PUENTE DE BÁRCENA SOBRE EL RÍO ODRA
CASTROJERIZ. Burgos
BU-400 PK 14,400
La villa de
Castrojeriz se encuentra en la medianía territorial burgalesa, muy cerca de la
raya con Palencia, en la comarca del Odra-Pisuerga, partido judicial de Burgos.
Es pueblo viejo e histórico con vestigios arqueológicos desde las culturas
autóctonas o celtibéricas, pasando por la dominación romana -puede que aquí se
asentara la mítica Castrum Sigerici-, y todos los períodos del Medievo, como
atestiguan sus defensas, el castillo y variedad de casonas y palacios.
Históricamente fue cabecera de partido y uno de los 14 que formaban parte de la
Intendencia de Burgos a finales del siglo XVIII y principios del XIX, como se
informa en el Censo de Floridablanca del año 1.787. A nivel de caminería cabe
señalar que esta población está integrada en el Camino de Santiago francés y es
muy probable que desde el siglo IX y con más auge desde el siglo XI, tuviera
una importancia capital en el tránsito, descaso o socorro de los miles de
peregrinos que todos los años y en todas las estaciones, cruzaban la población.
La villa de Castrojeriz dispuso de
dos puentes sobre el río Odra (también llamado Odrilla), uno conocido como de Bárcena, donde arranca la
cuesta de Mostelares, vía de tierra de fuerte pendiente que tienen que superar
los peregrinos que siguen en dirección hacia el Ponte Fitero (límite de Burgos
con Palencia) y otro que se encontraba en el lugar o poblado de Tabanera, muy
cerca de la ruinosa iglesia de San Miguel Arcángel, territorios pertenecientes
a la municipalidad de Castrojeriz. Como ocurre en la mayoría de los casos, el
río se cruzaría por medio de vados acondicionados en períodos de estío o sequía
y antes de las épocas de lluvias copiosas se construirían puentes efímeros de
madera, quizás con algunas pilas del mismo material o de piedra que podrían
servir al caso para sortear las aguas bravas los viajeros caminantes, recuas y
quizás, carretas de tiro. No obstante, es probable que hacia el siglo XVI y con
el auge de la villa, se edificaran obras civiles de mayor consistencia, con
pilas y arcos de fábrica de piedra.
Sobre la base de una obra de fábrica existente, hay testimonios de que a
comienzos del siglo XVII las autoridades locales exponían al corregidor
provincial los desastres ocasionados por las avenidas en ambos puentes,
incluyendo manguardias y firmes del viejo camino. Se informa de que el puente
de Bárcena media 1.762 pies de largo por 10 pies de ancho y tenía 28 ojos.
En 1627 inspeccionan ambas obras los maestros canteros Bartolomé de
Villalriego y Lucas de Casanueva y peritan sus daños, evaluando los del puente
de Bárcena en 6.750 ducados; no existen testimonios de que se iniciaran las
correspondientes obras de reparos. De nuevo, en 1633 es inspeccionado por
Andrés de la Maza y Juan de Trujeda y sugieren su rehabilitación por medio de
una serie de condiciones entre las que se apuntaba la necesidad de construir de
nuevo varios arcos "desde su fundamento", esto es, desde las basas
que soportan las pilas. En la correspondiente subasta se presenta el conocido
maestro cantero Domingo del Río Puentecillas que anuncia una oferta por 13.000
ducados para la reparación de ambos puentes aunque el proyecto siguió
paralizado, quizás, por falta de fondos en los municipios del entorno o bien,
por el abuso que por aquellas fechas ejercían las familias de canteros
trasmeranos, muy activos en Palencia o Burgos y que influían al modo de
oligopolio, señalando costes muchas veces abusivos en la reparación o
construcción de puentes que los propios municipios no podías soportar.
En el año 1643 es otro maestro de obra trasmerano llamado Jerónimo de
Avendaño, natural de San Pantaleón de Aras y vecino en aquellos años de la
villa de Carrión de los Condes quien hace oferta para el arreglo de ambos
puentes por 11.300 ducados y consigue el remate, adjudicándose las obras y el
pago por repartimiento entre pueblos y aldeas en 15 leguas a la redonda. Hacia
el año 1646 los inspectores visitadores Juan Gutiérrez del Pozo y Pedro Cayón
informan al corregidor de que se está trabajando en ambos puentes y en las calzadas
a las que dan servicio, concretando que en nuestro puente tenían ya construidos
14 arcos nuevos y 17 contrafuertes. En este caso, el pool de intervención lo componían el propio Avendaño, su cuñado
Andrés de Zorlado Ribero, Francisco del Río Puentecillas y Juan de Trujeda, los
cuales, debieron finiquitar las obras entre los años 1652 y 1655.
