PRADORREY. León
N-VI PK 331,850 + LE-6411 PK 0,716
Este puto lobo anda con un atraso importante en la
subida de estructuras pontoneras al blog de Cazando Puentes; es un asunto
recurrente dada la desidia, vagancia y abandono del cánido en la mayoría de sus
actividades lobunas. Qué le vamos a hacer. Ahora observa que el precioso juego
de alcantarillas que aquí presenta lo visitó hace justo un par de años, pero
bueno, todavía se acuerda bien del asunto y es que lo más importante para no
olvidar es observar la pieza pontonera cazada a través del visor de sus máquinas
fotográficas, además de sus apuntes y mediciones al respecto. Es un crack este
lobo.
El primer problema que presenta este puente se
refiere a su posible datación y sus drásticas modificaciones. El viejo camino
real de Galicia en esta sección leonesa se estudia y proyecta a mediados del
siglo XVIII según las propuestas de Bernardo Ward en su conocido trabajo
titulado “Proyecto Económico” para que fuera el propio Estado el que se hiciera
cargo de la planificación y construcción de las carreteras radiales en base a
una incipiente normativa. La carretera de Galicia aparecerá en los mapas de las
comunicaciones radiales en 1755 que por cierto, también se inspiraba en el
“Reglamento General de Postas” del año 1720 y su desarrollo en el “Itinerario
de las carreras de postas” en el que trabajó soberbiamente el funcionario Pedro
Rodríguez Campomanes a requerimiento del entonces Superintendente de Correos y
Postas Ricardo Wall. Existieron comentarios y críticas al respecto, como la de
J. Matías Escribano en 1757 o el Padre Sarmiento que se quejaba de que en
Astorga debía de abandonar su diligencia para continuar en caballería hacia
Galicia porque el camino era imposible para todo tipo de vehículos de rueda. Hay
que anotar que el periplo que relatan esos viajeros, probablemente era el del
camino de Galicia por Foncebadón y Molinaseca (actual carretera LE-142). Recordar también que, pese a que
este sector de camino por Pradorrey pudiera ser ruta de arrieros maragatos,
reateros, buhoneros y ganaderos desde antiguo, no se tipifica como calzada real
en los siglos XV/XVI como bien se atestigua en los repertorios camineros de
época como son los de Alonso de Meneses o Juan de Villuga que siempre
consideran el periplo hacia Galicia por Foncebadón y Molinaseca, tras dejar
atrás Astorga y en dirección a Ponferrada.
Lo cierto es que, según relata Vázquez del Viso en
1798 las obras de esta real calzada -por Manzanal del Puerto- dieron comienzo
en 1761 según el proyecto del insigne ingeniero Carlos Lemaur y la dirección
técnica de los ingenieros del ejército Juan de Torres y Francisco Toledano así
como del ingeniero jefe de origen francés Balthasar Ricaud de Tirgale.
Es interesante lo que al respecto de Carlos Lemaur
nos cuenta la RAH (Real Academia de la Historia) relativo a su proyecto del
camino real de Galicia: […] En marzo de 1763 fue nuevamente destinado a
Galicia con la finalidad de trabajar en el Camino General que se iba a
construir, haciéndolo con el rango de ingeniero jefe del Detall a las órdenes
del ingeniero José Crame. Al año siguiente, al finalizar en el mes de marzo la
dirección José Crame, Lemaur recibía el 23 de abril el cargo de ingeniero
director del camino, comenzando entonces una larga etapa en su trayectoria
profesional que estuvo cuajada de éxitos y problemas, derivados sobre todo
estos últimos de su fuerte personalidad y las desavenencias con sus superiores,
provenientes de su particular entrada en el Cuerpo de Ingenieros y su
sistemático rechazo a las objeciones u observaciones que se ponían a sus
proyectos. Con motivo del nuevo cargo, durante los meses de mayo a agosto
estuvo recorriendo la zona entre Astorga y Piedrafita para determinar el mejor
trazado con que salvar las difíciles montañas existentes en esa zona del
camino. Las disconformidades con sus superiores le llevaron a que, a finales de
1765 o principios de 1766, fuera cesado como director del Camino. Sin embargo,
el cese duró escaso tiempo, pues el 27 de junio de ese último año era
nuevamente destinado a aquella magna obra, dedicándose entonces de manera
prioritaria al trazado y construcción de los puertos de Manzanal y Piedrafita.
