PINO DEL ORO. Zamora
ZA-321 PK 7,200
Nuestro puente se
encuentra ubicado en una extensa paramera al SW de la provincia de Zamora, en
la comarca de Aliste que se integra en la Mancomunidad Tierras del Pan.
Pertenece al término municipal de Pino del Oro y en su territorio se encuentra
el conocido “Parque Natural de Arribes del Duero” por el que discurre el río
Duero muy encajonado por sus farallones graníticos hasta su entrada en Portugal
donde el paraje se denomina “Parque Natural do Douro”. Curiosamente, el
puebluco al que pertenece se llamaba simplemente Pino hasta el año 2002 en que amplía
su topónimo a Pino de Oro, dando con ello relevancia a las viejas minas de este
metal que ya se explotaron en tiempos romanos probablemente desde la época de
Augusto hacia el siglo I d.C. Respecto a
la carretera a la que presta servicio nuestro puente señalar que conecta la
comarca de Aliste o “La Raya” con la de Sayago, esto es, Pino del Oro con
Villadepera a través de la carretera provincial ZA-321 cuyo periplo se prolonga
por el S hasta la localidad de Moralina, camino tortuoso y duro desde antiguo
que precisaba para cruzar el Duero de variadas barcas o puentes-barca de soga
en lo que se denominaba el viejo “Camino de los Arrieros”. El proyecto
carreteril, era amplio pues se pretendía comunicar los núcleos más importantes
de la zona como eran Ledesma con Alcañices e ir sustituyendo los peligrosos
pasos a través del río por los puentes-barca, en este caso, la que unía
precisamente las poblaciones de Villadepera con Pino de Oro. Esta barca de Pino
tenía, al parecer, una capacidad suficiente para transportar hasta 50 personas
y su última concesión de barcaje la tenía el marqués de Santa Colomba que
curiosamente, cobraba a sus usuarios tarifas diferentes en función del caudal
del río, quizás más caras cuando el caudal era elevado, sus avenidas más
violentas y existía mayor peligro en la travesía.
Los primeros estudios
modernos sobre la conversión de camino de tierra carretero en calzada más o
menos normalizada así como la necesidad de levantar este puente datan del año
1853 cuando lo analiza y hace los primeros bocetos el ingeniero de la
demarcación zamorana de fomento Práxedes Mateo-Sagasta y Escolar (1825/1903).
Se sabe que también participó en el complejo proyecto de un sector de la
carretera de primer orden entre Zamora y Orense que tenía que salvar los
portillos de El Padornelo y La Canda, más tarde nacional N-525 y ahora A-52
(Autovía de las Rías Baixas). En el ámbito ferroviario intervino durante el año
1852 en los estudios sobre la línea que conectaba Valladolid con Burgos. Poco
se conoce de la figura de Sagasta como ingeniero debido a su fugaz dedicación y
sobre todo al peso mediático de su extensa historiografía como político pero lo
cierto es que ejerció de ingeniero en la demarcación de Zamora y se sabe que -como
mente privilegiada- ocupó el primer puesto de su promoción en el año 1849 por
delante de prestigiosos colegas como eran José María Faquineto Ródenas o
Eusebio Page Albareda. Ya como diputado y tras fracasar en las elecciones de
1857 se le destinó profesionalmente como técnico a la demarcación de Toledo
hasta que con la intervención del político y exministro de fomento Claudio
Moyano, llega a Madrid donde también ejerció como docente en la recién creada EAOP
(Escuela de Ayudantes de Obras Públicas). Tras varias algaradas políticas,
exilios y la revolución de La Gloriosa de 1868 se dedica plenamente a la
política donde llegó a ser varias veces Presidente del Gobierno, la primera vez
en 1871, más tarde en 1874 y en el período de la Restauración volvería a serlo
en el año 1881 y en 1901; creo que asumió la jefatura del gobierno en 7
ocasiones que se corresponden con la presidencia del país por parte de
Francisco Serrano así como el reinado de Alfonso XII, la regencia de María
Cristina y varios años del reinado en minoría de Alfonso XIII. A nivel colegial
creo que es el único ingeniero de caminos que llegó a presidente de gobierno
obviamente sin contar con la fugaz jefatura de Leopoldo Calvo Sotelo.
Tras estos primeros
proyectos carreteriles en la zona parece ser que fue el político sayagués e
ingeniero agrónomo Federico Requejo Avedillo (1855/1915) quien presta atención
a la dinamización de la zona, especialmente en lo referente a sus
comunicaciones y así propone en sus
intervenciones del Parlamento como diputado el proyecto de carretera de Fonfría
a Fermoselle y Salamanca. Entre los estudios carreteriles presentados se
aprueba el que presenta José Eugenio Ribera Dutaste en el año 1897, muy
completo, con variadas soluciones y un detalle económico envidiable donde ya
figura un arco metálico parabólico de 120 metros de luz y flecha de hasta 90
metros sobre lámina de aguas, por aquellas fechas, récord de luz y altura en
las estructuras pontoneras del país. El peso de la estructura llegó a las 450
toneladas. El presupuesto económico era de 348.000.- pesetas aunque finalmente
se elevó hasta 599.000.- pesetas. La metalúrgica “Sociedad Duro Felguera” fue
la encargada de construir su vigamen y llevar a cabo las obras aunque se
produjeron complicaciones que demoraron la obra hasta su terminación. El
montaje se realizó a pie de obra elevando las palizadas metálicas sobre basas
de hormigón al tiempo que van montando las secciones de arco y avanzando el
tablero proporcionalmente y a partir de ahí se fue avanzando también en
voladizo como se muestra en algunas de las fotografías con algunas secciones a
base de puente-grúa (o cantilever), arriostrando el tablero a las partes del
arco que se iban volando. Se montaron una serie de diagonales auxiliares para
arriostrar los tramos de arco con los de tablero que posteriormente fueron
eliminadas para dar mayor claridad a la obra.
Su definitiva inauguración
se produjo en fecha 15.09.1914 con la presencia del entonces Director General
de Obras Públicas Abilio Calderón Rojo (1867/1939) que más tarde llegaría a
ministro de Fomento. Creo que fue entonces cuando se decidió bautizar al puente
-es un decir- con el nombre del político zamorano Federico Requejo.
