PUENTE DE LUCO DE JILOCA SOBRE EL RÍO PANCRUDO
T.M. LUCO DE JILOCA. Teruel
N-234 PK 198
T.M. LUCO DE JILOCA. Teruel
N-234 PK 198
La mítica e
insondable carretera nacional N-234 que discurre entre Sagunto y Burgos a lo
largo de 491 kilómetros nos depara paisajes imborrables, historia en muchos
tomos polvorientos, arte original o ecléctico de indígenas, romanos, árabes o
castellanos y , por supuesto, algunas incógnitas. Probablemente era uno de
caminos habituales romanos que comunicaban el levante mediterráneo de sus
ciudades y prósperos puertos con el lejano mundo atlántico del golfo de
Vizcaya. Hay constancia y testimonios sobre trazos de la antigua calzada en la
zona valenciana, en Teruel y en Zaragoza y si bien es cierto que la cuadrícula
K-30 de la Tabula Imperii
Romani sólo
asegura la ruta del XXXIII Itinerario de Antonino entre nuestro puente
(Entrambasaguas) y Cesaraugusta (Zaragoza), continuando hacia la Galia, también
se apunta una vía de primer orden hacia Bilbilis (Calatayud), plenamente
coincidente con el camino de la actual carretera nacional N-234.
Bueno, pues en el PK 198 de la N-234 junto al desvío de Lechago (A-2512) existe un cartel indicativo de que se cruza el río Pancrudo al tiempo que se informa tímidamente de que allí existe un puente romano. Hay un mínimo desvío y una zona arbolada y de aparcamiento donde dejar el camión con cierta tranquilidad y sin estorbar. Estamos en el término de Luco de Jiloca, puebluco que pertenece al municipio de Calamocha-TE en la Comarca del Jiloca, al NW de la provincia turolense.
Junto a la carretera
nacional, en el lugar denominado "Entrambasaguas" llamado así pues es
donde se juntan los cauces del río Pancrudo y otros arroyos con el río Jiloca,
se mantiene erguido uno de los puentes de fábrica romana más esbeltos y bonitos
de nuestra geografía peninsular. Si bien es cierto que los especialistas no se
ponen de acuerdo en la fecha de su construcción (entre S. I a.C y II d.C) hay mayor
coincidencia en que se siguió el modelo y disposición característico en la
república cuyo prototipo puede ser el Puente de Cangas de Onís, el de Villa del Río o el que existe en la vieja carretera de Torrelodones-El Escorial, en
Madrid (éste de un sólo arco). Otros modelos paralelos, siguiendo la tipología de puentes de pequeño
porte con luces inferiores a 15 metros, acercan nuestro puente a los de
Rumblar, Tormuja, Gibralzo, Caganchez o El Cubo, datados como puentes romanos
republicanos o en tránsito hacia el primer imperio. No obstante y aunque su impronta recuerde a la pontonería republicana romana, lo cierto es que pudiera ser obra civil de origen románico, más propio de los siglos XII/XIII.
Como es natural, la
obra actual no es la misma que construyó el ingeniero romano -de seguir con la supuesta teoría de que es romano- pues a lo largo de
los siglos ha sufrido desperfectos y derribos, especialmente por las potentes
riadas que se producen en la confluencia de estos cauces. Quizás, el
mantenimiento más importante y continuado haya sido en época musulmana, e
intermitentemente en los siglos XVIII y XIX; recientemente se ha procedido a la
última rehabilitación, configurando un espacio de recreo. Resulta curioso que
allí mismo exista un panel informativo del famoso accidente ferroviario en el
puente contiguo, acaecido en 1904 y sobre el puente romano, la administración
aragonesa pase de puntillas con una escueta reseña del puente romano que ahora lo tipifica como medieval.
Características
actuales de la obra: Consta de tres vanos con arcos de
medio punto parcialmente tapados en sus arranques por aluviones y limos por lo
que -como se apunta erróneamente en algunas webs- parece que la configuración
en curvas es rebajado, caso rarísimo en obras pontoneras anteriores al siglo
XVIII. Los cañones de bóvedas y su largo intradós marca la pauta de arco de
medio punto en los tres vanos. Destaca sobremanera el arco central con luz de
10,900 metros según medición que realicé recientemente; si seguimos la
proyección del medio círculo bien podría coincidir con la luz que habitualmente
citan en las webs que tratan sobre este puente, incluida la de la Enciclopedia
Aragonesa o la Wikipedia, que sostienen una longitud en base del arco de 11,200
o 12,200 metros aunque me sigue pareciendo excesiva; flecha aproximada a los 5
metros teniendo en cuenta la variación de caudal así como de lecho medio.
Acompañan al bello arco central dos arquillos gemelos en cada cabecera con
luces actuales de entre 4,30/5,00 metros muy colmatados por arenales con lo
cual, resulta difícil las mediciones y el estudio de intradós, basamentos,
salmeres o riñones. Aguas arriba dispone de dos fuertes y completos tajamares,
muy enterrados, sobre los que se asientan dos arquillos de aliviadero
disimétricos, al más puro estilo de pontonería republicana romana, estos con
perfectas bóvedas de cañón y pequeñas luces de aproximadamente 1,60 metros.