Controversia interesante que añadimos al tema:
En tiempos de Carlos IV el cartógrafo,
geógrafo y enciclopedista Tomás López envía a las autoridades de diferentes
pueblos y ciudades una serie de formularios para que los cumplimenten en orden
a la historia del núcleo o villa, su población, economía, producción agraria o
ganadera, escuelas, iglesias y un largo etcétera. En cierto modo, no eran
cuestionarios muy diferentes a los que se utilizaron en tiempos de Felipe II
para sus "Relaciones Topográficas" y que se llamaban interrogatorios. Tampoco diferían de las
preguntas que se hacía en el famoso Catastro de Ensenada de 1.749 durante el
reinado de Fernando VI.
Dicho lo anterior, cabe señalar que el
objeto de Tomás López era coger la suficiente información con vistas a crear una
especie de diccionario geográfico-histórico que no pudo iniciar, muy a la moda
europea de la Ilustración y semejante al que, posteriormente y seguramente con
datos recabados por López, haría Pascual Madoz Ibáñez entre los años 1846 y
1850.
El formulario enviado a Castrojeriz es
cumplimentado por el cura mayor de la iglesia parroquial de San Juan y de la
información que facilita y en orden a lo referente a ríos, canteras, puentes y
caminos, rescato algunos párrafos de interés, donde se cita al río Odra al que
se le llama Várzena y sus irregularidades de cauce. También me interesa la
información de un llamado puente de Várzena, camino de Castrillo (Mota de
Judíos) del que dice que tiene un ojo y dos pequeños y matiza que es de piedra
bien concertada. Bien, lo cierto es que difiere de la obra que con el mismo
nombre podemos contemplar, lo que nos da a entender que, hacia el año 1.795
(casi 150 años después de los reparos de ambos puentes de Castrojeriz) existía
otro puente que ahora no existe y al que llamaban de Várzena, quizás en las
inmediaciones de Castrillo Mota de Judíos o bien, nuestro cura se estaba
refiriendo (él dice camino de Castrillo) al que anteriormente llamaban de Tabanera.
De hecho, el cura cuando describe los barrios con cierto detalle, no refiere
nada del llamado de Tabanera, al que simplemente nombra. En este asunto, me inclino por creer que el
tal puente que se cita como de Várzena (de tres ojos aunque con pocas luces)
pudiera corresponderse con lo que ahora es la alcantarilla mayor (o
alcantarillas, pues son dos) bajo la calzada vieja, relativamente cerca del
puente de Tabanera y que también estaría en el camino de Castrillo; obviamente,
estas alcantarilla son posteriores, probablemente de mediados del siglo XIX,
época en la que se debió de hacer la última restauración o modificación del
propio puente de Tabanera pero, sería posible que en este antiguo camino real,
antes de las alcantarillas estuviera en servicio el puente que cita el cura. La
otra opción plausible a la que pudiera referirse el informante es el actual
puente de hormigón armado de 3 vanos que está junto a la ruinosa iglesia de
San Miguel Arcángel (200 metros aguas arriba del actual puente de Tabanera) y
en la encrucijada que forman el Camino de la Asperilla hacia Villasilos y un
ramal del Camino de las Cencillas que llevaba a Castrillo, más o menos claro en
los mapas antiguos; por aquellas fechas, la calzada real o actual BU-400 y por lo tanto
el Puente de Tabanera y sus alcantarillas anejas pudiera que no existieran
todavía ya que, como he indicado, parecen obras formalmente de mediados del
siglo XIX en adelante.
Sin embargo, entiendo que es más
clarificadora la descripción del otro puente, el que desde antiguo se llamaba
de Bárcenas o Puente Largo, pues el cura Josef Negro es muy explicito en su
ubicación (centrado en el Camino de Santiago y Cuesta de Mostelares) así como
en su longitud y hasta en el número de ojos, donde llega a decir que tiene
"ocho o diez ojos y otros pequeños" aunque, curiosamente, no bautice
a tal obra con ningún nombre.
