LÍNEA FFCC DE LEÓN-GIJÓN PK 33,971
LA POLA DE GORDÓN. León
N-630 PK 110,700
Se trata de otro ejemplo más
de puente en la tipología de viga en celosía Pratt, en este caso de tablero
inferior. Originariamente, estas estructuras metálicas eran de hierro forjado
con celosías muy tupidas según la patente de Town y puede que se fueran construyendo
hacia el año 1868 según se acababa este sector de la línea. La propia
obsolescencia y los nuevos pesos de los modernos convoyes hacía que aquellas
vigas no soportaran o lo hicieran con dificultad el paso de estas grandes
locomotoras y la carga de vagones. Entre los años 1925 y 1927 según las nuevas instrucciones para puentes metálicos
ferroviarios, se fueron sustituyendo estas estructuras por otras más sólidas,
actualizando los cálculos de todo tipo de resistencias y optándose por modelos
de viga en celosía más idóneos. Para este caso así como para otros puentes de
esta línea se eligió la viga del tipo Pratt, patente que ya existía desde el
año 1842 para estructuras de madera y que fue modernizándose hacia el acero,
con un dibujo de montantes verticales que actúan a compresión y diagonales que
soportan la tracción en los fortísimos movimientos de estos trenes.
Así debió de funcionar nuestro
puente, prácticamente una década hasta que en la Guerra Civil y para evitar el
avance de los facciosos hacia el norte, el ejército republicano lo voló en 1937
al igual que ocurrió con muchos otros puentes de esta importante línea de
ferrocarril. En uno de los inventarios que existía de estos destrozos y que investigó
la ingeniera Vanesa García Lozano llega a contabilizar hasta 8 puentes en León
correspondientes a esta línea. Las referencias que hace sobre esta obra son la
del puente número 3 en celosía del tipo Pratt en tablero inferior con una
longitud de 29,50 metros que pertenecía a La Norte (Compañía Ferroviaria del
Norte de España).
Como los explosivos se solían
poner en los estribos y al igual que ocurrió con otras estructuras voladas, la
sección de viga se desprendió y cayó al río Bernesga por lo que cuando se
intenta reconstruir el puente en el año 1939 se sigue aprovechando la viga
metálica, quizás con algún arreglo y refuerzos. En los estribos se aprecia un
ensanchamiento lateral a base de hormigón. El Catálogo de puentes de León” que
trabaja con detalle esta línea ferroviaria y sus puentes al tiempo que nos
informa sobre varias voladuras, no refiere nada sobre esta obra o lo hace de un
modo indirecto.
Nuestro puente se ha mantenido
así hasta nuestro días. Tiene una longitud aproximada de 43 metros incluyendo
los estribos. La viga mide 29,50 metros y su anchura es de 6,50 metros que
permite el camino de hierro y dos andenes de inspección. De lo que fue la obra
original subsisten en estribos los placajes a base de piedra caliza en sillería
de larga soga y cara vista abujardada en el mejor estilo ingenieril
ferroviario.
El paraje donde se sitúa es
solitario y bello, destacando el fluir del río Bernesga y las altas paredes de caliza
en la ribera izquierda. Bajo el puente discurre un viejo camino agrario. Como
ocurre con todas estas viejas estructuras metálicas que poco a poco se van
acercando al siglo de existencia, ni existen carteles informando de estas
obras, ni se les espera. No parece que haya intención por parte de las
Administraciones en poner en valor estos vestigios de nuestra incipiente
revolución industrial que se consolidó precisamente al fomentar el ferrocarril
que en esta mítica línea tiene variados ejemplos de interés cultura así como
monumental en la clasificación de obra civil. Según las etiquetas de mantenimiento de Adif, se le llama "Puente de Beberino".
Este puente se encuentra fuera
de la población, en el polígono industrial llamado Valdespín. Se accede a la
zona por la nacional N-630 tomando el desvío hacia la LE-473 y rodeando el
polígono en dirección al río llegaremos a un camino de tierra que nos acerca al
puente. También se accede al mismo por el núcleo urbano de La Pola, tras cruzar el puente carretero, se toma a la derecha un camino de tierra por aguas arriba hasta que lleguemos a esta estructura. Desde esta obra y a la distancia de 160 metros en sentido creciente de
la vía, se levantó un paso superior que da servicio a la nacional y que tiene cierto
garbo. Se debió de levantar en los años 50/60 del siglo XX siguiendo los catálogos oficiales del momento, probablemente en hormigón en masa y armado con tres arcos gemelos escarzanos y tímpanos aligerados con tres arquillos a cada
lado. Sin embargo, el material pétreo de estribos y fuertes aletas oblicuas se
corresponde -aunque reformado- con la cantería propia que se dispuso en el
proyecto original de esta línea donde es posible que el tablero fuera también a
base de viga de hierro en celosía.
Se ofrece más información histórica de estas estructuras, de la línea León-Gijón y diversas fuentes de consulta en la entrada del blog para el cercano puente de Vega de Gordón.
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