Lo cierto es que se
trata de una estructura muy estudiada y comentada por excelentes técnicos
contemporáneos pero quiero señalar el trabajo al respecto de Juan José Arenas
en su libro “Caminos en el Aire. Los puentes” donde y pese a sus aceradas
críticas a Ribera -llega a decir que este hombre no tenía abuela, en plan
jocoso- le califica como uno de los mejores ingenieros que ha dado este país y
al respecto de su puente de Requejo nos cuenta con detenimiento la obra
aplicando su teoría de la obra que no deja de ser una clase de ingeniería
histórica y técnica: […] Muy al principio de su carrera le toca estudiar
como ingeniero del Estado la denominada carretera estratégica entre las
localidades zamoranas de Fonfría y Bermillo de Sayago -que ha de cruzar el
Duero casi en el comienzo del tramo fronterizo con Portugal- un tajo labrado
por el agua en imponentes roquedos graníticos. A la vista de la imposibilidad
de hacer bajar y subir a la pequeña carretera por estos acantilados la solución
de un cruce alto se impone y Ribera acaba planteando un viaducto a 90 metros de
altura sobre el agua. Pues bien, su conciencia y disciplina de ingeniero
honesto le llevan a estudiar a nivel de anteproyecto y con su correspondiente
valoración económica nada menos que 15 alternativas para este cruce. Los
diseños correspondientes, que pueden verse tanto en la ROP de 1908 como en el
tomo III de su libro “Puentes de fábrica y hormigón armado”, incluyen todas las
posibilidades imaginables. Y como nuestro insigne ingeniero no pretende el
menor protagonismo en el diseño, copia directamente obras conocidas y las
adapta al valle del Duero. Así, podemos ver los puentes de Garabit (Eiffel) o
el de Oporto (Seyrig), o el italiano de Padermo, trasplantados al Duero con
luces de 110 metros o soluciones de gran viga triangulada de vano único de 120
metros de luz con canto constante y variable o bien, un tramo continuo metálico
de tres vanos al estilo de los puentes de Eiffel que ya hemos visto. Para
concluir con una solución de tramo colgante-atirantado, una triple arcada de
hormigón, una gran bóveda de 96 metros también de hormigón y una solución
metálica con tablero tipo cantiléver. Analizando costes, Ribera se decanta por
un arco metálico con luz de 120 metros con articulaciones en ambos arranques
pero no en la clave y la elige por ser teóricamente la segunda en términos de
economía, superada sólo por el tramo suspendido, al que nuestro ingeniero,
recogiendo la ya amplia experiencia española en puentes colgantes arruinados,
vio los inconvenientes de vibraciones y de escasa durabilidad. La solución
retenida y finalmente construida es la de arco en celosía de directriz
parabólica y articulaciones en ambos arranques. Su luz teórica entre ejes de
rótulas es de 120 metros y su rebajamiento es de 1/5 de modo que la flecha
vertical en la sección de clave alcanza los 24 metros. Visto en sección
transversal el puente ofrece una anchura total de 6 metros de los que 450
centímetros corresponden a calzada para vehículos existiendo sendas aceras
elevadas de, cada una, 75 centímetros. La modulación de la distancia en apoyos
entre tablero y arco es de 6, 7 y 10 metros y el arco, en celosía y de canto
constante, se ha planteado de modo que esos montantes de apoyo del tablero van
a caer precisamente en nudos de la triangulación. Pero los soportes del apoyo
del tablero en el arco, que se han dispuesto en los bordes internos de las
aceras elevadas, no componen un plano vertical sino otro inclinado en sentido
transversal, con talud 1/12 de modo que, a medida que desde la sección de clave
nos movemos hacia un arranque, la anchura correspondiente del arco va
aumentando, lo que encaja perfectamente con los esfuerzos generados por el
viento transversal al puente. El montaje de la obra, que corrió a cargo de la
Sociedad Duro Felguera y en particular, del ingeniero de minas Domingo García Regueral, se realizó avanzando en voladizo desde ambos arranques y convirtiendo
mediante tirantes diagonales provisionales a cada semipuente en una celosía
triangulada, lo que elimina la necesidad de ningún tipo de cimbra de apoyo. O
sea, la misma técnica que actualmente utilizamos para construir grandes arcos
de hormigón. Como Ribera recuerda en cada oportunidad que se le presenta, el
cálculo resultó tan afinado que se llegó a un peso del viaducto de sólo 415
kilogramos de acero por metro cuadrado de puente…/… El puente de Ribera muestra
tal ligereza que en ese paisaje abrupto casi parece flotar. La aparición del
viaducto de fino encaje en esa tierra desolada es, para quien no lo conoce, una
sorpresa mayúscula. El contraste entre las averrugadas paredes de granito y la
finísima y ordenada malla de acero que cruza el valle es absoluto. El salto del
arco ingrávido de una pared a la otra llega, a fuer de ligereza, a parecer
natural y al contemplarlo uno no sabe qué sentimiento le domina más: si el de
esa naturalidad, al comprender que un peso tan leve para nada puede modificar
el estado de un paisaje de tanta fuerza telúrica o si es, al revés, el de asombro
ante el atrevimiento con que ese arco elegante pone en contacto dos paredes
potentísimas, yendo y viniendo entre ellas, botando y rebotando en una sucesión
infinita de saltos. Es difícil encontrar ejemplos de puentes en los que el
contraste entre naturaleza áspera, burda e intratable de un lado, y el
artificio humano refinado del otro, alcanza mayor dramatismo e intensidad. En
los que la labor humanista y civilizadora de los puentes queda tan patente.
Puede que ahí, pese a las lamentaciones de Don José Eugenio, resida en parte la
espléndida integración paisajística del viaducto de Pino […].
Las
referencias que nos hace del puente Leonardo Fernández Troyano son las
siguientes: Proyecto de 1895 y ejecución en 1913. Proyectista: José Eugenio
Ribera. Tipo: Arco biarticulado triangulado metálico con montantes muy
esbeltos. Las pilas de los accesos, también muy ligeras, están arriostradas con
triangulaciones horizontales y cruces de San Andrés. Longitud total de 180
metros. Luz del arco de 120 metros. Anchura del tablero de 6 metros.
Singularidades: Es uno de los grandes puentes metálicos españoles de la primera
mitad del siglo XX. Estructura ligera en su conjunto y bien encajada en el duro
valle del Duero de este lugar.