De nuevo surgieron los problemas y en julio de 1768 se dio la orden de
detención de las obras, siendo cesado Lemaur por el nuevo capitán general, el
conde de Croix, persona muy enfrentada al ingeniero francés y a quien acusaba
de hacer unos gastos excesivos y realizar mal su trabajo como ingeniero. Sin
embargo, el cese no fue ratificado por la Corte, por lo que Lemaur prosiguió
con los trabajos, y así lo hizo hasta agosto de 1769, en que el conde de Croix
consiguió apartarle de la obra destinándole a Tuy. Durante el proceso de la
construcción del camino se produjo una circunstancia que habla del talante de
Lemaur como típico hombre de la Ilustración, pues mientras buscaba la mejor
ruta, de forma casual encontró los restos de la vía romana que unía Asturica
Augusta (Astorga) con Bergidum (probablemente en las proximidades de Cacabelos,
León), de lo cual, además de mostrarse orgulloso por su hallazgo, realizó una
tarea casi arqueológica, recogiendo los restos de los miliarios y lápidas que
iban apareciendo y haciendo dibujos de ellos para dejar constancia de sus descubrimientos.
Pero además se dio otra circunstancia, y fue que al poder aprovechar parte del
recorrido por las zonas más difíciles, permitiría ahorrar, según sus propios
cálculos, más de seis millones de reales y doce años de trabajos. Ahora bien,
junto a este hallazgo también realizó otro que tuvo distintas consecuencias. En
el proceso de ejecución de las obras, en el año 1764 localizó unas minas de
hierro y carbón cerca de Manzanal del Puerto, obteniendo licencia para su
explotación por Real Cédula de 12 de enero de 1766, lo que le llevó a construir
dos herrerías y algunos elementos para facilitar la comunicación del lugar. Sin
embargo, esto fue aprovechado por el conde de Croix y otras personas
enfrentadas a Lemaur para abrir, a comienzos de 1770, un proceso en el que se
le acusaba de que, abusando de su posición de director de las obras del camino,
había realizado algunas infraestructuras en provecho propio. Realizado el
juicio, el 10 de agosto de 1771 fue absuelto de todos los cargos de que se le había
acusado, volviéndose éstos, por el contrario, hacia sus acusadores, que
hubieron de enfrentarse a una investigación sobre su conducta. Aprovechando ese
momento triunfal, solicitó el ascenso a ingeniero en jefe, lo que fue rechazado
por el entonces ingeniero general, Juan Martín Cermeño, que incluso le amenazó
con expulsarle del Cuerpo de Ingenieros. En el tiempo en que trabajó en las
obras del Camino de Galicia, Lemaur también se ocupó de tareas arquitectónicas,
interviniendo en dos obras emblemáticas de la arquitectura gallega, como son la
reforma de la capilla mayor de la catedral de Lugo y el palacio Rajoy en
Santiago de Compostela […].
Lo que no cabe duda es que el trazado nuevo para
Galicia y en las inmediaciones de Astorga, abandonaba el periplo por Foncebadón
y proyectaba la nueva vía precisamente por Pradorrey y Combarros camino de
Manzanal del Puerto. Del original trazado diseñado por Lemaur y Tirgale
fechados en 1769 quedan varios planos aunque de difícil lectura. Tampoco se
saben con certeza los puentes o pontones proyectados por estos ingenieros y que
aún podríamos contemplar, quizás salvo el de Las Ventas de Albares sobre el río
Boeza. Respecto al momento constructivo caben dudas ya que, a juzgar por lo que
comentan algún geógrafo como Madoz, o bien sus corresponsales, para su
interesante “Diccionario Geográfico-Estadístico” a mediados del siglo XIX
parece que esta calzada todavía no se había terminado en esta zona por lo que
cabe la posibilidad de que nuestro puente se estuviera realizando entonces,
sustituyendo a alguno de madera o quizás una vieja alcantarilla de piedra.
Estas referencias las hace Madoz en las voces “Argañoso, río” y “Pradorrey”.
