sábado, 13 de marzo de 2021

PUENTE DE LA MOLINERÍA. Astorga

 PUENTE DE LA MOLINERÍA SOBRE EL AYº DE LA MOLDERA
ASTORGA. León
N-120a PK 349,380

Se trata de uno de los pocos puentes que posee la ciudad de Astorga en su término aunque ciertamente éste goza de fama o reconocimiento. Siempre ha causado extrañeza entre los historiadores la peculiaridad de que en la gran urbe romana de Asturica Augusta no existieran obra civiles pontoneras que hayan podido subsistir hasta nuestros días o de las que no se tengan referencias documentales por medio de fuentes antiguas. Quizás, esto se debe a que en su perímetro amurallado no existieran ríos que fuera necesario vadear o cruzar por obras firmes de fábrica y nunca es descartable que los posibles pasos sobre el río Jerga u otras arroyadas o incluso para el cercano río Tuerto se efectuaran por puentes de madera como eran la mayoría de los que se construían en aquellos tiempos y que, obviamente, no han llegado hasta nosotros. Otra cuestión son las cloacas y conducciones de aguas interiores de las que si se están recuperando secciones y vestigios en las distintas prospecciones arqueológicas al efecto.

Respecto a este pequeño puente y dando por hecho su antigüedad, deberíamos de pensar que se trata más bien de una obra medieval o incluso renacentista y no bien construida a juzgar por sus numerosas rehabilitaciones. Lo que ocurre es que se levanta con elementos rústicos y baratos que nos pueden hacer pensar en su gran longevidad. Por otra parte, conviene focalizar tanto el cauce de este arroyo como la construcción del puentecillo en la propia evolución de los sistemas de irrigación y abastecimiento de aguas potables para la ciudad de Astorga. El arroyo de La Moldera surge de la vieja Presa del Rey donde se contiene el caudal del río Tuerto en la zona cepedana. Dentro del entramado capilar de acequias, canales, regueras o molderas de esta zona nuestro arroyo se nutre de ellas en dirección sur y su objetivo principal era producir fuerza hidráulica para mover la gran cantidad de molinos que se asentaban junto a su cauce. La mayoría han desaparecido aunque todavía se pueden observar las ruinas de muchos de ellos. En épocas de estío no solían funcionar porque este arroyo apenas llevaba agua o estaba literalmente seco, cuestión que también deberemos de contemplar en relación con la fundación de nuestro puente, ubicado eso sí, en un viejo camino carretero que además se asocia al camino compostelano pero que, evidentemente, en este punto, se podría salvar por diferentes vados naturales. Los cauces más regulares con el control de la citada presa y la necesidad de mover estos molinos pudo propiciar el levantamiento de este puente que, según propongo como hipótesis, se pudo construir en el Bajo Medievo o incluso en siglos posteriores. Existe un mapa de situación del siglo XVIII de la merindad de La Cepeda con la localización de 7 molinos entre Sopeña de Carneros y Brimeda así como la ubicación de la Presa del Rey y quizás el río Argañoso, origen y refuerzo de caudales para nuestro Arroyo de la Moldera que probablemente por corrupción de su nombre, provenga de Molinería, en función precisamente del gran número de molinos a los que surtía este arroyo. No debería de extrañarnos que este mítico puente jacobeo se corresponda con obra de aquellas fechas. Este arroyo fluye muy paralelo a la carretera LE-451 en dirección a Astorga y a la altura del puebluco de Nistal, revierte de nuevo su caudal al río Tuerto.

Parece interesante lo que nos aporta Pascual Madoz en su famoso Diccionario Enciclopédico-Estadístico-Geográfico de 1845 referente a la voz Tuerto en su página 280 y Sopeña en su página 273 correspondiente a la edición reducida de 1983 de Ámbito: [...] En el pueblo de Sopeña está la presa llamada del Rey, en donde se toma el agua necesaria para la acequia que con el nombre de Moldería Real surte de riego a la ciudad de Astorga, Carneros y Celada y da movimiento a 25 ruedas de molino aunque sus aguas escasean en verano quedando a trechos seco .../... para el servicio de los pueblos que baña tiene puentes de madera en la mayor parte de ellos, los cuales suelen rehabilitarse todos los años por ser de tijera e imperfecta construcción. Los más notables son el de Sueros, que facilita el paso del camino de herradura de León al Vierzo, el de Sopeña, que facilita el paso de Astorga a los pueblos de Asturias y en el que se advierten los pilares arruinados de un puente de piedra de sólida construcción .../... o el de Nistal, que es de madera con pilares de piedra y a corta distancia de otro del que sólo quedan los arranques de los pilares, éste, da paso a los pueblos de La Vega y barcas de Villasala y Valdesandinas que cruzan el río Órbigo [...].

