sábado, 20 de julio de 2019

PUENTE VIEJO DE SOPEÑA DE CARNEROS. León

PUENTE VIEJO SOBRE EL RÍO TUERTO
SOPEÑA DE CARNEROS. León
LE-451 PK 3,550 Y LE-6410 PK 5,05



Aunque la joya de la corona pontonera de este puebluco es su puente arco bow-string de acero dignamente recuperado por el clamor popular y como reacción ante la desidia o el mutismo de una Administración de la Junta miope con respecto a al patrimonio industrial y de obra civil que atesora su propio territorio, debo reconocer que allí que me fui con intención de cazar esa estructura metálica realmente interesante. Trasteando por la zona y las orillas del río Tuerto me di de bruces con una obra pontonera totalmente diferente; la que muestro e incorporo a este blog.

Los pocos rastros documentales sobre puentes en este pueblo, cuyas fuentes ya reflejé en el Puente de Hierro, hablan de un viejo y sólido puente de madera que, al menos, estaba en uso a mediados del siglo XIX. No creo que haya dudas si afirmo que se referían a esta obra civil. Su ubicación es muy elocuente ya que se observa que daba servicio a las dos calzadas de Sopeña. La provincial LE-451 que desde antiguo fue un camino de carreteros maragato que desde Astorga y con trayectoria N pasaba por estos andurriales y continuaba hacia Las Asturias y un camino carretero menor o de "uña de caballo" que, evitando Astorga y desde San Justo de la Vega, enlazaba con la LE-451 precisamente cruzando el río Tuerto por este puente que también llevaba aparejado durante siglos probablemente, un vado natural, como todavía se puede apreciar, prácticamente pegado al puente en aguas arriba. Dada la fragilidad de muchos de estos puentes de madera ante potentes avenidas del río, entendemos que durante muchos periodos permanecería averiado o inservible por lo que era muy necesario un punto o vado por donde pudieran cruzar, al menos con aguas someras, carros, jinetes y ganados.

Su origen es difícil de precisar aunque entendemos que se construiría a raíz del colapso de un viejo puente de piedra que algunos historiadores citan en el entorno, hecho que pudo ocurrir en cualquier momento aunque por su posible rusticidad y fragilidad pudiera ser en los inicios de la Edad Moderna y como decía, para dar servicio al influyente patronado de carreteros maragatos. Entiendo que permanecería de madera, incluyendo pilas durante siglos y con arreglos puntuales según las correspondientes ruinas por las riadas. Parece plausible que durante el Clasicismo, momento en que se arreglan muchas calzadas y puentes en el ámbito peninsular, se decidiera acometer una reconstrucción más sólida, a base de estribos de fábrica más elevados, incorporación de pilas sólidas de piedra y tirando un tablero de madera al uso, muy común en las comunicaciones rurales.

Aunque lo desconozco pero por las características y escotaduras en estribos y pilas, pudiera ser posible que un viejo tablero de madera se sustituyera a mediados del siglo XIX por otro de vigas en madera con cruzamientos del sistema Pratt, un tipo de viga muy utilizado por Obras Públicas en aquellos tiempos. Por el contrario y dado que el puente metálico ya se proyectó desde principios del siglo XX, no creo que este puente haya dispuesto nunca de un vigamen de hierro o acero.

Características actuales de la obra. Se trata de un puente con una longitud de 61 metros incluyendo estribos. El ancho de calzada es de aproximadamente 4,28 metros, sin viales peatonales, exclusivamente para cruces alternativos de vehículos aunque no existe -según he comprobado- señalización de preferencia de paso o limitaciones por MMA. Dispone de 6 vanos adintelados con luces semejantes de 8 metros.

Las huellas más antiguas en cuanto a su fábrica se pueden apreciar en los estribos, donde subsiste un variado aparejo con mezcla de buen sillar de caliza en zonas bajas y especialmente en la calidad de los esquinazos o aristones, a base de excelente cantería redondeando las piezas, el picado en cara vista y en su buena disposición y colocación. Originariamente, la rasante del tablero era a menor cota y ello se observa al comprobar el chapado o cara vista de estos estribos que se han completado con mampostería rústica a base de piedra esquistosa y caliza de gran tamaño y dispuesta con mucho mortero para su mejor fijación. Entiendo que la baja flecha original (altura desde rasante de tablero hasta lámina de aguas) y por lo tanto, la menor capacidad de desalojo de caudales ante crecidas, originaba que el efecto barrera de la propia estructura incidiera en que las grandes avenidas rebasaran el tablero ocasionado la ruina o barrido de toda la estructura de madera ya fuere el tablero así como los petos, si los tuvo alguna vez o la hipotética viga Pratt.