Entre
los tratados de pontonería interesantes cabe mencionar el titulado “Los caminos
y la construcción del territorio en Zamora” de donde escogemos algunos párrafos
sobre el puente de Requejo: […] La primera mención que aparece sobre la
construcción de un puente en la zona para conectar Sayago con Aliste se remonta
al año 1853 coincidiendo con el acta de diputado que obtiene el ingeniero
Práxedes Mateo-Sagasta (responsable de la demarcación de Zamora de obras
públicas) por lo que encarga a Eduardo López Navarro el estudio de un puente
que habría de situarse a unos 2 kilómetros aguas abajo del actual, con una
rasante más baja y aplicando una solución basada en dos tramos de fundición…/…
La solución adoptada definitivamente fue la denominada viaducto metálico de
pequeñas luces sobre arco articulado. Las dos primeras subastas quedaron
desiertas porque los constructores intuían grandes dificultades de montaje; la
tercera subasta fue adjudicada a Duro Felguera y por fin, se inició la obra en
el año 1902. Sin embargo, durante la obra surgieron serios problemas que
llevaron a la empresa a destajar la construcción del puente a una sociedad llamada
Montajes (nada nuevo en estos tiempos actuales con las subcontratas).
Esta sociedad abandonó la obra cuando se produjo un pandeo importante de 2
centímetros en la sección IV de la palizada y en consecuencia hubo que realizar
una serie de correcciones y de arriostramientos supletorios. La sociedad Duro
Felguera volvió a encargarse del montaje, esta vez bajo la dirección de
Robustiano Fernández, quién contrató a obreros de la zona sin cualificación a
los que fue instruyendo admirablemente a lo largo de los trabajos. La dirección
del montaje corrió a cargo del ingeniero de minas Domingo G. Regueral …/… De lo
ingenioso de la solución de Ribera da fe el hecho de que el peso del hierro
utilizado fue de 414 kg/m frente a los 6.000 y hasta 9.000 kg/m de los puentes
de Eiffel. Conserva en los accesos un poste de época de fundición con el nombre
del puente y la metalúrgica encargada del montaje. El paraje en el que se sitúa
es de una belleza extraordinaria. El conjunto de la obra en su entorno debería
ser objeto de mayor atención y publicidad debido a su gran valor histórico,
estético y simbólico […]
En
general, se trata de un proyecto y ejecución pontonera bastante estudiado por
diferentes técnicos y docentes de la ingeniería, no obstante, añadiré para su
mejor conocimiento y detalles el estudio y artículo que elaboraron para la ROP
del año 2015, número 3562 los ingenieros José Antonio Llombart Jaquet y David
Rodríguez Bragado en virtud de que tuvieron que enfrentarse a la última
rehabilitación de esta emblemática estructura con los riesgos que ello
conllevaba, el primero de ellos como asesor y quizás, como director técnico en
representación del estudio EIPSA y el segundo como funcionario o ingeniero del
Estado, aunque lo sea a nivel de la Junta de Castilla y León, adscrito a la
provincia de Zamora como jefe de sección de proyectos y obras. Sonrío al escribir
lo de “funcionario” o técnico del Estado recordando algunas críticas o
paradojas señaladas al respecto por expertos como Manterola, Fernández Ordóñez
o Torroja Cabanillas -entre otros- que solían decir o ironizar ante la carestía
o poco trabajo que se les otorgaba a los cuerpos técnicos de la Administración,
delegando -no sólo obra nueva para puentes normalizados sino que
rehabilitaciones de envergadura- en el variado elenco de estudios privados de
ingeniería o directamente constructoras de la obra pública de este país. Bueno,
pues ahí tenemos al señor Rodríguez Bragado haciendo honor a su segundo
apellido en su acepción de “resolutivo, enérgico y firme” enfrentándose a una
compleja puesta al día de este digno e histórico puente-viaducto (lo de
puente-viaducto entra dentro de lo que el propio Ribera proponía a nivel
docente en su división de estructuras sobre ríos y/o cañones o valles cerrados
para diferenciarlo de lo que era un puente sensu stricto. Del artículo de estos dos ingenieros recojo lo
siguiente: […] El puente-viaducto de Requejo, conocido popularmente como el
puente de Pino, salva el río Duero a su paso por los municipios de Pino del Oro
y Villadepera, en la provincia de Zamora. Fue inaugurado el 15 de septiembre de
1914. José Eugenio Ribera lo había proyectado casi veinte años antes, eligiendo
el acero como material estructural. Trazó y analizó hasta doce soluciones
diferentes, calculando los costes de cada una de ellas, así como las ventajas
relativas de los arcos empotrados y biarticulados. El puente construido está
formado por un arco biarticulado de 120 metros de luz de directriz parabólica rebajada
a 1/5, de canto constante y con tablero superior de alma llena. Las vigas
principales están formadas por dos dobles ‘T’ unidas por barras dispuestas en
un enrejado en ‘N’, y arriostradas por dos cruces de San Andrés. Actualmente,
la Junta de Castilla y León dispone del proyecto original completo del puente
de Pino, firmado por José Eugenio Ribera, el 1 de agosto de 1897. Se trata de un valioso documento, que hoy día pertenece ya a la historia de la
ingeniería y del que se ha considerado oportuno entresacar algunos datos y
figuras interesantes. El proyecto, realizado en su día, estuvo precedido de un amplio
estudio relativo a los puentes de arco existentes en el mundo en aquel momento,
acompañado de extensos cálculos orientados a ampliar el conocimiento del
comportamiento estructural y a la obtención de la solución más adecuada a
adoptar en el puente de Pino. Gran parte de los detalles y cálculos existentes
en el proyecto desarrollado están contenidos en el libro escrito por el propio
Ribera, titulado ‘Grandes Viaductos’ y editado en el año 1987, del que
actualmente existe un ejemplar en la Biblioteca del Colegio de Ingenieros de
Caminos de Madrid. El texto contiene extensos comentarios relativos a la
tipología y al comportamiento estructural que hoy en día tendrían plena validez
en el orden conceptual, a pesar de que gran parte de las conclusiones proceden
de la consideración del análisis de resultados de cálculos realizados con los rudimentarios
medios existentes en la época, así como por deducciones procedentes de la
simple intuición. El proyecto está magníficamente realizado con un detallada definición
de los elementos de la estructura metálica (posición, características
geométricas y secciones transversales), de tal forma que durante los trabajos
de rehabilitación ha sido posible elaborar un modelo completo en 3D para su
análisis con ordenador …/… otro detalle
del proyecto corresponde a un alzado del arranque del arco biarticulado
mostrado en un plano del proyecto, al lado de una fotografía real. En el
proyecto existe una gran cantidad de cálculos gráficos realizados para la
determinación de esfuerzos en barras, obtención de líneas de influencia y
verificación de la seguridad frente al pandeo de piezas comprimidas, con los
procedimientos propios de la época…/… otro detalle corresponde a uno de los
cálculos gráficos contenidos en el proyecto. Las acciones de tráfico tenidas en
cuenta consistieron en una carga uniforme de 300 kg/m2 más la consideración conjunta
del efecto de unos trenes de carga representados en otros dibujos. La obra se
realizó según la forma descrita en el proyecto, salvo muy pequeños cambios. Uno
de ellos fue el relativo al pavimento a disponer, cuya definición original
estaba representada en la sección transversal del tablero …/… En un artículo
publicado en la Revista de Obras Públicas, el 24 de septiembre de 1914, el
propio Ribera comentaba que “su proyecto suponía que el pavimento de la calzada
sería entarugado de madera, pero la Superioridad había impuesto que se pusiera
firme de piedra, y así se había ejecutado”. Una de las consecuencias de dicha
modificación fue un considerable aumento del peso muerto del tablero. El
pavimento existente, en el momento de la reciente actuación llevada a cabo,
estaba formado por un relleno de macadam con un espesor comprendido entre 31 y
42 cm, más un riego asfáltico superficial. El peso medio estimado era del orden
de 754 kg/m2. Resultaba un tanto paradójica la existencia de una gruesa capa de
macadam cuyo considerable peso gravitaba sobre el tablero y su contraste con la
ligereza y esbeltez de la estructura que servía de soporte. Ante tal consideración,
uno de los objetivos de la rehabilitación consistió en disminuir significativamente
la magnitud de la carga muerta existente. El montaje de la estructura original del
puente se realizó actuando conjuntamente por los dos lados, siguiendo un método
mediante avance en voladizo y triangulación provisional mediante tirantes
inclinados formados con perfiles metálicos […].