Como considero muy interesante el
texto lo expongo en lo que se refiere a nuestra atención o tema: [...] Es camino real de peregrinos de Francia,
parte de Ytalia y otros extranjeros para Santiago y de ay a tomado la calle
principal la denominación de calle real francesa de donde toman el camino a una
cuesta encumbrada, larga legua y media, ancha un quarto de legua en su cumbre
que llamamos Mostelares y los franceses, el puerto de Mostelart, y dice a el
poniente de esta polacián (1 quarto de legua y es término propio de la villa) y
la tenemos como división de Castilla y León y para pasar a ella ay un puente
de piedra con ocho o diez ojos y otros pequeños en la calzada que es por la que
se salva el río Várzena, que corre por vajo de ella.
La
questa dicha del Castillo, y donde tiene la situación el pueblo, está en
redondo, exempta y separada de las demás questas que la rodean, también de
bastante elevación y entre una y otra valles fructíferos de granos, linos en el
asiento de ellos, que éstos se benefician con las aguas de las fuentes que
salen y se forman en todos ellos y otras aguas que vienen a parar a el río o
arroyo que llamamos Garvanzuelo (corre al pie de la población y junto a las
cercas, dista de éstas en el pasaje que más arrima 80 a 100 pasos) y corre
valle principal avajo y se junta con otro río que se denomina Bárzena (porque
pasa o se forma en un lugar arriba hacia el septentrión de esta villa, que
llaman Várzena, y uniéndose con éste dicho Garvanzuelo, en el mismo término, de
esta villa, entra Várzena en Pisuerga a una legua poco más). El Garvanzuelo
suele ser continua su corriente; el Várzena, aunque bastante caudaloso pierde
el corriente en el estío y sólo quedan estancos, pozos o tojos que aquí
llamamos, pero profundos dos y tres varas y son los que el curso de las aguas
haze en tiempos de avenidas, en las que se estiende por parte medio quarto de
legua en toda la vega e inutiliza los frutos de granos.
El
varrio de Castrillo, de que se dijo arriva, que dista media legua en todo es
como varrio de los que tiene la villa dentro de zercas. Es San Esteban su
titular, llámanle Castrillo Matajudíos aunque en algunos escritos antiguos se
lee Mata de Judíos. Pasase a él por un puente de piedra bien conzertada de
un ojo y dos pequeños que está en el rio Várzena, parte arriva cerca un quarto
de legua del que dijimos arriba. Cerca de dicho varrio se ve una cumbre
regular en la altura que haze la figura de una pava como de mil y quinientos
pasos en la que dice Argáiz se halló un sepulcro con una lápida en la que se
leía el nombre del que se enterró, dedicándose a el dios Emolo, véase dicho
auto ... /... en intermedio se halla el de Tabanera también como es dicho con
parroquia, y situado zerca de dicho puente, antes de pasarle, y antes de llegar
a dicho Tabanera está una fuente encañada, formada de piedra sillería, que
llamamos la Esperilla, bien conozida en el circuito de pueblos por su agua
delicada, que sirve para el uso común del pueblo y varrios; todo esto se halla
acia el poniente de la villa, a cuya parte corre el Várzena, traendo (sic) su
orijen de parte arriba como acia el septentrión en la forma que toscamente se
delinea.
Las
canteras sirven para las fábricas de la población y cercanías, como a puentes,
casas, iglesias etc. por ser grandes y de grandor que se quiera la piedra y lo
mismo su material de ella si se quiere blando, si riza, etc. Y así el Rey
nuestro Sr. tubo las canteras y aún tiene para la obra del canal de Campos de
todo lo que se gastó desde parte arriba de Fromianta (Frómista) asta pasado
Osorno. Porque el canal dicho dista de ésta tres leguas y media a el poniente
que es el camino, que va por Mostelares a Puente Ytero, en Pisuerga.
El
Cura Mayor de la Iglesia de San Juan, Licenciado Josef Negro Arenas. En
Castrojeriz, a 4 de abril de 1795 [...]