Una de sus citas es la siguiente: La cantidad de agua del río Argañoso es
suficiente para una rueda de molino. Lo atraviesa la carretera de Galicia en
Prado de Rey por un puente o alcantarilla de piedra de construcción ligera. A
juzgar por su comentario un tanto indeterminado, cabe la posibilidad de que el
puente que conocemos -juego de alcantarillas- no sea el que se describe en
Madoz. Por su parte, el viajero Emilio Valverde Álvarez en su “Guía por el
Antiguo Reino de León”, obra editada hacia el año 1886 ya nos comenta: A la
altura de Prado Rey se salva el río Argañoso por un puente de piedra de cinco
arcos. Sin embargo, el IDE (Itinerario Descriptivo Militar) editado en 1866
– 20 años antes- ya nos dice que “En Prado-Rey se cruza el río Argañoso por
un puente de piedra de cinco arcos”. En vista de estas informaciones,
podríamos conjeturar que la obra civil se reconstruye o se levanta como obra
nueva a mediados del siglo XIX lo cual ya le otorga una antigüedad cercana a
los 170 años por lo que parece incomprensible que no se le preste la atención
adecuada por las diferentes administraciones públicas en orden a proteger su
monumentalidad como obra civil a conservar.
Características actuales de la obra. Tiene una longitud total de 15,60 metros
incluyendo estribos y aletas. El ancho regular es de 11,75 metros lo que nos
indica que debió de sufrir algún ensanchamiento, probablemente y en origen como
camino real su anchura sería de 6/8 metros y quizás, en los años 80 del siglo
XX se recrecieron sus bóvedas hasta su ancho actual. Esta intervención devaluó
la impronta y fábrica original aunque siga manteniendo una belleza geométrica
interesante. Dispone de 5 vanos en arcos escarzanos con luces de
aproximadamente 1,80 metros cada uno. Los apoyos externos se producen en
estribos un poco perdidos -empotrados en los taludes del cauce- y en 4 pilas
intermedias con un grosor regular de 90 centímetros. Dispone (o disponía) de
buenas aletas en media vuelta que probablemente serían a base de buena sillería
de piedra caliza, ahora muy disminuidas y con presencia de hormigón en aguas
arriba. Son llamativos sus pretiles a base de excelente sillería de buena
escuadría, talla, volumen y cara vista lisa en varias hiladas aunque faltan
piezas. Curiosamente, se observa el desgaste por rozamiento en algunos sillares
a consecuencia de las cuerdas para deslizar los cubos hacia el cauce y recoger
aguas, bien para la población o para las caballerías y ganados que lo
transitaban.
El aparejo de la estructura es dispar y poco queda
de su posible obra original donde prevalecería la buena sillería y un dovelaje
acorde. En la actualidad y quizás debido a las modificaciones modernas,
predomina la mampostería ordinaria en los pequeños tímpanos de ambos frentes,
algún sillar incorporado, sillarejo, ripio y fuertes dosis de mortero que
deslucen los paños de piedra. También en estribos hay indicios de vieja
sillería aunque modificados con la incorporación de mampostería grosera. Lo
mismo ocurre con las aletas, más evidentes en lado aguas arriba. Subsiste como
obra de buena cantería el dovelaje, especialmente el de boquillas, donde la
forma, tamaño y disposición de las dovelas es interesante; sin embargo, al
observar el intradós de ellas, predominan variadas roscas de dovelas de mala
talla, imbricadas con excesos de aglutinantes y costados de pilas también mal
ejecutados con gruesa mampostería de calizas, esquistos y pizarras. Los viejos
tajamares-espolones, probablemente de excelente talla en curva se mezclan con
huecos rellenados con cementos y coronados con sombreretes cónicos, algunos de
piedra y otros de cemento.
En cubierta destaca la anchura de la calzada y sus
pretiles, probablemente lo más original del viejo juego de alcantarillas aunque
faltan piezas en extremos que serían con airosos remates con bolas de piedra y
otro tipo de pináculos destacando también la calidad del biselado en las piezas
superiores. En la actualidad, la cubierta está conformada con aglomerado
asfáltico y quedan unos estrechos márgenes o terrizas para el paso de peatones.
Al construirse la nueva calzada para la N-VI con
un pronunciado aterramiento o talud, fue preciso incorporar un paso inferior
para el cauce del Argañoso pero se levantó tan cerca de nuestro digno puente
que interfiere demasiado en la obra antigua disminuyendo su belleza e impronta.
Las aletas del nuevo pontón incluso originaron que se tuvieran que disminuir o
destruir las de nuestro puente en lado aguas arriba.