Aguas abajo, como caso curioso, carece de espolones o contrafuertes que
probablemente desaparecieron en alguna de sus ruinas y no se restauraron en la
correspondiente rehabilitación.
Como no se persigue la
simetría dado que los arquillos de aligeramiento no tienen la misma altura
desde clave aunque partan de la misma horizontalidad y uno de ellos está al
borde de la rasante (coronación del tímpano) cabe pensar que esta obra no
presentaba, como viene siendo habitual en las romanas, un tablero plano por lo
que su diseño es del tipo alomado, a dos aguas, quizás más suavizado en su
origen ya que sí se aprecia en la actualidad que tanto estribos como cabeceras
se prolongaban más metros, ahora cortados por sendas vías de tierra. Este
tablero angulado tiene una longitud actual de 35 metros y un ancho de 3,400
metros hasta los bordes siendo todo calzada ya que carece de pretiles en la
actualidad. El tiempo y la angostura del puente han ido marcando los nuevos
caminos adyacentes y así, debido a que el estiaje es largo, mayormente tanto
carretas como ganado (ahora maquinaria agrícola) ha vadeado por el propio cauce
en ambas caras evitando el cruce por su tablero y creando estos caminos
señalados que han cortado en algún momento el larguero original de la obra pues
estorbaba la ruta. Esto ha incidido en que ahora la vertiente oriental del
tablero sea más larga por lo que desajusta el auténtico equilibro y geometría
de la obra independientemente de que siga siendo uno de los puentes romanos más
bellos de nuestro territorio. La anchura del tablero tan angosto también nos hace pensar en que se aleja de los parámetros romanos al respecto.
En cuanto a fábrica y
paramentos cabe señalar la mezcla en obra de diferente trabajo en piedra,
generalmente caliza, aunque de aparejo regular en la mayoría de sus lienzos se observan piezas con cubicajes irregulares, predominando en zonas bajas el
sillar de huella romana (opus quadratum). En
general la labor de cantería en terminación es buena, produciéndose hiladas
paralelas y bien acopladas a hueso aunque es evidente que en trabajos de
reconstrucción y rehabilitación se han incorporado diferentes llagados de
argamasa o lechadas en juntas para su consolidación que quitan prestancia a la
obra. Quizás, la última rehabilitación haya sido exagerada pero, se puede
comprobar que la obra es de buena calidad. Las boquillas de los arcos son
perfectas, con dovelas iguales, bien asentadas y marcando la rosca geométrica (medio
arco completo); otras, procedentes de restauraciones, ya se han trabajado dando
forma acuñada con sierra mecánica o radial. El
intradós conforma bóvedas plenas, con sillares homogéneos, en hiladas
contiguas, eso sí, con lechadas de cemento hidráulico. Los tímpanos a ambas caras, rehabilitados,
presentan también sillares de caliza, más o menos regulares, unidos con mortero pero siempre, completándose en hiladas consecutivas. Podemos apuntar
que la fábrica plena es de buen sillar y sillarejo pero no se observa la
incorporación de mampuestos como se indica en la variada información de fuentes
citadas. Sobre el extradós, subsiste un
firme empedrado, imitando remotamente el de una calzada romana excesivamente
fijado con hormigón que constituye el vial actual. No dispone de pretiles y
muy probablemente nunca los tuvo ya que el ancho del puente es, como decía, de
3,400 metros y con pretiles resultaría muy angosto aunque sí parece probable
que dispusiera hasta su última rehabilitación de alguna ligera barandilla
metálica. En cabecera de margen izquierdo -aguas arriba- subsisten restos de un
muro o empalizada de contención de aguas con fábrica de sillares de gran
cubicaje, bien tallados y asentados como forro o cara vista y un hormigonado grueso a base
de piedras variadas como soporte interior del muro.
Se encuentra en buen
estado aunque sería de desear que se procediera a un dragado para poner en
vista los arcos laterales y revisar técnicamente el estado de cimentación,
basas, hastiales y contrabóvedas. Por otra parte, debería estudiarse su cambio
de emplazamiento. Es muy frecuente que,
con el desarrollo de la red de carreteras y autovías, muchos de nuestros
puentes antiguos, se encuentre prácticamente pegados a las calzadas modernas
-apenas separados por unos pocos metros- perdiendo belleza y perspectiva. Es
paradójico que se asigne la categoría de monumento nacional, autonómico o de
interés artístico a muchos de nuestros puentes y no se tenga en cuenta su
actual ubicación, arrinconados o bajo infraestructuras modernas
desproporcionadas. Respecto al puente de Luco de Jiloca cabe señalar que tiene
la categoría de BIC según BOA (Boletín Oficial de Aragón) de fecha 08.10.2001
aunque se encuentra excesivamente cerca de la nacional N-234 y de una vieja
obra pontonera sobre el río siguiendo los feísimos modelos del Ministerio de
Fomento para desagües a través de caños en serie que desvirtúan o contaminan cualquier
intento de fotografiar la obra romana exenta de interferencias en visión desde
aguas abajo.