No obstante y en relación con esta
serie de puentes citados, debo señalar que esta zona se corresponde con una
paramera más parecida a un abierto valle muy llano donde tanto el río Odra,
como el Garbanzuelo, el Villajos y otros muchos arroyos y regatos, en épocas de
lluvias copiosas, producen desbordamientos que encharcan durante bastante
tiempo muchas hectáreas del entorno, produciendo -como dice Negro- daños en los
cultivos, pero también, en la red de caminos que seguramente quedaban
impracticables hasta que bajaba el nivel de aguas. Como era común, la
ingeniería de la época, rectifica estas vías, elevándolas por medio de
aterramientos y donde era menester, incorporaban caños, tajeas o alcantarillas
para que las aguas circularan libremente por estos vanos y no entorpecieran la
marcha de caminantes y vehículos. El viejo camino real en esta zona dispone de
varios de estos vanos, como los que muestro en la entrada del puente de
Tabanera, y en lo correspondiente al puente que nos ocupa, en realidad, más que
puente es una serie de alcantarillas impuestas en un elevado camino que, hasta
su construcción, se correspondía con una zona de encharcamientos casi
permanentes que hacía difícil el tránsito para peregrinos o caballerías que
circulaban por allí camino de Santiago de Compostela.
Se ignoran otras posibles intervenciones en este puente aunque se
supone que sufriría diferentes daños a lo largo de los siguientes siglos y los
consiguientes reparos. Llama la atención que en el mapa confeccionado por
Francisco Coello de Portugal en 1868 no se recojan ni puentes ni el río Odra
pues lo cierto es que se circunscribe a un plano del casco viejo de la villa,
no obstante, detalla el Arroyo Garbanzuelo y varias charcas que se conforman
hacia el sur y el arranque del camino de Itero del Castillo que es el propio
Camino de Santiago pero sin visualizar, como digo, ni río ni puente. Por el NW
también señala el viejo Camino del Barrio de
Tabanera.
Características actuales de la obra: Difieren (en parte) con las características de las que informa la
municipalidad en el siglo XVII sobre la ruina de los puentes de la villa. En
aquel informe se dice que tiene una longitud aproximada de 1762 pies y consta
de 28 ojos lo que traducido de pies burgaleses al SMD equivaldría a una
longitud de 491 metros; en la actualidad, lo que se observa es una estructura
viaria o camino peraltado sobre la cota de tierras circundantes, que no deja de
ser una amplia terraza inundable cuando las aguas del río Odra y sus arroyos
llevan crecidas. Este sector del camino, con sus muros de piedra en ambos lados,
tiene actualmente una longitud aproximada de entre 270/280 metros aunque bien
es cierto que ha desaparecido la sección que cruza el caudal regular del Odra,
sustituida por una pasarela contemporánea de madera y pilas de hormigón
chapadas en sillería. En la actualidad, el puente de Bárcena, sensu stricto, dispone de 16 vanos y
pudiera ser cierto que, atendiendo a las luces regulares de la obra antigua, si
prolongamos su antigua fábrica más allá de su actual margen derecha (la moderna pasarela), se necesitarían aproximadamente otros 8 y 10 vanos, lo cual, si
parece semejante a la información que ofrecen los canteros del siglo XVII en
orden a su rehabilitación tras los desastres sufridos en aquellas avenidas.
Bien, nuestro actual puente -inserto en el Camino de Santiago- arranca de
la propia calzada a ras de tierra y se va elevando progresivamente por medio manguardias
hacia el río Odra, como digo, sin que llegue a cruzar su actual cauce. La
secuencia de vanos y muros desde el río en dirección hacia el pueblo o cabecera
izquierda (A para número de arcos y M para metros de muros) sería aproximadamente esta:
7A+20M+2A+15M+1A+20M+1A+12M+1A+30M+1A+50M+1A+30M+1A++40M+1A+15M.
El sector más homogéneo es el terminal junto al río y que consta de 7
vanos de arcos de medio punto, aunque algo enterrados por cúmulos de arenas y
limos, con luces regulares de 2 metros y flechas de 1,50 metros que se
refuerzan con un muro extremo a modo de estribo y 6 pilas que disponen de
tajamares en lado aguas arriba con altura hasta claves de arcos y sin espolones
(estos tajamares, sin capirote, pudieran haber llegado hasta rasante, como se
describen en los viejos informes, conformando descansaderos). La anchura de
esta sección es de 2,50 metros y aunque no hay rastro de pretiles, por su
anchura parece factible que los tuviera de obra nueva. Tras este sector
bastante regular, se suceden lienzos de muro y vanos y dado que la cota de
rasante con respecto a lecho de encharcamientos se va reduciendo, la secuencia
de vanos y manguardias disminuye en altura, resultando mediciones de luces para
esta serie en torno a 1,40 y 1,20 metros y flechas que bajan hasta los 80
centímetros aunque cabe la posibilidad de que -por colmatación- sus flechas y
luces pudieran ser mayores; estos sectores no disponen de refuerzos del tipo
tajamares, espolones o contrafuertes, ni de pretiles, aunque el ancho del
trazado sigue siendo bastante regular, aproximándose a los 2,50 metros,
distancia muy semejante a los 10 pies burgaleses que se citan en los informes
de reparaciones de esta obra civil.