Para saber más. El libro que mejor trata esta obra civil -y probablemente el único- es el titulado “Catálogo de puentes de León anteriores a 1936", obra auspiciada por José Antonio Fernández Ordoñez a través de su cátedra de Estética de la Ingeniería en la ETSICCP de la UPM donde coordinaron esta trabajo Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro con la inestimable colaboración de un nutrido grupo de estudiantes de la Escuela, destacando en los referente a las obras civiles de León durante los años 1984 y 1988 Carmen Andrés, Rafael Castejón, Pablo Otaola, Julio Suances, Consolación Pérez Alda y Ana San Salvador del Valle Zarrabeitia, libro editado por el CICCP y CEDEX en 1988, páginas 115/116. El resto de las citas son pequeñas referencias a ‘una alcantarilla o un puente de piedra de 5 arcos’ como ocurre con la de Pascual Madoz Ibáñez en su amplio “Diccionario Geográfico-Estadístico de España y sus posesiones de Ultramar”, obra editada en Madrid en el año 1846, voz ‘Argañoso, río’ en volumen II, página 544 así como en la voz ‘Pradorrey’, volumen XIII, página 206. Por su parte, Emilio Valverde Álvarez, lo trata en su extenso tratado titulado “Guía del Antiguo Reino de León, obra editada en Madrid en el año 1886, Itinerario 7 de Madrid a La Coruña por Arévalo, Benavente y Lugo, citando Prado Rey y su puente en la página 553. El Itinerario Descriptivo Militar, obra editada en el año 1866 también cita localidad y puente en el itinerario 11 (tomo I) y páginas 78 y ss. En estas viejas fuentes decimonónicas se nombra a Pradorrey como ayuntamiento mientras que en la actualidad es un municipio perteneciente a la municipalidad de Brazuelo. Ni rastro de fotografías o citas del puente histórico en webs o blogs de internet, ni siquiera en la web municipal de Brazuelo.
Imágenes del puente desde aguas abajo tomadas probablemente a mediados de los años 80 del siglo XX y mapa de situación de la misma fecha que prescinde de la nueva variante de la N-VI aunque ya se había construido. Se exhiben en el libro titulado "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936" editado en 1988.
Tanda de fotos de fecha 16.11.2021 en secuencia consecutiva desde aguas arriba del puente, aguas abajo, intradós de bóvedas, tablero y cauce.
En el mismo mapa del IGN pero levantado en el año 1994 ya se refleja el nuevo trazado o variante de la N-VI con la incorporación de un pontón pegado a nuestro bonito puente sobre el río Argañoso, señalado en círculo verde.
Carta topográfica de
los términos de Brazuelo, Pradorrey y Bonillos delimitados por líneas de
mojones señalando prados, cañadas y dehesas. Se especifica textualmente: Cañada
que llevan los ganados de Brazuelo, Pradorrey y Bonillos para los pastos
comunes/Camino que llevan los carros de Prado Rey y Bonillos para el Monte de
la Comunidad/Mata de Tirso Pollan/Tierra de los Prietos/Arroio de
Balbuena/Fuente del Carbajo… Chana de Rezin… Camino Real que llevan los de
Beldedo para el lugar de Brazuelo/Desa del Carrizo/Desa de las Raposas… Desa y
prado de Balmenor/Camino Real de Viforcos para Brazuelo/Puente de Rezu/Desa de
Gallegos/Desa de Candanedo/Rio que viene de Viforcos para el lugar de
Brazuelo/Cañada que llevan los ganados de Brazuelo para los pastos comunes. Carta
pintada al óleo sobre lienzo que se pudo realizar entre los siglos XVII y XVIII
depositada en el “Archivo de la Real Chancillería de Valladolid”. Aunque se
observan elementos muy detallados e incluso un puente llamado de Rezu aguas
arriba de Brazuelo sorprende que no aparezca nuestro puente que, por aquellas
fechas e independientemente de su antigüedad, debería de dar servicio a algún
camino local carretero entre Brazuelo y Pradorrey aprovechando -como se solía
hacer- las lindes de ambos territorios por donde era frecuente que existieran
veredas, sendas o caminos para los movimientos de gentes, carros y ganados.
Otra posibilidad es que lo que existiera es ese punto del río (guarismos 30 y
18) fuera un vado natural, hecho bastante plausible aunque también se solían
reflejar en los planos antiguos. Lo cierto es que los barrios e industrias pintados en la margen derecha del río Argañoso en ambos pueblos deberían de tener una comunicación directa con los lugares o cascos antiguos que se observan bien detallados en la margen izquierda del río.
PONTÓN NUEVO DE LA N-VI SOBRE EL RÍO ARGAÑOSO
Tanda de fotos de fecha 16.11.2021
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