PUENTE DE OTO SOBRE EL BARRANCO DE SORROSAL
BROTO. Huesca
N-260a PK 477,700
Lo cierto es que, aunque se
llame Puente de Oto, se encuentra en la localidad del Broto, hacia la margen
derecha del río Ara donde, aproximadamente en 60 metros, desemboca en este río
el arroyo de Sorrosal sobre el que se eleva esta obra civil. Se le llama así
porque junto al puente, arranca hacia el sur la carreteruca que se dirige al
cercano pueblo de Oto.
Tampoco tengo datos de su proyecto, construcción y fechas de
realización o posibles rehabilitaciones, si las tuvo. Por lo que se observa en
fotografías antiguas, disponía de prácticamente toda la obra salvo el relleno
de extradós, firme y pretiles. Así habrá estado muchos años. Por su
configuración parece plausible que dispusiera de una bóveda menor en margen
izquierdo que acompañaría a ese sector de tablero inclinado y evitaría, como se
muestra en la actualidad, un zócalo o caída que impide su posible tránsito.
También la especie de pila y tajamar en aguas arriba que ahora presenta ese
corte pronunciado en ese lado, parece indicar que se acompañaba de una bóveda
menor por cuyo sector de tablero enlazaría con la rasante del viejo camino al que
daba servicio. Tampoco descarto que los restos de esa posible bóveda ya
arruinada y el correspondiente estribo hayan desaparecido con la agresiva
construcción del puente nuevo pues intuyo que molestarían a la nueva traza de
la obra. No entiendo muy bien ese afán de pegarse al viejo puente cuando parece
que existe terreno suficiente en zona de aguas abajo para haber diseñado el
camino y el puente unas decenas de metros separados de la obra vieja y así,
también podríamos ver y admirar el interesante puente decimonónico de tres
ojos.
Respecto al puente viejo se puede conjeturar que debió de tener una
longitud aproximada de 30 metros incluyendo estribos y muro de acompañamiento
en cabecera izquierda. Los resto actuales de tablero no miden más de 17 metros
y su anchura regular es de 2,40 metros.
Dispone de un bello vano con geometría de medio punto y luz de 14
metros. Se escolta en cabecera derecha con un estribo empotrado en el talud
rocoso del cauce y sobre un basamento natural de roca madre caliza del cauce,
debidamente aplanada como se observa en las fotografías evitando cimentaciones
artificiales. En cabecera derecha, más problemática, lo que queda de estructura
se apoya en la pila, protegida por un tajamar de sección en cuña que también
apoya en roca natural, desconociendo como sería su posible continuación hasta
estribo izquierdo.
Siempre llama la atención cualquier estructura pontonera cuando lo que
muestra acentuadamente es la geometría curva de su bóveda, exenta, sin otros
aditamentos y pensamos que se arruinará pronto. La mayoría de las veces, esos
arcos se han mantenido así durante cientos de años y si la bóveda está bien
hecha podría seguir levantada otros tantos siglos. Además, ya no recibe las
presiones de las cargas que produce el tráfico sobre el puente, motivo principal
de que subsistan.
Por lo que se puede observar de su fábrica, podemos decir que es un
buen trabajo. Los frentes, arranques de bóveda y lienzos del estribo
izquierdo-tajamar disponen exteriormente de buena cantería a base de piedra
caliza y esquistosa, trabajada en sillar y sillarejo de escuadría regular,
variado volumen pero bien dispuestas las piezas. Hacía tímpanos aparece algo de
mampostería. Es más profesional el
trabajo de bóveda y su unión con estribos. La sillería de las zonas bajas es de
tizón largo, contrapeando los sillares y en hiladas perfectamente horizontales.
Hacia la arcada se observa un dovelaje bien dispuesto, regular y adosado, con
mínimas juntas de mortero, trabajo que en boquillas o roscas externas de hace
evidente.
El tablero es a dos aguas y en la reciente restauración se han
completado las zonas de tímpanos con mampostería careada de caliza y esquisto,
en piezas alargadas, bien aglutinadas con mortero y que en sus frentes se
elevan para construir los pretiles del mismo material, que aunque bajos,
resultan pesados. También el tablero hacia cabecera izquierda se ha cerrado con
este tipo de muretes. Dispone de un firme a base de grandes losas oscuras,
quizás de pizarra, muy aglutinadas con mortero de cemento. Se entiende que en
esta rehabilitación se procedería a aislar el extradós de la bóveda y restos de
tablero para evitar filtraciones de agua así como la limpieza del intradós pues
no se observan tantas costras de calcificaciones como en otros puentes de la
zona. También se reafirmarían piezas sueltas de los muros y limpieza de matojos
y hierbas que medran en sus muros aunque en la actualidad ya están de nuevo
presentes.
Es un bello puente de impronta tal vez renacentista, no muy diferente a
lo que debió de ser el Puente Viejo sobre el Ara en esta localidad, construido
con un aparejo semejante. Respecto a la agresiva rehabilitación, pues mi
opinión personal es que se debería haber ajustado a reafirmar su estructura -si
es que estaba dañada- evitando cualquier aditamento que, pese a imitaciones de
lo original, no dejan de ser innecesarios. Existen muchos ejemplos de
puentecillos de los que sólo quedaba la justa bóveda antigua, a veces hasta muy
antigua, y nadie se ha planteado reforzarlos con tímpanos y pretiles nuevos. Si
la cuestión es que se deben evitar peligros por caídas al vacío de alegres
visitantes que quieran cruzarlos o trastear por su estructura, pues
sencillamente, se prohíbe su paso pues ya es evidente que existe un puente
anejo por donde pueden pasar e incluso contemplar la obra antigua.