Como
decía, hay múltiples estudios o trabajos académicos o divulgativos sobre el
Puente de Pino y quizás, uno muy interesante porque abarca ampliamente este
tipo de obras hasta la implantación palpable del hormigón armado y cita
expresamente esta estructura varias veces es un artículo de Gloria Otero en la
vieja revista del MOPU titulado “De la utopía a la rutina” cuyas referencias anoto
en el último apartado de este artículo. Por demás, conviene releer al respecto
de esta obra pública lo que anota el siempre perspicaz y analítico José Ramón
Navarro Vera en su libro “El puente moderno en España de 1850/1950” donde
apunta otros aspectos interesantes del proyecto, características, materiales y
levantamiento de este puente: […] En 1894 Ribera, con ocasión del proyecto
del puente de Pino sobre el Duero hizo un estudio muy completo de los
materiales metálicos para estructuras de puentes con el fin de elegir la mejor
alternativa entre el hierro forjado y el acero para su arco de 120 metros. Él
propuso finalmente a la Junta Consultiva de Caminos el empleo del acero. En su
estudio, Ribera realizó una encuesta en el mercado nacional e internacional de
ambos materiales. Cuando se publicó su informe había seis factorías en España
que producían acero: La Maquinista Terrestre y Marítima (Barcelona,
Bessemer-Martin Siemens, La Vasco-Belga (Bilbao-Bessemer-Martin Siemens), La
Vizcaya ((Bilbao, Bessemer-Martin Siemens), Duro y Compañía (Asturias,
Martin-Siemens), Mieres (Asturias. Martin Siemens) y Altos Hornos de Vizcaya
(Bilbao-Bessemer-Siemens), publicados en la ROP 1896, página 75 con el título
“Estudio sobre el acero en los puentes”. Finalmente, le fueron aceptadas las
tensiones de trabajo máximas de 10 Kg/MM2 pero advirtiéndole que en caso de
elementos sometidos a esfuerzos alternativos de tracción y compresión debería
de introducir un factor de seguridad de 3 sobre esas tensiones máximas. Ribera
llamaba la atención sobre la inexistencia de límites de elasticidad para los
materiales metálicos en la norma española…/… Todavía por aquellos años había
técnicos que justificaban la elección de hierro forjado frente al acero como el
caso de Luis Acosta para su Puente de Barca sobre el río Lérez en Pontevedra
aduciendo que era significativamente más barato. La tensión de rotura para el
acero de Pino era de 40 Kg/mm2 y el límite elástico entre 20 y 26 Kg/mm2 …/… El
viaducto del Pino no sólo es uno de los puentes más importantes en la historia
de la ingeniería civil española por su escala, pureza constructiva y relación
con el paisaje, sino porque reveló a su autor como el primer gran ingeniero
especialista en puentes de nuestra propia historia. Ribera era un inconformista
ante las soluciones rutinarias. Técnicamente muy ecléctico, nunca daba una
solución por buena sin estudiarla minuciosamente, especialmente desde el lado
de sus ventajas económicas. Estaba muy bien informado de los avances de la
ingeniería europea a través de frecuentes viajes en los que recogía otras
experiencias dándoles su toque personal y haciéndolas más eficientes
económicamente. Fue un hombre de acción más que un teórico…/… Cuando terminó la
carretera del puente de Pino en 1897 fue destinado a Oviedo donde se ocupó del
puente de Ribadesella pero sigue viajando como denotan sus desplazamientos a
Suiza acompañado por Probst, proyectista de puentes metálicos y los modelos de Javroz
y Schwartzwasser pudieron inspirarle para el puente de Pino aunque siempre
buscado los ahorros en costes; para Pino estudió 12 soluciones diferentes
calculando costes y ventajas relativas a los arcos empotrados y biarticulados.
Pensaba que, como ocurre en una viga recta, el empotramiento ahorraba material
al ser los esfuerzos menores, sin embargo, demostró que en este caso el ahorro
de material no era sensible con relación al biarticulado y concluía con este
razonamiento: El peso del hierro aumenta en los arranques del arco empotrado.
La acción de la temperatura es más desfavorable en el arco empotrado que en el
articulado, especialmente en arcos de pequeña flecha. Es un error asimilar el
empotramiento de una viga recta al de un arco porque en la primera prima el
esfuerzo de flexión mientras que en la segunda, lo es la compresión…/… Ribera
criticaba el modelo de puentes en arco de gran flecha tipo Eiffel porque era
una solución cara y en general más pesada y cuando estudió el de Garabit se
sorprendió mucho por su gran peso. El viaducto del Pino finalmente construido
es un arco de 120 metros de luz de directriz parabólica y las vigas principales
están formadas por dos dobles T unidas por barras dispuestas en un enrejado en
N y arriostradas por dos cruces de San Andrés. Los planos de las caras
laterales del arco se disponen en un talud de 1/12 que se prolonga en las
palizadas, más adecuado frente a esfuerzos del viento que las disposiciones
paralelas. La parte metálica del viaducto fue construida por Duro-Felguera y el
puente se inauguró en fecha 15.09.1914. Una semana después Ribera publicó un
artículo en la ROP donde hace una autocrítica de su proyecto por cuestiones de
costes reales de la obra y considera que hubiera sido más económico un puente
recto en celosía de tres tramos con pilas de sillería o metálicas como el
construido en Alcoy por Lafarga o una solución colgada similar al puente que
acababa de ganar por concurso en Amposta; entre ambas soluciones, Ribera se
inclinó por la de Alcoy sobre el río Molinar…/… Ribera tenía 23 años cuando
proyectó Pino, lo construye con más de 40 años y su ideario funcional-económico
se ha afirmado y no deja muchos resquicios a la imaginación pero ciertamente,
20 años antes del ideario del joven ingeniero debió de ceder ante la emoción de
construir un arco de 120 metros volando sobre el Duero […].
