PUENTE CARRETERO SOBRE EL RÍO ALGAR
ALTEA. Alicante
N-332 PK 157,700
El estudio histórico tanto del puente como de la propia carretera es obra
del ingeniero Agustín Elcoro Berecibar y data del año 1845 pero hasta el año
1858 la Dirección General de Carreteras no se decide a iniciar el proyecto que
arrancó con gran lentitud y nuestro puente no se construyó hasta 1879 entrando
en uso al finalizar este sector de la carretera hacia el año 1885 con la
terminación del puente cercano del Mascarat.
Al encontrarse cerca de la desembocadura, el cauce se ensancha
considerablemente pero con cotas inferiores a las del entorno y se hacía
necesario la construcción de un puente verdaderamente largo. Aunque en el
proyecto original se apunta a que tendría 9 vanos, salvando el resto del cauce
por medio de vados, es muy probable que a raíz del conocimiento de la evolución
del río en alguna fuerte crecida y dado que era un camino real importante, se decidiera
acometer la reforma del proyecto alargando considerablemente el tablero por
medio de otros 11 vanos hasta estribos, consiguiendo una obra plenamente
horizontal.
Características actuales de la obra. Tiene una longitud de 280 metros con 20 vanos de arcos escarzanos con
luces semejantes de 11,80 metros. Las bóvedas originales tenían una anchura de
aproximadamente 8 metros y en la actuación de los años 60/70 del siglo
XX se procedió a su ensanche por ambos lados hasta los 12 metros por medio de
corrimiento de muros que en este caso hay que matizar. Se trataba de desmontar
toda la sillería y dovelaje de ambas caras, proceder al ensanche de bóvedas,
tablero y estribos con hormigón en masa/armado y rematar la intervención poniendo
de nuevo la vieja fábrica como chapado de piedra para que diera la sensación de
que seguía siendo un puente antiguo. Según se puede observar en la actualidad,
parece ser que los ensanches de bóvedas cubrieron la antigua fábrica y sólo se
rescató sillería de las viejas pilas que han servido para chapar el ensanche de
hormigón en los tajamares/espolones y los pequeños lienzos que forman los tímpanos en ambas caras. Disponía de buenos pretiles y albardillas de piedra tallada que no se repusieron o se han sustituido más adelante.
Para que diera una sensación de equilibrio y armonía se construye en
secuencias de 5 arcos enmarcados por pilas más anchas que ciertamente hacen de
pilas-estribos para contener los empujes laterales de los propios arcos pues al
ser tan rebajados, en caso de descalce o ruina de una de las pilas, no sólo
caería la pila sino que también lo harían muchos de sus arcos ya que todos se
apoyan mutuamente; la consistencia y fortaleza de estas pilas intermedias
contienen estos empujes y evitan que la ruina pudiera afectar a todas las
bóvedas; las pilas tienen una longitud semejante a la bóveda, de
aproximadamente 12 metros y un canto de 1,50 metros que en el caso de las
pilas-estribo llega a los 3 metros.
Se utilizó piedra de las canteras cercanas, especialmente caliza de Les
Quintanes y otro tipo de caliza más dura quizás para tajamares y el dovelaje de
bóvedas de El Campello. El trabajo de cantería es discreto, a base de sillería
regular, picada en su cara exterior, dispuesta en hiladas no muy convincentes y
con grandes dosis de mortero para tapar juntas y huecos. Más detenido y de
calidad en los alargamientos de pilas, especialmente en cantos, donde se
asientan las piezas originales curvas y los aristones con cierto relieve aunque
con zonas donde se conforman a base de hormigón con revoque de mortero a
imitación de piedra con cemento, arenas y otros aglutinantes que le dan un tono
dorado-amarronado imitando la piedra. Esto también se observa en todas las
roscas externas de las bóvedas o boquillas, construidas con placas finas de piedra artificial que chapan la curvatura de hormigón de las propias bóvedas dando la impresión de que se tratan de dovelas de arenisca doradas. Los tajamares/espolones se rematan con un listel y tejadillo
semicilíndrico en relieve también de obra y en las pilas-estribo se ubican
óculos ciegos en una especie de adorno bastante común en la pontonería de estas
tierras.
También abunda el hormigón hidráulico y armado en la consistente solera
de la zona central, envolviendo las basas de las pilas por donde suele pasar el
cauce, básicamente bajo los arcos 5º a 10º para evitar descalces y erosión.
En altura, la obra se cierre en ambas caras con una larga imposta a modo
de escocia con cierto relieve sobre la que se dispone un refuerzo de hormigón
que soporta la barandilla de hierro. El tablero dispone de calzada de doble
sentido, anchas aceras, iluminación por medio de farolas y las citadas
barandillas pintadas de azul.
