PUENTE
CARRETERO SOBRE EL RÍO TUERTO
NISTAL DE LA VEGA. León
LE-6426 PK 4,400
Aunque el motivo de mi visita a
Nistal era la caza del puente ferroviario no tuve más remedio que toparme con
esta obra discreta que además de encontrarse a unos 47 metros aguas abajo de
las vías de ferrocarril, era la estructura que me estaba dando servicio pues me
muevo en coche. Pertenece a la carretera local LE-6426 y tanto puente como
calzada son los que desde antiguo, han dado vida a este núcleo poblacional y
les ha permitido comunicarse con Astorga.
Ciertamente, no es una obra de gran
interés y ha sufrido maltrato y reformas a lo largo de su larga vida pero, como
sigue siendo muy útil, me dispongo a dejarle un hueco en este blog pontonero.
Obviamente, no hay referencias o
testimonios de él por ningún sitio, o al menos, yo no los he encontrado. Su
posible antigüedad se muestra especialmente en las zonas interiores de las
pilas y algo más en los estribos. El resto, es una sucesión de modificaciones
hasta llegar a su situación actual.
Características actuales de la
obra. Es un
puente bien hecho que encara al propio cauce de un modo perpendicular y ha
aguantado todo tipo de embestidas y avenidas del río Tuerto a lo largo de
muchos años, especialmente porque sus pilas originales estaban bien asentadas
bajo el cauce.
Tiene una longitud aproximada de 61
metros incluyendo sus fuertes estribos. Dispone de 4 vanos adintelados con
luces de entre 11 y 13 metros. Tanto en las caras exteriores de estos estribos
como en las tres pilas se observa un chapado de piedra irregular y variada
donde quedan piezas de sillería caliza mezcladas con mampostería gruesa en
buena disposición y aglutinada con mortero de cal. Ello nos hace pensar que estos retazos de obra
pertenecían a un puente modesto de tablero horizontal, posiblemente de madera
que salvaba el río y daba servicio al camino de Astorga desde tiempos antiguos,
probablemente desde el siglo XVIII.
Cabe la posibilidad de que, llegada
la modernidad, el ferrocarril y los nuevos planes de carreteras decimonónicos, a
finales del siglo XIX se sustituyera su tablero de madera por unas vigas de madera
o hierro en celosía, solución muy habitual en aquellos tiempos. Se reafirman
las pilas añadiendo en cantos fuertes tajamares-espolones de sección
semicircular a base de chapados de buena piedra de sillería bien canteada y
dispuesta que aún permanece inalterable. Al aumentar la longitud de pilas se
procede a apoyar sobre ellas nuevas estructuras metálicas lo que permitieron
aumentar el ancho de calzada hasta los 5 metros. También en los estribos se
observa un buen trabajo de cantería así como en piezas de pretiles que ligeramente ensanchan las cabeceras del
puente.
Como ha venido ocurriendo a lo
largo del siglo XX, estos puentes y pontones a base de vigas de hierro y
especialmente debido a su falta de mantenimiento, se fueron deteriorando
progresivamente hasta hacer peligrar las propias estructuras por lo que se
fueron sustituyendo. En este caso, puede que se actuara en los años 60 del
siglo XX, época en la que se sustituyeron muchos tableros de puentes y donde se
actuaba de un modo muy grosero sobre obras civiles de cierta antigüedad,
teniendo en cuenta sencillamente los aspectos económicos de las reformas.
En este caso, levantado el tablero
de hierro, simplemente se sustituye por tramos de vigas de hormigón armado de
sección en I que apoyan en las pilas y estribos originales y se disponen losas de hormigón como solera con nervios longitudinales de acero separando la calzada de los posibles andenes peatonales. Se adosan a
los largueros todo tipo de canalizaciones y cableados cutres sin intención de
camuflarlos y se cubren huecos y remates de la obra a base de enfoscados y
bloques de cemento sin otra intención que la de terminar el trabajo y si se
tenían que tapar lienzos de piedra antigua pues se tapaban. Obsérvese el
cubrimiento o tejadillo de algunos tajamares a base de simples lechadas de cemento aunque bien rematados, en este caso.
Mantiene todavía los petos de
cordón de acero que se solían clavar en los tableros y que hacían las veces de
barandillas, actualmente pintados de amarillo. Al ser muy angosto -anchura
aproximada de 4 metros- no dispone de
viales peatonales y tiene una fina capa de aglomerado asfáltico muy
deteriorada. Se permite la circulación alterna, teniendo preferencia de paso
los vehículos que acceden al núcleo de Nistal (cabecera derecha). Existe una
señal de limitación de velocidad a 50 kms/hora pero no la hay para MMA o
anchura de ejes, lo que demuestra que sigue siendo un puente en buen estado
para el paso de vehículos pesados.
En las proximidades y aguas abajo,
existe un complejo de canalizaciones, compuertas y presillas, probablemente
realizadas también cuando se transformó el puente y que deben servir para
facilitar el riego de los campos agrícolas de Nistal.
Leo recientemente en el periódico
local Astorga Digital que la Diputación tiene ya aprobado un presupuesto de
250.000.- euros para acometer mejoras en esta vieja carretera y espero que en
el proyecto figure alguna actuación sobre el puente para adecentarlo con nueva
capa asfáltica, fijación de algunas piezas de pretiles y arreglo y pintura para
las barandillas.
Tanda de fotos de fecha 12.07.2017
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