Las pocas referencias a puentes que se observan en viejos legajos o documentos notariales relativos a Astorga son confusos porque hacen referencia a lotes ya que se solían reparar así, por conjuntos, pues las avenidas violentas que de vez en cuando se producían en estos ríos y arroyos solían arruinar todas estas estructuras, generalmente de madera. Hacia el año 1673 consta que la ciudad disponía de arbitrios o impuestos suficientes para el reparo de murallas, caminos y puentes sin necesidad de acudir a peticiones al Consejo Real. Se llegan a enumerar hasta 26 puentes de su administración. La potente avenida que se debió de producir hacia el año 1724 obliga a las autoridades municipales a pedir ayuda al Consejo Real solicitando exenciones a contribuciones de puentes extraños ya que bastante tenía con atender a los propios. Se citan sin definir mucho puentes sobre el río Tuerto, como el de Sopeña, otros del camino de Asturias, los de Murias sobre el río Jerga, Fuenteencalada, Santa Clara, Los Carniceros, Bruja, San Justo, varios pontones y por último, el que nos interesa, uno que era muy utilizado por los peregrinos que probablemente es el que nos atañe y que se encontraba colapsado. Se cita la reconstrucción en pizarra para algunos de ellos, como parece también este caso. Estas peticiones de exenciones fiscales que solicitaba la ciudad de Astorga para acometer las obras de sus puentes a sus expensas fueron estudiadas por el Fiscal territorial el cual envió como peritos a los maestros canteros Pedro Nistal y Juan Cordero para evaluar la situación y los costes de estos reparos. Parece que debió de recibir un informe favorable ya que en el año 1729 el Consejo Real accedía a lo solicitado por la ciudad. Respecto a la filiación de estos dos canteros no parece que provengan de los colectivos trasmeranos más habituados a construcciones robustas de buena sillería para arcos, pilas o estribos en todas sus obras pontoneras. Hay un buen número de maestros canteros y alarifes cántabros que actuaron en Astorga pero siempre en el ámbito de edificación, especialmente en la catedral, ayuntamiento, arzobispado y otras iglesias de la ciudad. La autoría de este puente rústico y de traza deficiente así como las posibles rehabilitaciones obedece más a profesionales locales de la albañilería como sería el caso del propio Nistal que parece seguro que provendría del cercano pueblo homónimo o Juan Cordero que pudiera ser originario precisamente de Corderos o de Sopeña de Corderos. En cuanto en el plano del proyecto de 1737 aparecen ilegibles varias rúbricas,  un posible autor podría ser Francisco de la Sota, quizás relacionado con una familia de canteros trasmeranos muy activos durante el siglo XVII pero de los que se desconocen actuaciones en Astorga. De haberse levantado el puente del proyecto tendríamos una serie de vanos con buen dovelaje en talla y forma; más discutible serían los paños de tímpanos y muretes que en el plano parece que son de mampostería, no muy lejana a lo que podemos ver en la obra actual. La flecha de estos vanos es sensiblemente mayor que la que presente la obra actual pero habrá que pensar en que los lodos y arenas han podido enterrar parte de la obra. También se asemejan los estribos aunque en el dibujo parecen más acentuados con más pendiente y por último, no se entiende muy bien la pila-muro de enormes dimensiones que se refleja en este viejo plano y que nada tiene que ver con la obra que conocemos.

También es cierto que lo que debió de ser el aspecto general del puente -aunque despojado de tablero- en las fotos que conocemos no guarda mucha sintonía con la agresiva rehabilitación que debió de sufrir a principios del siglo XXI cuyo resultado es el que ahora podemos comprobar.