La utilidad de las arcadas es como sigue en visión desde aguas arriba,
margen izquierdo: los dos primeros vanos están ocultos por vegetación, el 3º y
4º se utilizan como parte de caminos de tierra hacia la playa, entre el 5º y el
10º discurre el cauce, el 11º es otra vía de tierra, del 12º al 14º se centran
en la terraza que forma el río, normalmente seca, los arcos 15º y 16º dan
servicio actualmente a calles asfaltadas y del 17º al 20º se utilizan como
aparcamiento. En los que sirven a calles existe señalización de gálibo para
alturas máximas de 4 metros.
Es una obra civil muy meritoria, centenaria e histórica, que debe
cuidarse y exhibirse con orgullo por parte de este municipio como un monumento
más. Aunque complicado, se debe estudiar su actual sentido. Es un puente
importantísimo en las comunicaciones de la nacional y así deberá seguir siendo.
No obstante, se debe prestar mayor atención a su mantenimiento, limpieza de las
zonas deterioradas por basuras y escombros, eliminación de grafitis, reposición
de piezas faltantes o revoques de hormigón caídos, sombreretes de pilas rotos,
humedades en algunas bóvedas y otras anomalías. Determinar con firmeza la
prohibición de que se aparque bajo sus arcos y urbanizar con más acierto el
entorno de la obra civil para que se pueda mostrar y disfrutar como lo que es,
una estructura histórica monumental. Señalizar los accesos al puente y colocar
algún panel que nos ilustre sobre su historia y características de la obra.
Para saber más. La
"Guía de puentes de la Comunitat Valenciana" editada por la
Generalitat Valenciana en el año 2016 coordinada
por Inmaculada Aguilar Civera y Miguel Aguiló Alonso contiene un trabajo de Antonio
Sarabia dedicado a este puente en su ficha 13. La ROP del año 1874 tomo III informa que la obra de este sector carreteril se recepcionó por la Jefatura de Obras en ese año por lo que puede existir variación en cuanto a fechas de construcción de la obra entre los años 1874 y 1879. A unos poco metros aguas arriba de nuestro puente podremos contemplar el bello puente de vigas en celosía que da servicio al TRAM y a menos de dos kilómetros en sentido decreciente también podemos observar el Pont Nou del TRAM según proyecto de FHECOR que entró en servicio en el año 2003.
Cómo llegar. La vía rápida es la autovía AP-7
que dejaremos en la salida 64 para continuar hacia el E por la carretera
provincial CV-755 hasta su confluencia con la nacional N-332 que seguiremos en
sentido S hasta llegar a Altea, su río y nuestro puente sobre el río Algar. Si
ya circulábamos por esta calzada nacional N-332 pues llegaremos al puente al alcanzar
el río en su PK 157,700. Existen zonas amplias para aparcar el coche junto al polideportivo.
Vieja imagen del ensanche de una de las bóvedas, proceso que se debió realizar a finales de los años 60 o principios de los 70 del siglo XX. Se corresponde con la cara aguas abajo ya que como se puede observar al fondo, se aprecia la viga de hierro del puente del TRAM. También se aprecia bien la sillería de tímpanos original que deberá de extraerse para el relleno de hormigón del ensanche y nuevo placado con estas piezas. En cubierta destacan las piezas de pretiles en ortostatos de buena talla e incluso también se observa una albardilla. Probablemente se volvieron a ubicar en el puente tras su ensanche pero posteriormente se sustituyeron por las actuales barandillas metálicas.
Vieja imagen del ensanche de una de las bóvedas, proceso que se debió realizar a finales de los años 60 o principios de los 70 del siglo XX. Se corresponde con la cara aguas abajo ya que como se puede observar al fondo, se aprecia la viga de hierro del puente del TRAM. También se aprecia bien la sillería de tímpanos original que deberá de extraerse para el relleno de hormigón del ensanche y nuevo placado con estas piezas. En cubierta destacan las piezas de pretiles en ortostatos de buena talla e incluso también se observa una albardilla. Probablemente se volvieron a ubicar en el puente tras su ensanche pero posteriormente se sustituyeron por las actuales barandillas metálicas.
Toma probablemente del año 2012 que figura en al Guía de Puentes de la Comunitat Valenciana.
Amplia toma de arcadas del puente en fotografía de fecha 07.03.2014
Tomas de fecha 10.07.2015
Panorámicas de Google View del año 2018
Tomas de fecha 20.11.2018
PLANTAS JUNTO AL PUENTE
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