Si intentamos fotografiar
la obra desde aguas arriba, nos toparemos con otra obra pontonera, al menos
esta más original. Se trata de un bello puente ferroviario con vigas de celosía
en tablero intermedio estructuradas en cruces de San Andrés en la zona central
y cuadrículas trianguladas con diagonales en ambas cabeceras. Este puente de la
sociedad Ferrocarril Central de Aragón, conocido como Puente de
Entrambasaguas, inaugurado a principios
de 1904 sufrió ruina a los pocos meses ya que una potente arramblada producida
el 22 de junio de aquel año, socavó la cimentación del estribo izquierdo y se
derrumbó al paso de un convoy ocasionando una tragedia que aún se recuerda pues
existe información en un panel al efecto. Actualmente fuera de servicio, pide a gritos una mínima rehabilitación que ponga en valor una típica obra pontonera ferroviaria en estructura metálica. Ver aquí.
Destacar el acierto
urbanístico al crear una zona de esparcimiento como parque en los aledaños de
este monumento para disfrute de las gentes del lugar, al tiempo que se pone en
valor la obra y se acentúa el respeto, admiración y conocimiento sobre el
patrimonio histórico y lineal que existe en nuestra red viaria. Se utiliza exclusivamente como paso peatonal y la cartelería informativa sobre el monumento es muy mejorable.
Cómo llegar: Como ya he indicado se encuentra en la carretera nacional N-234 PK 198
junto a la Ermita de Nuestra Señora del Rosario y en las cercanías del pueblo
de Calamocha. Dado que esta carretera está montada con la nacional N-330 por
estos lares, pues si circulamos por ella estaría en el PK 396 de la misma.
Desde Madrid hay que salir por la autovía A-2 hasta el PK 232 (antes de llegar
a Calatayud) donde ya podemos coger la nacional N-234 dirección SE por el Valle
del Jiloca hasta nuestro destino. Desde Valencia se cogería la autovía A-23
(que marcha junto a la nacional N-234) hasta el desvío de Calamocha en el PK
185 donde tras cruzar este pueblo ya podemos coger la carretera convencional
hasta el mismo puente. También, y aprovechando el paso por Calamocha, se puede
visitar otro puente romano muy interesante llamado "De las Fábricas" restaurado
en el año 2002 y que está situado junto a los viejos lavaderos de lanas con
acceso fácil si seguimos las indicaciones de dirección en el propio pueblo.
Bien, allí estuvo el
Quirce con La Merche (su camión) y así lo cuenta, invitando a camioneros,
viajeros y curiosos a visitar esta joya de la ingeniería civil o carreteril ya fuere romana o medieval, vieja como el tiempo.
Para saber más: Hay
muchos estudiosos que aluden al puente romano de Luco de Jiloca, aunque el
mérito principal lo tiene Joaquín Traggia que a finales del siglo XVIII ya se
fijó en él y lo cita como "Puente de Entrambasaguas". Martín Almagro
lo redescubre en algún periplo que realiza en 1940 y que publica en un trabajo
de 1952 titulado: Dos puentes
romanos turolenses en la vía romana y medieval de Zaragoza a Córdoba. A Saavedra le pasó desapercibido en su
amplio estudio de 1862 y tanto Fernández Casado como Fernández Troyano (CSIC)
lo alaban, considerándolo uno de nuestros mejores puentes romanos de época
republicana. Más información en la web de la Gran Enciclopedia Aragonesa, en la
de Turismo por la Comarca del Jiloca o en la Wikipedia, especialmente en la voz
"Puente romano de Luco de Jiloca"
Fotos en Wikipedia
Fotos en Wikipedia
Más información y fotos
del puente en la web de Biodiversidad Virtual
Respecto a la larga y bella carretera nacional N-234 ya publiqué dos artículos recogidos en la revista Solo Camión números 280 y 281 de junio y julio de 2013.
Dos viejas fotografías del puente, probablemente datadas entre los años 1950/1952 que utilizó Martín Almagro Basch para su trabajo sobre dos nuevos puentes romanos turolenses que descubrió.
Vieja imagen del puente en torno al año 1960 que figura en el nuevo panel informativo junto a la obra civil aunque sin aportar fechas.
Dibujo del alzado del puente realizado por el ingeniero Carlos Fernández Casado hacia 1960 para los trabajos que compiló después en su obra Puentes romanos-CSIC 1980.
Buena imagen del puente en enero de 1987 publicada en el monográfico "Guía de Puentes de España" revista del viejo MOPU Nº 345 de julio-agosto de 1987.
Ilustración de Antonio Aragüez Vela para la Revista MOPU de julio-agosto de 1987 mencionada en la anterior fotografía.
Tanda de fotos realizada el 14.05.2012
Foto de fecha 04.01.2013
Tanda de fotos de fecha 14.12.2021 en secuencia consecutiva del puente desde aguas arriba, aguas abajo y tablero.
Tanda de fotos realizada el 14.05.2012
Foto de fecha 04.01.2013
Tanda de fotos de mi visita realizada el 29.10.2014
Tanda de fotos de fecha 14.12.2021 en secuencia consecutiva del puente desde aguas arriba, aguas abajo y tablero.
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