Características actuales de la obra. En cuanto a estructura de vanos sigue siendo una obra muy equilibrada con un arco central algo mayor escoltado por otros dos semejantes aunque de menores luces. Tiene una longitud total de 27,50 metros incluyendo estribos, dimensión mayor de lo proyectado según plano citado y que obedece a los aterramientos en cabeceras para disminuir la acentuada rampa de acceso al puente, correcciones que se habrán hecho en los últimos tiempos. La anchura regular del tablero es de 3,50 metros y carece de pretiles. Dispone de tres vanos de aspecto escarzano con luces de 4,50+6+5,10 metros pero no descarto que originariamente fueran de medio punto, actualmente semienterrados en lodos. Dispone de dos pilas intermedias con una anchura de 1,50+1,70 metros. Estas se refuerzan con bajos tajamares y espolones de sección en cuña. La flecha actual de los vanos desde claves hasta lámina de aguas es muy baja, en algunos casos, de 85 centímetros.

Lo más discutible de la obra en cuanto a la traza original y la que ahora vemos es su fábrica. Debido al posible deterioro del puente se ha consolidado prácticamente en su totalidad con placados a base de sillarejo sin escuadría y mampuestos de piedra esquistosa, margas y pizarra todo ello aglutinados con fuertes morteros que quitan su impronta de obra viejuna. Respecto a las bóvedas, de buena técnica y eficientes aunque toscas, destaca el dovelaje a base de lajas de pizarra con una soga de casi medio metro que debidamente dispuesta y fijada con mortero otorga la suficiente resistencia a los arcos y que se observa bien en las boquillas aunque también han sufrido retoques. En cuanto al tablero, desafortunadamente, se ha instalado un firme a base de losas variadas y cementos que también desentona con lo que pudo ser el tablero original. Dicen algunos autores que lo estudiaron hacia el año 1986 que carecía de firma y se circulaba sobre el extradós de bóvedas anotando que el puente debería de llevar así muchos años pues se veían las roderas que marcaban los carros sobre el  firme que no dejaba de ser el dovelaje o extradós de la obra. En esta última actuación también se han marcado los pretiles con el inicio de algunas hiladas de sillarejo, semejando cierta ruina.

Si observamos el intradós de bóvedas podemos ver que las piezas o lajas del dovelaje se encuentran semiocultas por una masa poco uniforme de morteros terrosos semejantes a barros o adobes que quizás, poco tiene que ver con el aspecto de las bóvedas originales. Los tajamares/espolones también se han restaurado excesivamente y se coronan con tejadillos de losas o incluso diría que los de aguas arriba son de cemento. Las cabeceras, con acentuada inclinación se abren a unos arranques del viejo camino de tierra que comunican con los caminos actuales, de grava en su cabecera izquierda y asfaltado el de su derecha.

Esta restauración demasiado eficiente me recuerda a la que se produjo en el famoso Puente de Valimbre sobre el río Turienzo, obra que hasta guarda cierta semejanza con ésta, ya fuere en lo que debió de ser su impronta original o la que adquirió tras la reconstrucción a inicios del clasicismo.

Por demás, anotar que la obra sigue viva hasta para el tránsito de vehículos sin que existan señales de tráfico que limiten la MMA permitida para su cruce. Tampoco se observan en las cercanías señales que adviertan al conductor sobre este viejo puente y no hay paneles indicativos a pie de obra que nos ilustren sobre su historia y vicisitudes. Dado que es paso ancestral del Camino de Santiago y que ya es obra civil a destacar como patrimonio monumental, debería de actuarse en la zona, muy deprimida, abandonada y hasta con basuras y residuos. Ya los inspectores que lo visitaron en 1986 para el catalogo de puentes leoneses comentaban “las tapias de edificaciones vecinas se encuentran amenazadoramente cerca” y así siguen. Es inadmisible que elementos que invaden la propiedad pública -márgenes del cauce- como son esas tapias cutres sigan ahí. Cualquier visitante que pretenda detenerse a observar el puente se encontrará con la práctica imposibilidad de acceder por su cara aguas arriba, cerrada por el tapial, alambradas, vegetación excesiva y mugre, mucha mugre.

