ALCONABA. Soria
N-234 PK 340,500 y SO-P-3016 PK 3,900
En este periplo que llevo por la legendaria
carretera nacional N-234 y ya en territorio soriano, me desvío unos pocos
kilómetros para intentar cazar un viejo puente del que tenía alguna somera
noticia. Si el itinerario de esta nacional entre Sagunto y Burgos es largo,
aproximadamente de 491 kilómetros y tiene el atributo de poseer en su calzada
innumerables obras pontoneras, para este caso, me quedé sorprendido por la
pureza de formas y fábrica de esta reliquia que podríamos adjudicar a la
evolución de la pontonería renacentista a la barroca. En puridad, podríamos
catalogarlo como renacentista por la fecha de su ejecución en el año 1591 -tiempos
del reinado de Felipe II- pero ya se observan en su traza sólida y eficiente aunque
austera los nuevos tiempos netamente barrocos.
El lugar donde se ubica es espléndido, muy rural,
dando servicio a algún camino carretero de cierta importancia por aquellos
siglos. Independientemente de sus posibles rehabilitaciones, más bien de puro
mantenimiento, la estructura no parece haber sufrido modificaciones que
desfiguren su impronta, tal vez porque desde su origen, se ha mantenido firme y
sólido, como decía. Claro que habrá sufrido algunas avenidas pero como el
terrena parece bastante llano, estas no debieron de ser violentas o
destructivas; se elevarían las aguas y hasta cubrirían el alzado del pontón pero
de un modo pasajero, hasta que las aguas volvieran a su cauce normal.
Existe un dibujo en el panel informativo sobre
como se debió de levantar el puente que es muy significativo y bastaste fiel a
la manera en que se construirían estas obras. Además de los operarios, quizás
el maestro de obra y la autoridad administrativa que monta a caballo, también
se detallan los aparejos, herramientas y la piedra en diferentes estados de
talla. Es impactante la robustez y fabricación de la cimbra de madera que
soporta la arcada que parece que se conforma para un arco con bóveda de cañón o
medio punto aunque difiere algo del vano que ahora podemos ver, más abierto o
escarzano y que pudiera ser el original ya que no se aprecian enterramientos en
estribos por lodos o arenas que tapen la propia trayectoria del arco en sus
bajos. Yo diría que es un vano escarzano desde su diseño original y ahí si
difiere un poco con los diseños de puentes históricos ya fueren renacentistas o
barrocos, normalmente con vanos en bóvedas de cañón aunque con muchas
excepciones.
Alconaba es un pueblo de la comarca de Campo de
Gómara en el centro del territorio soriano, muy cerca de la capital. Extensas
llanuras con cierta inclinación hacia el cauce del río Duero, donde van a
desaguar multitud de regatos y arroyadas entre las que figura el río Roldán
sobre el que se levantó nuestro puente.
La información más completa sobre esta obra la
recojo del propio panel informativo a pie de obra: […] El puente de piedra
de Alconaba sustituyó a uno de madera y fue construido en el año 1591 según
reza en un protocolo encontrado en el Archivo Histórico Provincial. En este
documento se detalla las condiciones en que se han de llevar a cabo tanto la
obra, precios, fecha y materiales a utilizar. Empieza así: Con las condiciones
siguientes se a de hacer una puente de piedra en el término de Alconaba, encima
del Royo que pasa por el camino que ban a Ribarroya. Que esta ciudad manda
hacer y el Señor Alonso de Miranda, regidor de esta ciudad y el Señor Pedro de
Santa Cruz, fiel de la Tierra, como comisarios que son de la dicha puente
acometido por el ayuntamiento […]. El texto es más amplio y se puede leer
en el citado panel informativo.
Respecto a su constructor he podido obtener alguna
información al respecto. Se trata de Juan del Campo, Natural de Ajo. Maestro de
cantería trasmerano. Se le cita en Soria en tiempos de una epidemia de peste
donde permaneció desde el año 1595. Trabajó en la provincia durante varios
años, destacando su actuación en Yanguas donde hizo una capilla. También
levantó el pretil de piedra que rodea la iglesia de las Carmelitas Descalzas
así como la torre de la iglesia del Monasterio de la Merced entre los años 1599
y 1600. En el año 1609 se encarga de reedificar la ermita de Ntra. Sra. de los
Remedios de la población de Noviercas. En octubre de ese mismo año se obliga
con el Ayuntamiento de Soria a levantar un arco de piedra para el reloj de la
Plaza del Postigo, obra que terminó su hijo Juan, al parecer en el año 1625. (Fuente:
“Artistas cántabros de la Edad Moderna”. Obra de María del Carmen
González-Echegaray et al. editada por la Institución Mazarrasa-Universidad
de Cantabria, 1991, página 124). Sin
embargo, en este nomenclátor no se le cita como proyectista o constructor de
nuestro puente.
Características actuales de la obra. Como decía anteriormente, no son muy diferentes a
las que supusieron su proyecto inicial si bien es cierto que en los últimos
años -quizás cuando se decide ponerlo en valor y acompañarlo de un interesante
panel informativo aunque sin fecha- se ha adecentado algo: mayor fijación del
llagado entre sillería con morteros inocuos que no desmerecen, también de los
ortostatos que conforman los pretiles, recuperación o consolidación de las
rasantes de entradas por cabeceras, reconstrucción de alguna de las aletas y el
firme, obviamente, diferente al que debió de ser original, quizás a base de
losas y alguna nerviación central. Ahora dispone de un firme de rajuela de
inspiración medieval que tampoco desentona mucho.
