viernes, 24 de agosto de 2018

PUENTES DE TOLIBIA DE ABAJO. León

PUENTES DE TOLIBIA DE ABAJO. León

LE-321 PK 33,200 A PK 34


Muchos kilómetros de la calzada y anexos de La Vegarada se encontraban abandonados desde hacía tiempo pues los ganados trashumantes con privilegios del Honrado Concejo de la Mesta había desaparecido en el año 1.836  cuando reinaba Isabel II y ya estaba abierto el moderno camino real hacia Asturias por Pajares por lo que tanto los periplos por los puertos de Piedrafita o Vegarada tenían sensiblemente menos tránsitos. La calzada estaba tan deteriorada que era raro que lo tomaran carruajes, especializándose en el paso de rebaños hacia los pastos cercanos, recuas de mulas y jinetes o caminantes.

El proyecto de un camino renovado desde La Vecilla hasta Vegarada quedó aprobado por el Gobierno en tiempos de la regencia de María Cristina, empezándose las obras entre los años 1.912 y 1.916. Esta calzada de época alfonsina con trazado tortuoso y difícil conserva en la actualidad algunas obras pontoneras de fábrica estimable y robusta. Uno de los puentes ya ha sido presentado en este blog en la entrada para los Puentes del Paso y no lejos de aquel, se encuentra otro pontón interesante a la altura del PK 32,150 de esta calzada provincial, poco antes de llegar al pueblo de Tolibia de Abajo.

Puente del Arroyo de las Tolibias. LE-321 PK 33,200. Muy cerca ya del pueblo de Tolibia de Abajo, en sentido creciente de nuestra carretera, nos encontramos con otra obra pontonera que originariamente pertenece al proyecto carreteril que se llevó a cabo a principios del siglo XX. Tiene una longitud de 25 metros aproximadamente y dispone de dos arcos rebajados con luces de 7 metros cada uno. Una pila central del tipo tabique forrada en sus paredes interiores de sillería, sillarejo y hasta mampuestos con piezas poco canteadas que se enmarcan en aristones de excelente calidad; adosados a ésta se disponen el tajamar y el espolón se sección semicilíndrica coronados por sombreretes semicónicos y cuya altura llega hasta la unión de arcos en la zona de salmeres, todo ello en sillería caliza  con muy buena labra. Mínimo material a base de sillería y sillarejo en tímpanos de variada fábrica y estribos prácticamente perdidos aunque con algunos paños de sillería a modo de aletas sin vuelta que cubren algunos metros del talud sobre el que se dispone la calzada y en los que también predomina una sillería más voluminosa y tosca.

En cubierta y tangente a claves se sitúa una imposta en piedra con cierto relieve sobre paramentos, incompleta en aguas abajo y en general muy maltratada. Sobre esta, descansan los pesados pretiles, probablemente en origen a base de grandes sillares y en la actualidad con mampostería y enfoscado o revoque de mortero sobre el que se dispone una albardilla convexa y sobresaliente sobre los cantos de pretiles a base de hormigón. Se observan secciones de pretiles faltantes y las piezas que cierran estos petos en extremos pudieran ser originales a base de piedra caliza de tonos amarillentos.

Las bóvedas tienen una profundidad de 6 metros y se cubren por medio de un dovelaje de calidad, regularidad en la volumetría de las piezas y excelente asiento con piezas de sección en cuña que marcan bien la geometría de estos arcos escarzanos. Las boquillas están construidas a base de un dovelaje en piedra caliza o arenisca rosa de muy buena talla, escuadría y forma en ligera cuña para mejorar la geometría de los arcos y apoyo en salmeres sobre pila y muros de estribos así como su excelente picado en cara vista dejando su superficie muy lisa.

Ciertamente, lo que me llama más la atención de esta obra civil es su aparejo de excelente calidad en términos generales cuando por aquellas fechas ya se construían puentes en los que predominaba el hormigón en bóvedas y, en todo caso, se cubrían algunos lienzos por medio de mampostería y morteros de variada consistencia. Aunque muy maltratado este puente todavía nos muestra la técnica de una buena labor de cantería e incluso un estudio meticuloso en la estereotomía, lo que se llamaba el arte de montea. Este aspecto se muestra mejor en su cara aguas abajo, menos deteriora y donde la conjunción de sillería y dovelaje se hace cuidadosamente con piezas de sección trapezoidal o incluso triangulares en hiladas que casan bien con la curvatura de boquillas, independientemente de que -como decía antes- el placaje de tímpanos es pequeño y dispone de pocas piezas. Aún más llamativo es la buen disposición de los sillares que se ensamblan en los extremos de la obra y que marcan la diferencia entre puente y estribos. Se trata de unas semipilas con cierto relieve del tipo baluarte donde la base de la obra es más ancha que en coronación y donde se aprecia quizás, el mejor trabajo de estos canteros donde disponen piezas con una cara oblicua que casa perfectamente con la semi-pila, el salmer,  la terminación de la rosca y la poca piedra que se dispone en tímpano, aspecto extensible a ambas bóvedas aunque es más visible en su lado de aguas abajo. En fin, una labor de cantería e ingeniería muy meritoria que podemos admirar en un discreto puente carreteril nada visible desde cubierta.