Un
último estudio que me gustaría reflejar como amante de la caminería y al que
tampoco se ha prestado demasiada atención es lo concerniente a la carretera a
la que presta servicio la obra civil. Recurro a lo escrito al respecto por el
propio José Eugenio Ribera que en su manual docente de “Puentes de fábrica y
hormigón armado” nos cuenta: […] En la carretera estratégica que estudiamos
en 1897 entre Fonfría y Bermillo de Sayago se desarrolla el trazado en mesetas
entrellanas y a unos 250 metros de altura sobre el nivel del río Duero que las
divide por una muy pronunciada depresión en la que teníamos que proyectar la
obra de paso correspondiente. Estableciendo la rasante de un puente a unos
15/20 metros de altura, suficiente para su desagüe, hubiera sido necesario
desarrollar la bajada hasta el puente con un recorrido de unos 4 kilómetros al
6% y después atravesar el río, continuar con una rampa de igual longitud y
pendiente. Las márgenes del río son muy abruptas en casi toda su altura y en
una gran extensión de su cauce, en la zona de ubicación del puente, además, no
había vaguadas afluentes que permitieran aquellos desarrollos del trazado, por
lo que éste necesitaba recurrir a varios zigzag con todos los inconvenientes de
gasto y de peligro. El coste medio de un kilómetro de carretera en aquellas
pendientes y rampas de acceso al puente, no siendo inferior en aquella época a
100.000.- pesetas (hoy costaría más del doble), los 8 kilómetros de desarrollo
hubieran representado un gasto de 800.000.- pesetas. Nos pareció, pues,
evidente la conveniencia de un gran viaducto pero el problema magno consistía
entonces en determinar la rasante que había que adoptar. Ante esa indecisión
procedimos por laboriosos tanteos de trazado y de soluciones correspondientes a
diversas rasantes de viaductos para que los aumentos de costes del viaducto
fueren compensados por la reducción en longitud de la carretera. Conseguimos
fijar la rasante del viaducto a 90 metros sobre el río y disminuir en 2.200
metros el desarrollo del camino que sólo necesitó un amplio zigzag en la margen
derecha. Quedó, además, a favor del tránsito la reducción de la bajada y
consiguiente subida en los 70 metros que conseguimos así elevar la rasante […].
Conviene también fijarse en otras obras menores bajo el firme carreteril
como son algunas alcantarillas y tajeas donde se emplea la piedra en sillería
de gran calidad, especialmente en boquillas -ver fotografías- o tajeas dobles
con buena talla en la pila intermedia, dovelaje pulcro y bien rematadas aunque
en ellas predomine la mampostería.
Cabe
considerar que desde su levantamiento como obra nueva habrá tenido alguna
intervención de mantenimiento o ligeros apaños em su estructura pero la más
determinante ha sido la que se efectuó en el año 2013 por parte del Servicio
Territorial de Fomento de Zamora, órgano de la Junta de Castilla y León,
trabajo del que ya se han puesto referencias en párrafos anteriores -artículo
de la ROP año 2015, número 3562- y del que extraigo estos textos: […] Rehabilitación
de las vigas principales y del sistema de drenaje. 3.1. Problemática
existente Existía un problema generalizado de corrosión en la práctica totalidad
de las vigas principales (fig. 9). En la parte superior, que aflora sobre el
tablero, la oxidación había sido importante habiendo desaparecido gran parte de
la zona superior del alma, por debajo del ala. La considerable pérdida de
sección constituía una seria anomalía que se consideró importante corregir con
carácter urgente por motivos de seguridad, ya que quedaba debilitada parte de
la estructura del tablero. El tablero disponía de 14 sumideros como el que
puede verse en la figura 10. Existían signos evidentes de haberse producido una
sistemática acumulación de agua en los tramos entre sumideros y ello había
originado la progresiva corrosión de las vigas principales. 3.2 Trabajos
previos. Para conocer las características más relevantes del acero que
constituye la estructura del puente se extrajeron muestras que fueron ensayadas
en laboratorio, dando como resultado valores de tensión de rotura a tracción comprendidos
entre 377 MPa y 455 MPa. La soldabilidad metalúrgica del acero de las muestras
ensayadas resultaba ser “baja” para los procesos habituales de soldadura por
fusión al arco eléctrico, debido básicamente a la alta susceptibilidad del
mismo al agrietamiento en caliente. Para el refuerzo de la estructura se
utilizaron exclusivamente uniones atornilladas y solamente se practicó
soldadura para la unión entre sí de los nuevos elementos de acero incorporados.
3.3. Descripción de los trabajos. En la figura 11 correspondiente a la
sección tipo del tablero pueden verse dos vigas longitudinales principales (que
son las que presentaban los problemas de corrosión reflejados en las figuras 9
y 10) y tres vigas longitudinales secundarias que sustentan unas placas
abombadas sobre las que se apoya el firme. La reparación y refuerzo de las
vigas se realizó de acuerdo con el siguiente proceso: Fase 1. Cajeado del
firme. Retirada de las chapas que forman las aceras. Limpieza de las zonas
afectadas por la corrosión y retirada de los sumideros (fig. 12). Fase 2.
Colocación de la chapa de refuerzo (127x8 cm) sobre el ala superior de la viga
principal. Unión mediante tornillos M12 (fig. 13). Fase 3. Colocación de chapas
laterales de refuerzo con unión al alma de la viga mediante tornillos y
mediante soldadura a la chapa de la fase 2 (fig. 14). Fase 4. Colocación de
perfiles para elevar la altura de las aceras y reposición de las mismas chapas
de acera que fueron retiradas en la FASE-1. Unión mediante tornillos M12 (fig.