Este recrecido en altura de la estructura también parece visible en las pilas intermedias donde subsisten los cantos redondeados de buena piedra (tajamares y espolones) mientras que los rellenos interiores se hacen con mampuestos rústicos y en un acabado grosero. Sobre pilas y estribos también existe una imposta de piedra en buena talla sobre la que ahora apoya el vigamen de hormigón.

La drástica modificación de la estructura pudiera haberse producido por algún colapso del puente en los años 40 del siglo XX. Se añaden terraplenes en ambas cabeceras a base de hormigonados en masa, incluso creo que se ensanchan estribos y pilas, reutilizando deficientemente la sillería original que tenía cierta calidad. Se dispone un tablero a base de 2 vigas longitudinales de sección cuadrada adosadas a aletas curvas que en su interior forman bóveda a base de hormigón armado y encofrados in situ, tal como se observa en la actualidad. Se conforman los pesados pretiles de cabeceras a base de hormigón y en los restantes pretiles intermedios se busca el apoyo sobre pilas por medio de unos plintos también en hormigón; se adornan las cabeceras de pilas con sombreretes semicónicos también en hormigón en masa y se colocan los petos a base de postes de hierro fijados en los cantos de las aletas de las vigas que disponen de pasadores por los que se despliegan tres cordones cilíndricos de hierro que hacen de petos o barandillas, en general, muy maltratados por el óxido e impactos de vehículos. Sobre la solera de hormigón armado se dispone una capa de aglomerado asfáltico muy desgastada y con huecos que permiten ver la propia losa. Dispone de un par de horribles farolas en cabeceras, de fuste en acero cincado pero sucias y sin mantenimiento y una serie de pértigas intermedias que sujetan en vuelo los cables eléctricos, composición o vestigios clásicos de la España Profunda que ignoran las autoridades administrativas y que nadie parece denunciar. También, en aguas abajo, cruza la estructura con apoyo en pilas una curiosa tubería con gran solera, de aquellas que se hacía en hierro fundido y que lleva grabado las iniciales de DMS, empresa de fundición o calderería que no he podido localizar. Lo cierto es que está en buen uso pues creo que lleva agua sanitaria y ciertamente es bella aunque ya debería de encontrarse en algún museo de patrimonio industrial y ser sustituida por una nueva, buscando la manera de ocultarla o pasarla por otro punto del cauce.

Se trata de un puente fundamental en las comunicaciones de este pueblo y su entorno y por lo que he podido apreciar en mi visita, tiene mucho tráfico. Aunque se aprecian arreglos en algunas partes del puente, especialmente fijaciones a base de morteros de cemento, de factura más reciente, se debería proceder a una renovación del mismo, con un buen asfaltado, arreglo de barandillas, sustitución de iluminación por otra más decente, eliminación de cableado y tuberías y control o regulación de paso con las señales de tráfico adecuadas. Dentro de sus características modestas, no deja de ser un ejemplo pontonero de transición entre lo que fueron aquellas obras míticas de tablero de madera o vigas en celosía a los de hormigón armado, en una evolución que duró aproximadamente un siglo.

También entiendo que, por su angostura, este puente suponga cierta dificultad al paso de peatones por lo que el propio vecindario o su Municipalidad, piense en algún momento en incorporar una pasarela para uso de peatones y ciclistas. Bien, que se haga, pero a más de 50 metros de este puente, evitando cualquier interferencia con la vieja obra y esto lo apunto en base a la aberrante solución que se dio en el puente de San Justo de La Vega sobre este mismo río, donde junto a un bello y esbelto puente decimonónico alguien sin escrúpulos -ya sean artísticos o ingenieriles- decidió adosar una cutre pasarela de acero, cosa que se pudo hacer a cierta distancia de la obra histórica pero que no se hizo.

Para cualquier otra información o acceso a la obra, consultar la entrada en este blog para el Puente de Hierro de Sopeña de Carneros.











































Tanda de fotos de fecha 26.06.2019




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