Según algunas fuentes este puente debió de sufrir daños en alguna violenta avenida producida en los años 40 del siglo XX pero según se muestra la obra en la actualidad, creo que lo que pudo arruinarse fueron los pretiles y quizás, desprendimientos en los lienzos que componen parte de estribos pues las bóvedas se muestran robustas y la pila central dispone de una fuerte basa de piedra que se mantiene bien.

Otra cosa es su mantenimiento. El chapado en ambos lados de la pila-tabique se ha cubierto de un enlucido o protección que parece de yeso blanquecino que desmerece la obra. Las bóvedas tienen manchas de todo tipo, humedades, líquenes, hongos y eflorescencias que dañan la piedra. Existen fracturas evidentes entre las roscas exteriores y el resto de las bóvedas por donde ya hay filtraciones de agua muy evidentes y que hacen peligrar la estructura. Quizás, la pila en sus extremos de tajamar-espolón ha basculado muy ligeramente por hundimiento y ha generado esas fracturas que afectan a los extremos de la propia pila y a las boquillas. En zonas de tímpanos también hay separación de piezas e incluso alguna faltante que habrá caído al cauce.
En cuando al mantenimiento de la zona aledaña parece que no existe desde hace mucho tiempo. Hay un exceso de vegetación en las inmediaciones que impide la visión y el fotografiado de la obra plena, especialmente en aguas arriba como se puede observar en una toma que hice al efecto. Aunque la riada de diciembre de 2019 afectó a este arroyo y se comprueba por el exceso de ramajes, plásticos y otros sólidos enredados en las matas y arbolado que circunda la obra lo que verdaderamente causa perplejidad es el cúmulo de porquería, restos de siega y escombros de todo tipo que se descargan en su lado de aguas arriba y que prácticamente han cubierto la longitud de ese estribo y amenazan el arco contiguo. Estos escombros ya se observan en una de las fotos del año 2015 que pongo en esta entrada.


Tampoco hay facilidad para acceder a la obra, especialmente por su lado aguas abajo donde hasta existe una cerca de madera que impide el paso en una zona de dominio público. No se advierte al conductor o viajero de que existe un puente de cierto interés, ubicando en las cercanías de la obra una señal de tráfico que lo advierta, las de fondo rosa que indican la cercanía de un monumento y que nuestro caso, se refiere a una digna obra civil que pasa del siglo de existencia. 






Entrada a Tolibia de Abajo por la LE-321


Fotografía tomada a finales de la década de los años 80 del siglo XX que figura en el libro "Catálogo de puentes de León anteriores a 1.936"


Fotografía del blog tolibiaybodon, probablemente tomada en el año 2.015






Tanda de fotos desde la carretera del firme y pretiles en fecha 23.05.2015

TOMAS DEL PUENTE DESDE AGUAS ARRIBA


















TOMAS DEL PUENTE DESDE AGUAS ABAJO










TOMAS DEL TABLERO DE PUENTE







Tanda de fotos de fecha 12.02.2020



Tajea sobre el Arroyo del Cantarillón. LE-321 PK 34. Ya puestos y siguiendo lo que nos muestra el blog de tolibiaybodon, añado a la serie de obras de Tolibia de Abajo una vetusta y bella tajea que se encuentra en el límite entre este pueblo y el de Lugueros, en el PK 34 de esta carretera provincial. También pertenece al proyecto original de la calzada y consta de una pequeña bóveda de cañón cuyas boquillas muestras un buen trabajo de dovelaje en piedra. Tiene pequeñas aletas como protección y encauzamiento de la corriente de este pequeño arroyo. Dispone de una gruesa imposta a base de varias piezas pero carece de pretiles aunque se supone que los tuvo. Su estado de conservación es nulo con daños en la imposta, dovelaje, piezas faltantes en aletas, albardillas desprendidas y otros daños. Probablemente, parte de su deterioro en bordes se debe al hincado de las modernas biondas de acero que han incorporado a la obra. Su tipología es semejante a la tajea que existe donde arrancan las Hoces de Valdeteja aunque ésta última es algo mayor. 