15). 3.4. Ejecución de los trabajos. Se comenzó con la retirada de los roblones
que sujetaban las chapas de las aceras. El sistema que resultó más eficaz consistió
en cortar la cabeza del roblón con un pico y extraer el cuerpo con un puntero. Una
vez que la chapa de la acera había sido retirada, se procedió a la limpieza de
las zonas afectadas por la corrosión y a la colocación de la chapa sobre el ala
superior de la viga principal (fig. 16). Fase siguiente: colocación de las dos
chapas laterales de refuerzo (fig. 17) La última fase correspondía a la
colocación de los perfiles con sección en ‘C’, necesarios para apoyar las
chapas que forman las aceras, y que queden elevadas 40 mm con respecto a su
posición original, debido al espacio necesario para poder apretar los tornillos
(figura 18). 4. Sustitución del firme del tablero El tablero del puente
estaba formado por una matriz de chapas abombadas de 4 x 96 elementos sobre la
que se apoyaba el firme de macadam de espesor variable entre 31 y 42 cm. El
macadam tenía un volumen total de 350 m3 aproximadamente y un peso de unas 665
toneladas. Con el objeto de reducir espesor y peso, se desarrolló una solución
consistente en retirar la totalidad del material de relleno (figura 20) y
construir en su lugar un firme monolítico de hormigón armado con bombeo del 2 %
y juntas serradas cada 5 metros. Para asegurar la impermeabilidad, se proyectó
una lámina de resina de poliuretano en dos capas (imprimación y revestimiento),
previa limpieza de las chapas con chorro de arena (fig. 21). En la parte de la
chapa expuesta a la intemperie se proyectó una resina acrílica. El volumen de
hormigón empleado fue de 127,5 m3, con un peso de 299 toneladas, lo que supone
una reducción de más del 50 % con respecto al peso del firme original.
Previamente a la construcción del nuevo firme se dispuso un geotextil en toda
la superficie del tablero para evitar la adherencia entre el hormigón y las
bóvedas existentes de chapa metálica (fig. 22). El hormigonado (fig. 23) se
realizó desde el centro hacia los extremos, transportando el hormigón desde los
estribos hasta el tajo con un dumper, de forma que la adición de cargas sobre
el tablero se realizara siempre con cierta simetría. Para limitar las fisuras
de retracción se dispuso un mallazo de 15 x 15 cm y 5 mm de diámetro. Para
conseguir buenas condiciones de adherencia en la rodadura de vehículos se
efectuó un ranurado de la superficie. Se utilizó un cepillo de barrendero
(figura 24). Las juntas se serraban al día siguiente con una separación de
cinco metros. En la figura 25 se muestra el aspecto general del puente durante
el hormigonado. Se aprecia, en la parte inferior izquierda donde no se ha
hormigonado, el aspecto del tablero tras la retirada del macadam y que dejaba a
la vista las chapas abombadas. Finalmente, se trataron las juntas serradas de
retracción y se colocaron las dos juntas de calzada, con una anchura de 612 mm,
que permiten movimientos de hasta 80 mm. El máximo movimiento calculado en el
puente de Pino es de 30 mm en cada estribo. 5. Prueba de carga dinámica. Una
vez finalizadas las obras de rehabilitación en el tablero se realizó una prueba
de carga dinámica. Aunque habitualmente el comportamiento dinámico de un puente
se estudia sólo en grandes luces o en aquellos puentes que van a estar
sometidos a problemas de tipo vibratorio por la acción de cargas exteriores, en
el puente de Pino se consideró útil conocer su respuesta dinámica habida cuenta
de la ligereza y esbeltez de algunas de sus partes. La información experimental
obtenida en la prueba de carga dinámica se conservará por si en el futuro
interesase realizar una nueva prueba y comparar resultados en el caso de que se
presentasen signos de alguna patología oculta o si se apreciasen de vibraciones
mayores de las habituales. Resumen y conclusiones: En la reciente
rehabilitación de puente de Pino, efectuada en 2013, se ha mantenido
respetuosamente el aspecto exterior inicial, dado su carácter de obra
excepcional por su valor histórico y estético. Con la reparación de los
desperfectos observados en las vigas principales se ha restituido e
incrementado la capacidad resistente. En cuanto a los aspectos funcionales relativos
al tráfico, se ha mejorado la eficiencia del sistema de drenaje y se ha dotado
de un firme con una superficie de aspecto impecable (fig. 26), provisto de las apropiadas
juntas de calzada en los extremos del tablero. La disminución del peso del
pavimento ha representado una notable mejora de la capacidad resistente global
del puente frente a las acciones de tráfico. Durante la fase de diseño de la
rehabilitación a realizar se contempló la posibilidad de sustituir la totalidad
del firme por una chapa ortótropa apoyada en las vigas transversales, con el
objeto de conseguir una reducción de peso todavía mayor. Tal solución no se
utilizó, por el momento, debido a su alto costo económico previsible. Se
consideró que la reducción de peso efectivamente conseguida con la disposición
del firme de hormigón resultaba suficiente y equilibrada con su costo,
considerablemente menor. Los trabajos efectuados recientemente para la
rehabilitación del puente de Pino se resumen en los siguientes puntos: -
Reparación y refuerzo de vigas principales de tablero - Dotación de un nuevo
sistema de drenaje del tablero y su impermeabilización - Sustitución del firme
existente de macadam por firme de hormigón. Esta operación ha
representado una reducción del peso muerto en 406 kg/m2. - Nuevas juntas de
calzada. Una vez finalizados los trabajos descritos, el puente de Pino cuya
construcción finalizó hace 100 años, se encuentra nuevamente en servicio. La
escasa demanda de tráfico de la carretera ZA-321, cuya calzada discurre sobre
el tablero del puente, constituirá una circunstancia favorable en cuanto a las
condiciones de conservación de la obra en el futuro. Las previsiones de escaso tráfico
se deben, por una parte, al sinuoso trazado de los tramos de acceso al puente y
fundamentalmente, por la existencia de una reciente ruta alternativa para cruce
del río Duero que utiliza la coronación de la presa del Embalse de Villalcampo.
Gracias a ello, las condiciones ambientales serán óptimas para los visitantes
que deseen admirar esta magnífica obra de la Ingeniería de principios del siglo
pasado, que se mantiene en su original aspecto y disfrutar al mismo tiempo de
la contemplación del paisaje de los Arribes del Duero. 7. Realización. Propiedad:
Junta de Castilla y León. Dirección de Obra: Consejería de Fomento y Medio
Ambiente. (Junta de Castilla y León). Proyecto y asistencia técnica: Eipsa. Empresa
Constructora: Collosa. Finalización de la obra y nueva puesta en servicio: mayo
de 2013 […].