Para saber más. Esta obra se trata en el libro titulado  "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936", obra auspiciada por José Antonio Fernández Ordoñez a través de su cátedra de Estética de la Ingeniería en la ETSICCP de la UPM donde coordinaron esta trabajo Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro con la inestimable colaboración de un nutrido grupo de estudiantes de la Escuela, destacando en los referente a las obras civiles de León durante los años 1984 y 1988 Carmen Andrés, Rafael Castejón, Pablo Otaola, Julio Suances, Consolación Pérez Alda y Ana San Salvador del Valle Zarrabeitia, libro editado por el CICCP y CEDEX en 1988. Ver páginas 248 a 250. En el citado catálogo se recogen referencias a otras fuentes y archivos. Los puentes de Astorga y el citado de San Justo lo trata someramente el trabajo titulado “Puentes de León”, obra de Inocencio Cadiñanos Bardeci publicada en la revista “Tierras de León” número 113 del año 2001 con ciertas referencias a documentos del AHN, legajos 24117 y 28468. El libro titulado “Caminos históricos de León” obra coordinada por Gregoria Cavero Domínguez en la que figura el artículo de Julio M. Vidal Encinas titulado “Problemas de identificación y conservación desde la Arqueología”, páginas 207 y ss. obra editada por la Fundación Hullera Vasco-Leonesa en el año 2006. También lo trata brevemente el libro titulado “Historia del puente en España: Puentes Romanos”, obra de Carlos Fernández Casado editada por el CSIC, Madrid 2008, ver página 521 basándose en estudios de Antonio Blázquez Delgado-Aguilera. La Wikipedia tiene un detallado artículo sobre Astorga. Existe un interesante trabajo sobre estos canales del entorno de Astorga en el blog de donillasdecepeda. Aunque la búsqueda de fotos de este puentecillo en internet suele llevarnos al conocido Puente de Valimbre, existe un blog titulado Juanholgado que pone una interesante foto de nuestro puente antes de su restauración. Turismodeobservación tiene una buena instantánea de esta obra civil. Una obra pontonera interesante y vetusta que también podemos contemplar en esta ciudad es el llamado Pontón del Postigo junto a la muralla.

Cómo llegar. Ya se ha comentado que la entrada por el sur a Astorga se realizaba por el viejo Camino Real que ahora se identifica con la carretera nacional N-VI por la que deberemos de seguir hasta las calles de la Corredera Alta y San Marcos buscando el Arroyo de la Moldera y nuestro puente. También la vieja nacional N-120a (Camino de Santiago) nos lleva hasta Astorga y cruza este arroyo cerca de la moderna pasarela ferroviaria donde tomaremos un camino que nos lleva al puente. También existen vías rápidas que llegan a Astorga como son la A-6 y la AP-71 por las que podemos seguir hasta esta ciudad y su puente. 



Dibujos de alzado y planta para rehabilitar el puente fechado en el año 1737. Se reflejan en el libro titulado "Caminos Históricos de León", obra de Carlos Fernández Rodríguez et al.


Fotografía del puente tomada probablemente hacia el año 1920 por Antonio Blázquez en sus excavaciones de las vías romanas de Astorga. Esta toma figura en el libro del ingeniero Carlos Fernández Casado titulado "Historia del puente en España: Puentes Romanos". 



Dibujos del alzado y planta del puente con medidas y fotografía, tomados probablemente hacia el año 1986 para el libro "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936".


Fotografía anónima del año 1992 con la situación del puente antes de su restauración. En este caso, denominan a esta obra como "Puente de los Siete Caños". 


Fotografía del puente en fecha 25.03.1994 antes de su restauración que exhibe el blog de Juan Holgado. Obsérvense las roderas de carro o vehículos que cruzaban el puente por el vado natural junto al puente. 


Fotografía del año 2006 de Xurxo Lobato para el libro titulado "Menos muros y más puentes".


Foto fechada en el año 2011 por Abilio Fernández para su blog donde enumera todos los puentes del Camino de Santiago.





Tomas del puente en fecha 12.07.2013



















Tanda de fotos de fecha 12.07.2017



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