Fotografía del año 2.015 tomada del blog tolibiaybodon.






Tanda de fotos de la ubicación y lo que se ve desde la calzada en fecha 23.05.2015



Entrada a Lugueros en toma de fecha 12.02.2020

TOMAS DE LA TAJEA DESDE AGUAS ARRIBA












TOMAS DE LA TAJEA DESDE AGUAS ABAJO










Tanda de fotografías de fecha 12.02.2020

Pasarela sobre el río Curueño. En la web municipal de Valdelugueros se presenta aunque sin más información, una foto de una curiosa pasarela sobre este río y que ubican precisamente en Tolibia de Abajo. Dispone de dos vanos adintelados y un tablero de hormigón que apoya en fuertes pretiles de sillería y una descomunal pila central de sección cuadrada sobre roca madre del cauce. Entiendo que debió de ser un antiguo puente con tablero de madera que apoyaba en cerchas, como en otras obras pontoneras de la zona. Parece que está situada en una típica zona de baño en verano.



Fotografía sin fecha tomada de la web del Ayuntamiento de Valdelugueros.


Fotografía parcial del puente de fecha 07-2017 tomada de Google Map.


Pontón sobre el Arroyo de las Tolibias en Tolibia de Arriba. Ya puesto en faena, no olvidaré de mostrar en pontón de la otra Tolibia. Al llegar a Tolibia de Abajo existe una carreteruca local de corto recorrido que llega hasta Tolibia de Arriba, por donde también discurre el mismo arroyo. Buscaba alguna obra pontonera histórica pero sólo me encontré con este puentecillo de construcción reciente ubicado junto a una amplia plaza empedrada y curiosa.

Es todo ello obra en hormigón, incluso puede que su tablero lo sea con losa de hormigón armado pues por ahí circulan pesados y maquinaria agrícola. Tiene sencillas barandillas de acero y llaman la atención sus altas defensas o manguardias con petos en cubierta a base de sillarejo y mampostería con un buen llagado de mortero en una actuación que me recuerda mucho a la de las rehabilitaciones de algunos puentes históricos pues seguramente estos muros se habrán construidos por los maestros de obra de la zona.




 Entrada al pueblo en una mala fotografía de fecha 01.07.2017





Tomas de fecha 15.05.2012



Fotografía de fecha 01.07.2017



Vista del pueblo incluyendo su puentecillo en toma sin fecha que exhibe la web del Ayuntamiento de Valdelugueros.


Para saber más: Para los puentes del proyecto original de la carretera del siglo XIX me remito a lo tratado en el "Catalogo de puentes de León anteriores a 1.936" ya referenciado en otras entradas sobre puentes del río Curueño. Es muy interesante para la pontonería de Tolibia el blog de tolibiaybodon. También la web del término municipal de Valdelugueros presenta alguna foto de estas obras. La web institucional de la CHD que difunde el patrimonio hidráulico del Duero hace referencia a uno de sus puentes. Para saber de historia de la calzada de La Vegarada, bibliografía que trata los puentes y otras calzadas del Curueño así como fotos de todo tipo, me remito a lo puesto en entradas anteriores como pueden ser la del Puente del Ahorcado, el Puente del Villarín o el Puente de Valdepiélago. También se tratan los puentes históricos de la cuenca del Curueño en el artículo de Luis Solera Selvi publicado en La Nueva Crónica de León con fecha 27.08.2018.

Cómo llegar: Esta serie de puentes y pontones se encuentran entre los kilómetros 32,300 y 34 de la carretera provincial LE-321 en torno al pueblo de Tolibia de Abajo. Desde León se sale por la LE-20 buscando la N-621 hasta Ambasaguas de Curueño (también dispone de un soberbio puente decimonónico del proyecto original de esta calzada) donde tomaremos la LE-321 desde su PK 0 hasta La Vecilla, lugar de desvío hacia la autonómica CL-626 que seguiremos hasta la estación para, de nuevo, seguir en dirección N por nuestra carretera desde el PK 19 recorriendo el Curueño hasta llegar a Tolibia y sus puentes. No hay autovías cercanas pero otro itinerario lo marca la N-630 (Carretera de La Plata) que tomaremos en dirección N desde León hasta La Robla para seguir por la autonómica CL-626 dirección NE hasta la estación de La Vecilla de Curueño, donde, sin entrar en la localidad, tomaremos a la izquierda la LE-321 hasta destino.





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