Los
trabajos de restauración del puente supusieron el corte de tráfico pertinente
entre el 24 de abril hasta el 19 de septiembre de 2013. El costo total de las
obras ascendió a 220.195 euros, sufragadas por la Junta de Castilla y
León. Parece ser que existirá una segunda fase de rehabilitación,
probablemente de las zonas bajas de pilas o palizadas así como eliminación de
óxidos en las vigas metálicas y entramado metálico de intradós, incluyendo las
chapas combadas o de “rincón de claustro” que soportan el nuevo firme.
Características
actuales de la obra. Lo cierto es que poco o nada me queda por
añadir al tener la suerte para este caso de un oportuno acceso a mucha
información relevante sobre su proyecto, construcción y hasta rehabilitación.
Algunos detalle son reiterativos pero así es la información existente sobre
esta estructura; en otros casos, hay ligeras diferencias de explicación sobre
la obra, materiales, mediciones, fechas y un largo etcétera pero sin relevancia
alguna. Las dudas que me quedan por esclarecer tienen algo que ver con el
auténtico proyecto carreteril, quién lo firmaba y quién lo llevó a la práctica
en su totalidad. En el momento en que se formaliza el proyecto ocupaban la
demarcación de Zamora y por lo tanto, determinarían y/o autorizarían el tipo de
estructura los siguientes: Ingeniero-Jefe, José Nogales Merino e ingenieros
subalternos Luis Justo Sánchez (el del estropicio del viejo puente de Zamora
sobre el Duero), José Nogales López y Antonio Nieto Vives. Ahora bien, para el
momento de su construcción cabe decir que Nogales Merino ya no estaba en la
demarcación de Zamora pues en el año 1905 fue trasladado a la demarcación o
División del Duero aunque parece plausible que -como en otras demarcaciones
provinciales- los nuevos agrupamientos se hicieran a favor de las cuencas, caso
parecido a lo que ocurrió en el Ebro, Tajo, Guadiana y otros cauces
importantes; por ello, pudiéramos seguir pensando que Nogales Merino y sus
asistentes seguirían al mando -como autoridades técnicas administrativas- de
las construcciones de puentes en el momento en que se inician y terminan las
del Puente de Pino. Como ayudantes de obras públicas para aquella demarcación y
que pudieran tener protagonismo en nuestro puente figuraban Serafín Fernández,
Antonio Mañas, Antonio de la Portilla, Luis de la Parra, Juan López Bermúdez y
Ladislao de la Torre. Retrotrayéndonos a la presencia de Mateo-Sagasta en
Zamora pues señalar que hacia el año 1855 el distrito de Salamanca -que llevaba
Ávila, Zamora y Salamanca- estaba dirigido por Francisco García San Pedro como
ingeniero-jefe de 2ª clase y Práxedes Mateo-Sagasta como ingeniero primero con
el número 23 del escalafón, responsable de Zamora. Otras de la dudas que tengo
con respecto al proyecto original que data del año 1897 es la propia presencia
y elaboración del proyecto por parte de Ribera teniendo presente el rígido
protocolo de la Administración; por aquellas fechas nuestro ingeniero estaba
adscrito a la delegación de Oviedo, dirigida por Francisco Pérez Casariego como
jefe y como ayudantes a José Eugenio Ribera Dutaste, Delfín Fernández, Manuel
Gomendio y Martín Díez de la Banda (ROP 1898, 16-marzo).
Un
aspecto poco o nada comentado en el estudio de este puente es el de sus
estribos, potentes y firmes estribos de ambas cabeceras. Aprovechando los
batolitos de granito del propio terreno adyacente se supone que debió de salir
a cuenta el empleo de canteros para esta estructura independientemente de que
el Señor Ribera soliera estar en contra de este gremio por lo caro de su
trabajo y que encarecía sus presupuestos. En este caso y como sostén del
edificio metálico en ambos taludes rocosos del Duero -más bien el tablero- se
decide por la fábrica de sillería en roca granítica con piezas de gran volumen
aunque variado, buena talla, escuadría y disposición prácticamente en seco;
robustas hiladas que trepan hasta la rasante en ambos lados manteniendo la
escotadura central o plinto donde encajan y reposan las cabezas del tablero.
Prescinde de la mínima decoración que apenas esboza en las esquinas donde a
modo de aristones incorpora sillería vertical con cierto relieve. En la
actualidad hay algunos paños donde se han producido movimientos en las piezas
ocasionando grietas que han sido reparadas con masas de mortero que desmerecen
la obra original. La sección de estos macizos es del tipo baluarte, más anchos
en los arranques para dar mayor firmeza y estabilidad a los elementos;
probablemente esta sillería no deja de ser el chapado de un relleno de hormigón
armado, material propio de Ribera. Lo cierto es que no se observan bien dada la
densidad de matorral que crece junto a estos estribos.
En
cubierta también destacan las secciones en cabeceras de pretiles, bien
compuestos, altos y solventes, en hormigón, que todavía presentan un aspecto
saludable; puede que algunas piezas sean también de granito pero no lo adivino
por el exceso de líquenes, musgos secos y manchas en ambas caras. Son enormes
bloques de ortostatos bien imbricados y tratados a bisel en sus bordes
superiores en un juego con esquinas dado que las cabeceras de la plataforma son
ligeramente más anchas que el tablero. Incluso disponen de una imposta en
relieve de buena talla y biselada que también concede cierto aspecto cuidado y
decorativo a la fría obra metálica.
Por
último, el otro encanto visual que tiene la obra civil es el de los petos en el
tablero. Ribera vuelve a su recurrente y contradictorio interés por lo bello
aunque práctico en algunos elementos de sus puentes. En este caso, su estudio
detallado de la rejería que va a imponer en este puente merece atención y
aplauso ya que la barandilla que vemos en la actualidad sigue siendo la misma
que diseñó hace un siglo. Por secciones de 6 metros -la del tablero- va
protegiendo la plataforma con estos petos dignos y como decía, bellos. La
aparente sencillez de su entramado a base de barras verticales de cuadradillo,
bien de sección cuadrada o rectangular solidarias a los montantes que recorren
la longitud del tablero es eso, una necesidad eficiente pero se adorna con
curiosos círculos y semicírculos que actúan como separadores de los perfiles.
La sencillez de las barandillas contrasta con su montaje complejo ya que no
existe soldadura por ningún sitio, ni siquiera tornillería, sino que se recurre
al fijado por remache de acero en caliente y reforzando los nudos superiores
con platabandas y piezas en forma de C anudadas a las diferentes barras que
culminan con otra pieza larga que constituye el pasamanos. Estas secciones o
bastidores se empotran en los pretiles extremos y al mismo tiempo se van
fijando por el suelo a los diferentes tornapuntas metálicos que soportan los
viales peatonales en vuelo. Vamos, una virguería de barandilla de las que aún
subsisten algunas en los puentes decimonónicos y de principios de siglo. En
todo caso, sería conveniente un decapado total de pinturas e imprimaciones,
revisión de los pernos y uniones y nueva pintura antioxidante.
