y
ello se debe a la gran profesionalidad de canteros, alarifes y peones que
trabajaron en la línea ferroviaria, construyendo multitud de obras de fábrica
de gran calidad.
En este caso, destaca la factura de la sillería:
excelente disposición, volumetría regular y buen asiendo de las hiladas de las
aletas, con cara vista picada que otorga cierto relieve a la obra. Los estribos
con refuerzos de dos pilastras en cada lado que también forman parte de los
detalles decorativos de la estructura, construidos con piezas de mayor tamaño
pero bien asentadas y guardando su horizontalidad, disponen de cara vista
también picada con bujarda grande para darle cierto relieve. En la medianía de
estas pilastras se incorpora una platabanda o moldura en relieve como otro
signo de la buena elaboración de la fábrica. Las pilas, soberbiamente ejecutas,
disponen de sombreretes curvos como protección de los salientes extremos que
hacen de tajamares-espolones y un listel o imposta que recoge las bóvedas. Las
zonas de tímpanos se placan con sillarejo de buena talla y disposición,
aglutinados con finas capas de mortero de cal apenas perceptible. Pero lo que
destaca sobremanera es la construcción de las bóvedas. Exteriormente forman
arcos abiertos pero al forzar los intradós para adaptarlos a la perpendicular
de las pilas se forman elipses para cuya construcción se recurre a una perfecta
labor de cantería que va disponiendo las roscas debidamente contrapeadas en
disposición oblicua para apoyar en el cenit de las pilas. Exteriormente, las
boquillas del dovelaje, de gran calidad, perfecta talla y muchas de ellas con
forma pentagonal se van uniendo a los paños de sillería de los tímpanos en
inmejorable conjunción según marcaba el sistema llamado "a
montacaballo" de la cantería tradicional que se aplicó con habitualidad en
la ingeniería pontonera ferroviaria durante bastante tiempo. Cierra el conjunto
una gruesa imposta en relieve de piedra en ambas caras del puente que ayuda a
soportar los pesados pretiles del mismo material. En el interior del tablero se
disponen los carriles de acero, el balasto y las torres de acero de la
catenaria. Con la modernización del material fijo, durante el año 2016, se
cambiaron las traviesas de hormigón, se reformó la catenaria, se dotó de otras
capas de balasto y se incorporaron barandillas de acero pintadas de verde que
se fijan en los antiguos pretiles.
A pocos metros de este precioso puente sobre el río
Izarilla también se levanto un paso superior ferroviario sobre el antiguo
camino real, ahora carretera nacional N-611, aproximadamente en el PK 135,500.
Da la impresión de que originariamente tendría un tablero a base de viga en
celosía del tipo Town, semejante a otras obras de la línea, que pudo ser de
hierro dulce o quizás, de madera. De la obra original han quedado los potentes
pretiles construidos con buena sillería de gran volumen, bien canteada y cara
vista ligeramente picada en hiladas regulares y plenamente horizontales. La
obra original se refuerza con espléndidas aletas, ligeramente oblicuas de buena
factura y donde se añade un plus decorativo al cerrarlas con una imposta
sobresaliente de piedra caliza y buena cantería. Otra singularidad en la
fábrica de estos pontones es la perfecta conjunción de la piedra en los ángulos
que forman sus diferentes relieves. En este caso, existen dos retranqueos en
los muros, uno es el de los estribos y otro la unión con las aletas. En ambos
casos, existe un contrapeado de piezas para su mejor agarre y fijación del
placado de sillería, evitando el corrimiento de estos paños o las grietas. La
unión, al menos en muchas piezas de sillería, se logra por medio de sillares
labrados que no son poliedros de seis caras (paralelepípedos) sino que se
tallan piezas de sección en L y duplicando sus caras, que debidamente
imbricadas con los sillares regulares, otorgan mayor firmeza a la unión de los
diferentes paños. En fin, se trata de un discreto puente pero que tiene un
trabajo canteríl de gran perfección.
El tablero original de celosía se debió de sustituir
en los años 60/70 del siglo XX por otro sencillo probablemente de vigas de
hormigón armado y más modernamente por otro con una gruesa losa de hormigón
armado y aletas oblicuas del tipo artesa que apoya en nuevos plintos del mismo
material que han servido también para elevar el gálibo de la obra hasta los
4,70 metros. Para reafirmar los muros interiores de los estribos en su parte
superior se hicieron taladros para introducir 9 bulones de acero en cada lado
con tapa de chapa de acero y rosca que evitan el posible desplome de estos
muros. La longitud del puente es de 10,20 metros y la anchura del tablero de 7
metros. Se halla muy comprimido por el volumen que ejercen los pasos superiores
de la autovía A-67, prácticamente pegados a este obra.
Para saber más. Me remito al extenso artículo sobre la historia de esta línea
ferroviaria que se puede leer en la entrada para el Puente de Alar del Rey
sobre el Canal de Castilla, primera obra pontonera de esta mítica línea de
ferrocarril y donde se citan diferentes fuentes para conocer la historia y
evolución de la misma. También en esa entrada existen enlaces a otras muchas
obras de este trayecto de ferrocarril. En la Wikipedia se pueden consultar
datos sobre las localidades cercanas a esta obra civil, concretamente
Matamorosa, Campoo de Enmedio o Celada.
Cómo llegar. El Puente sobre el Izarilla se encuentra próximo a la carretera
nacional N-611 por la que deberemos seguir hasta su PK 135 donde podremos coger
un camino carretero sin señalizar hacia Bolmir que junto al cauce del río nos
llevara hasta el puente. Respecto al paso superior decir que da servicio a la
carretera nacional N-611, aproximadamente en su PK 135,500, también llamada
Calle Real que accede al pueblo de Matamorosa. Si circulamos por la autovía
A-67 tomaremos la salida 133 para continuar por la autonómica CA-730 que cruza
el río Izarilla para seguir en dirección sur por la Calle Real hasta este
puente o el del río Izarilla.
Imagen del puente después de su construcción. Serie de fotografías que hizo el ingeniero William Atkinson entre los años 1855 y 1857 de las obras civiles de la línea ferroviaria Alar-Santander.
Tanda de fotos de fecha 08.08.2013
Visión del puente desde la autovía A-67 en toma de fecha 27.04.2019
Tomas de este puente desde la autovía A-67 en fecha 31.07.2020
PASO SUPERIOR SOBRE EL CAMINO REAL. ACTUAL N-611 PK 135,500
LÍNEA FFCC MADRID-SANTANDER PK 408,237
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