No tuve ocasión de medir las partes de la
estructura pero a juzgar por la memoria que hace el propio Del Campo, parece
que se diseña una alcantarilla en vez de un pontón. Ello se desprende de las
medidas que aporta en varas burgalesas (o sorianas) así como en pies
castellanos, que, aunque muchos autores difieren en su conversión al sistema
métrico decimal, las diferencias entre ellos no son tan llamativas como para
creer que en este caso, los datos de Del Campo sean para un proyecto menor. La
longitud del tablero incluyendo cabeceras en pies sería de 7,25 metros a los
que se añaden las conexiones con el camino que él proyecta en firme de piedra
-empedrado- y que equivalen en cada cabecera a otros 8 metros longitudinales
más. La luz del arco sería de 10 pies de vara, o sea, 2,78 metros, más o menos,
pero muy lejos del vano que presenta esta obra civil que en mi opinión, llega
hasta los 5/6 metros y que, incluyendo estribos de cabeceras, llega a una
longitud total de 25 metros. Sin embargo, según el proyecto original la anchura
del tablero era de 14 pies o 3,90 metros que bien pudiera ser el ancho de su
tablero actual. Los placajes de estribos tienen un grosor de 1,50 pies que
equivalen a 40 centímetros y la altura de estas manguardias o aletas llegan a
los 2 pies, o sea, algo más de ½ metro. No se detalla la actuación en las
defensas o pretiles, probablemente porque no tendría aunque su implantación no
se haría mucho tiempo después. Constan de grandes bloques de piedra caliza de
buena talla en piezas únicas u ortostatos, ligados entre sí con morteros de cal
y grasa ya que no se observa machihembrado. El lomo superior de estos bloques
se talla en forma convexa a modo de pasamanos. Las medidas de estos bloques son
de aproximadamente 80x50x30 centímetros siendo la última cifra el ancho de
pretiles lo que dejaría una plataforma neta para paso de 3,30 metros,
suficiente para que lo crucen todo tipo de carruajes de época.
Respecto a la fábrica en general, cabe mencionar
la calidad de la bóveda con variadas roscas de dovelaje de excelente talla,
volumen y trabado entre ellas cuya pericia canteríl se exhibe mejor en las
boquillas. Parece que se trata de piedra caliza y se mantiene bastante limpia,
con pocas manchas de humedades o calcificaciones en intradós. También destaca
el trabajo de estereotomía en la conjunción de las pocas hiladas que componen
los tímpanos y su conexión con las roscas exteriores de la bóveda, utilizando
piezas o sillares trapezoidales que se adaptan a la curvatura del arco. Esta sillería,
de cara vista ligeramente picada, también es homogénea y bien canteada. Sobre
el arco se disponen gruesas impostas de piedra caliza a base de unas pocas
piezas -no llegan a diez- en relieve y que sirven para soportar el peso de los
pretiles ya explicados. En cabeceras se disponen pequeños lienzos de sillería,
sillarejo y mampostería que constituyen las aletas en vuelta aunque sólo es
bien visible una de ellas ya que el resto pudieran estar enterradas en los
rellenos de cabeceras o quizás, han desaparecido. En cubierta y como ya se ha
señalado, figuraría un firme de losas de piedra, sustituido recientemente por
un firme a base de rajuela embebido en una lechada de cemento, bastante
compacta.
No dispone de señalización de tráfico para su
cruce por lo que, interpreto, se puede cruzar con cualquier vehículo. Como
decía, es encomiable que se difunda la historia del pontón por medio de un
panel informativo. Existe en el entorno una zona de recreo con algunas mesas y
bancos de piedra a la sombra de viejos chopos cabeceros. Tal vez, sería
conveniente poner en la propia carretera nacional alguna indicación que informe
al viajero sobre la posibilidad de visitar una obra civil histórica para lo que
debería de clavarse una señal en algún punto junto a Martialay indicando el
desvío con los consiguientes carteles de tráfico de fondo rosa que nos indican
la presencia de algún monumento de interés.
La información en internet sobre esta obra civil
es un desierto y ni siquiera la web municipal alude a ella. Es interesante la
web de sorianoticias donde se difunden algunas rutas pedestres por la zona y el
Duero de cierto interés. Sobre la importancia del patrimonio lineal de esta
digna calzada nacional con matrícula N-234 ya escribí hace años unos artículos
difundiendo su incomparable periplo así como algunos puentes de interés que se
pueden leer en la revista Solo Camión, números 280 y 281 de junio y julio de
2013.
Poco material fotográfico de este pontón se puede consultar en la red pero he encontrado esta serie bastante interesante aunque no muy antigua de la obra civil. Son tomas fechadas en mayo de 2017 que ha subido a Google Map un tipo avisado y culto -interesado por la pontonería histórica- que se llama Valentín Guisande Sancho. Enhorabuena, Valentín. Quizás, la diferencia con mis fotos del año 2021 es la presencia junto al puente de una fuente de hierro forjado que ahora ha sido desplazada a la zona de la casita y la escultura en madera del búho.
Carretera vecinal que desde Alconaba accede a la nacional N-234.
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