Pasa
saber más. Quizás, por el propio protagonismo de su autor, el Señor Ribera,
pues conviene leer las variadas referencias que hace a su puente en el famoso
manual docente titulado “Puentes de fábrica y hormigón armado”, para este caso
en su edición de 1925 en Madrid por Gráficas Barragán, especialmente en la
Primera Parte, Anteproyectos, pero en diferentes páginas. También son de la
incumbencia de Ribera algunos artículos en la ROP como los del año 1914, tomo
2031 firmado por Miguel Fernández García o el del tomo 2035 firmado por el
propio Ribera. El libro titulado “El puente moderno en España 1850/1950”, tomo
I, obra de José Ramón Navarro Vera editada en el año 2001 por la Fundación
Juanelo Turriano, también en variadas páginas. El amplio tratado pontonero
titulado “Los caminos y la construcción del territorio en Zamora. Catálogo de
puentes”, obra de Pilar Chías Navarro y Tomás Abad Balboa editado en el año
2004 por “Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo” de la Diputación
de Zamora así como CEDEX-CEHOPU y la colaboración de CajaEspaña, con un amplio
despliegue fotográfico entre las páginas 442/449 e interesantes llamadas o
notas documentales de archivos. La revista del MOPU en su número extraordinario
345 de fecha julio-agosto de 1987 titulada “Guía de puentes de España”, donde
Gloria Otero se encarga de los puentes del siglo XX en un artículo titulado “De
la utopía a la rutina”, páginas 176 y ss. También es importante el detallado
estudio ya mencionado para la rehabilitación de parte del puente a cargo del
Servicio Territorial de Fomento de la Junta de Castilla y León plasmado en un
artículo para la ROP del año 2015, número 3562, a cargo de los ingenieros José
Antonio Llombart Jaquet y David Rodríguez Bragado. Otro libro que le presta
cierta atención es el titulado “Puentes de España. Tránsitos de culturas”,
capítulo “Puentes del siglo XX y XXI” a cargo de Leonardo Fernández Troyano,
ficha 99, edición de Lunwerg en el año 2009. Otras referencias ya se citan a
pie de fotos. Respecto a lo que se puede consultar en las variadas sites
cabe citar en principio el blog de pueblosdesayago por su calidad y detalle
informativo. La web municipal también informa con cierto detalle de esta obra civil, cosa insólita en la mayoría de ayuntamientos con respecto a sus puentes históricos. También ociozamora, caminoon, lasendadelduero, elferial49,
luz10-com, puentemanía. También existen vídeos rodando el puente como son el de
fecha 01-08-2014 y otro del 25-04-2016. La información periodística se puede
consultar en El Norte de Castilla de fecha 11-08-2019, La Opinión de Zamora de
fecha 14-08-2014 y 10-04-2021 o en El País de fecha 03-06-1982 con un excelente
artículo de José Antonio Fernández Ordóñez. Durante el mes de
agosto, y coincidiendo con el primer centenario del Puente de Requejo, se
celebró una exposición conmemorativa organizada por la “Asociación
Cultural La Mayuela”con el título “190 Metros” haciendo alusión a la distancia
que hay que cubrir sobre el puente para pasar de la comarca de Aliste a Sayago.
Dibujos de alzado del puente y sección del tablero de la obra original que se puede datar en el año 1897. ROP 1914.
Dibujos de las sobrecargas móviles para el puente considerando trenes de vehículos, carretas y carros. ROP 1914
Algunos de los tipos de puentes que contempló y estudio José Eugenio Ribera, según la configuración del terreno, taludes o cañón, para su viaducto-puente del Pino. Creo que debió de fijarse en unos 19 ejemplos diferentes, la mayoría fuera de España aunque consideró como factibles algunos hispanos como el Viaducto de Canalejas en Alcoy o el de Pontevedra, dos obras que se pueden consultar en este blog. Información que se exhibe en su famoso manual de ingeniería titulado "Puentes de fábrica y hormigón armado", editado en 1925 por Gráficas Barragán de Madrid. Nótese que lo que presenta Ribera en su manual como figura 14 (Puente tipo Alcoy), quizás se refiera al Puente de Canajelas sobre el río Vinalopó en la ciudad de Elche, proyecto y obra de su antiguo socio Mariano Luíña Fernández construido entre los años 1912 y1913.
Uno de los ejemplos anteriores que se exhibe el el blog "Pueblos de Sayago" cuantificando sus costes según materiales empleados. Excelente trabajo de este blog que refleja un alzado del espectacular Viaducto de Canalejas sobre el rio Molinar en la ciudad de Alcoy proyectado por Próspero Lafarga Navarro aunque este modelo no fue el aprobado. (Sección izquierda del dibujo ya que la parte derecha se refiere al viaducto sobre el río Salado. Figura 2bis).
Entiendo que se trata de la misma lámina anterior. En este caso, Ribera la empleó para ilustrar su manual titulado "Puente de fábrica en hormigón armado".
Diferentes imágenes del proceso constructivo del puente entre julio de 1913 y su terminación en septiembre de 1914. Algunas provienen de artículos de la ROP, otras se exhiben en el trabajo de rehabilitación de 2013 por parte de la Administración y el estudio EIPSA que también se recogió en la ROP, la penúltima es del blog Ingenieríacivil.org y la última se corresponde con un buen artículo divulgativo del puente que se publicó en la revista Blanco y Negro con motivo de su inauguración en fecha 15.09.1914.
Otra buena toma, esta vez desde aguas abajo, de prácticamente toda la estructura. Podría datarse entre los años 2007/2008. Publicada en el libro "Puentes de España. Tránsito de culturas" con fotografía de Justo Díez y artículo de Leonardo Fernández Troyano.
Fotos obtenidas del artículo de la ROP 02-2015, número 3562, relativos a los trabajos de rehabilitación del puente-viaducto por parte del Servicio Territorial de Fomento de Zamora-Junta de Castilla y León así como el estudio de ingeniería EIPSA, cuyos autores son los ingenieros David Rodríguez Bragado y José Antonio Llombart Jaques, respectivamente.
La maqueta del puente-viaducto que está en el museo virtual del CEDEX, organismo público dependiente del Ministerio de Fomento, ahora de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Tanda de fotos de fecha 09.10.2021 en secuencia consecutiva de aguas arriba del puente, aguas abajo y tablero.
Higueras (Ficus carica L. Moraceae).
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