Para saber más. Además de los
enlaces que ya he puesto en el Puente Viejo sobre el río Ara y que tratan de la historia,
paisaje y monumentalidad de Broto, añado otros que tratan de este puentecillo y
ponen fotos del mismo. Especialmente la web de SIPCA o la de la plataforma de Flickr,
que dispone de buenas imágenes cuyo autor es Emilio Gil. También la Wikipedia,
la Guiadelospirineos o paisajesdeordesa.
Cómo llegar. Nuestro
puente se encuentra en el trayecto de la nacional N-260a al llegar a la
población de Broto en su PK 477,700. Si viajamos en sentido creciente de esta
vía y tras cruzar el puente nuevo del Ara, giraremos hacia la izquierda -Barrio
de la Cruz- para tomar la carretera de Oto y hallar nuestro puente sobre el
Arroyo de Sorrosal. Existe un amplio aparcamiento en la zona, prácticamente
junto al puente.
Tres tomas interesantes con la imagen del puente ante de su restauración. Se pueden datar entre los años 1999-2001 y fueron fotografiadas por Marta Puyol Ibort. Las exhibe el Gobierno de Aragón en su web de SIPCA. Pertenecen a un trabajo de la autora et al. que hizo en esos años para el CEDESOR (Centro de desarrollo del Sobrarbe y la Ribagorza), probablemente con vistas a conseguir fondos europeos a través del programa Leader y proceder a su rehabilitación.
Imagen del puente antes de ser restaurado probablemente en torno al año 2000 y que tomo del blog romanicoaragones.com.
Buena imagen del arco exento en toma del año 2005 que exhibe la web Alamy.
Imagen probablemente tomada en 2.009 para realizar los paneles informativos de esta obra y donde ya se observa que se ha rehabilitado.
Tomas de fecha 31.10.2014
Paisaje invernal de nuestro puente en toma de fecha 30.01.2017 que exhibe la web paisajesdeordesa.
PUENTE NUEVO DE OTO SOBRE EL
BARRANCO SORROSAL
Es el puente pegado a la estructura antigua. Tan pegado que resulta
complicado observarle bajo sus arcos porque en estribo izquierdo parece que se
montan. Diría que la obra del nuevo se sobrepone sobre los restos del antiguo
para conseguir que en ese sector, la unión con la carretera de Oto mantenga su
dirección recta.
No deja de ser una obra civil con cierto encanto y aunque un tanto
rústica y económica, cumple su función y se ha sabido camuflar la aridez de sus
hormigones. Es el momento de la transición en tiempos decimonónicos donde se va
abandonando el espíritu pontonero de la estética y aparente fortaleza de estas
estructuras a base de piedra -al menos, exteriormente- y que solían ser más
lentas de ejecución y caras, por otra técnica más eficiente, rápida y barata
que era la de construir en hormigón, simplemente, sin otros materiales. Esta
tendencia a construir en hormigón, incluso hasta los paños de muros y tímpanos
de arcos se va generalizando a finales del siglo XIX y principios del XX,
tiempo al que podemos adjudicar este obra civil.
Nuestro puentecillo tiene una longitud aproximada de 30 metros y una
anchura de 5 metros. Al contrario que el puente viejo, que es perpendicular con
respecto a la trayectoria del cauce, éste se construye muy oblicuo y por eso en
cabecera izquierda llegan a montarse. Dispone de tres vanos progresivamente más
grandes desde margen izquierda del arroyo hacia centro del cauce. Toda la
construcción se hace a base de hormigón, imagino que hormigón hidráulico en
basas y zonas bajas de pilas más estribos y con hormigón en masa en rellenos y
bóvedas. Se observa perfectamente la huella de las tablas que componían el
encofrado. Al estar esviado con respecto al cauce, su estribo derecho es el que
más sufre las fuerzas de grandes avenidas por lo que, en aguas arriba no se
refuerza ya que apoya en roca viva a cierta altura, pero en aguas abajo, se
consolida con un refuerzo de hormigón de sección semicircular y sombrerete
cónico, imitando a un sencillo espolón.
Estos vanos, especialmente el mayor, son escarzanos y como era bastante
habitual en aquellos años, las bóvedas de hormigón se construyen reforzando los
arranques o la zona de salmeres, donde la anchura de las mismas es mayor,
mientras que hacia claves, disminuyen los grosores de las bóvedas. Las descargas
de bóvedas se hacen sobre estribos y pilas intermedias, del tipo tabique. Los
pocos paños que quedan libres en ambas caras, especialmente los tímpanos, se
cubren con sillarejo, estrecho aunque muy bien dispuesto a base de piedra
artificial, en este caso, imitando los tonos de calizas o esquistos y dejando
su cara vista, poco picada, dando la sensación de que se trata de sillería
averrugada. En este caso, el contraste entre las boquillas, más bien blancas, y
el cubrimientos de resto de muros, más oscuro, hace que nuestra obra luzca
mejor y su estética sea más favorable.
En cubierta actual queda un firme a base de aglomerado asfáltico, muy
antiguo y unas viejas barandillas de hierro, discretas. No dispone de viales
peatonales. Tampoco existen señales de tráfico que adviertan sobre preferencia
de paso para vehículos ni límites por MMA de vehículos pesados. Su estado de
conservación parece aceptable aunque sería deseable que se procediera a su
limpieza ya sea en fábrica así como en bóvedas, la pequeña prácticamente
ocluida por cienos y vegetación compacta.
Tanda de fotos de fecha 31.10.2014
Fotos recientes de Google con fecha 22.07.2018
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