La fábrica, de piedra caliza rugosa, blanda o rizada como características
que señala el padre Negro propias de las canteras que posee Castrojeriz, es
bastante irregular en cuanto a volumen y escuadría, predominando el sillar de
cara externa tosca y aristas irregulares, en disposición -no siempre-
alternando sogas y tizones y manteniendo cierta homogeneidad en la
horizontalidad de hiladas. Como suele ocurrir siempre, los trabajos más
técnicos se localizan en las bóvedas. Exteriormente (boquillas) se observa un
dovelaje más trabajado, generalmente con suave forma en cola de milano, buena
unión con fino llagado que se cubre con mortero; en intradós, buena regularidad
de roscas y alternando en volumetría las piezas o dovelas, muy ajustadas y en
todo caso, hincando estrecho ripio entre piezas, en una intervención
probablemente más moderna. No se observan deslizamientos ni en dovelaje ni en
bóvedas, manteniendo en general su curvatura original. Donde es visible, se
muestran las basas o arranques de pilas, con piezas largas y bien canteadas
sobre las que se disponen las líneas de salmeres, ligeramente retranqueadas en
un trabajo de buena calidad. La cantería de los primeros tajamares también ofrece regularidad, calidad y escuadría. En general, menudea el refuerzo en sillares por
medio de la incorporación de un mortero de cal y tonos terrosos, especialmente
idóneo para esta antigua obra civil. También se observa inclusión de
mampostería en algunos lienzos o zonas de tímpanos de varios arcos, cuyos muros
parece que se deterioraron o derrumbaron en algún momento y se rehabilitaron
con técnicas más groseras; también es apreciable esta intervención en algunas
boquillas y su conexión con salmeres.
Esta estructura termina junto al actual cauce del río Odra en lo que
podría ser un antiguo muro de contención a base de sillería de piedra caliza,
actualmente con cierta profundidad y por el que circulan aguas de crecida a
través de dos modernos caños de hormigón prefabricado. Este sector, donde
existe cierto abocinamiento en cubierta, debería ser el principio de el puente
original de época, por el que habitualmente circula el curso regular de este
río, ahora ocupado por la citada pasarela; cruzado el cauce en este punto,
todavía quedan restos pétreos de fábrica que se corresponderían con el estribo
contrario (margen derecho) y cabecera del antiguo puente.
En general, la cubierta de esta serie de alcantarillas que forman el
puente de Bárcena, está formada por un firme de grava, canto rodado del tipo "almendra" y tierra que, para evitar
que rebose por los cantos de la estructura, se encajonan en tableros de madera
longitudinal en parte de su extensión y que, como decía, forman parte del camino
santiagués francés en dirección actual hacia la Cuesta de Mostelares e Itero
del Castillo, en la raya con Palencia.
El conjunto de la obra se encuentra en un buen estado de mantenimiento
aunque sería de desear que se eliminara maleza aledaña a la obra, arbustos que
crecen en los arranques de los muros y también se deberían horadar los arranques
de las bóvedas menores para conseguir mayores luces y vistosidad de toda la obra civil. Como
suele ser frecuente en la mayoría de obras monumentales pontoneras, ni existen
señales de tráfico direccional a la obra, ni tampoco se han puesto carteles que
informen sobre su historia. Aunque bies es cierto que existen un par de
carteles junto a la pasarela; en el
primero, se informa de las actuaciones que llevó a cabo la propia CHD con el
Gobierno y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, hace
pocos años, por un montante de 3,40 millones de euros y en cuyo proyecto,
básicamente, se actuó en aspectos de regeneración medioambiental, control de
avenidas, limpieza de cauce, construcción de vados, recrecidos de motas y
ejecución de escolleras, siempre en orden a evitar los desbordamientos en
momentos de crecidas. En este cartel, aunque figura una foto de nuestro puente,
no se le menciona, aunque si se hace con otros monumentos de Castrojeriz.
También se cita con foto incluida el viejo puente cercano de la localidad de
Villasandino. En el otro panel
informativo, a iniciativa de la Junta de Castilla y León así como de la Red
Natura 2000, se recoge el itinerario del Camino de Santiago por la provincia,
se hacen otras referencias al río Odra y entre variadas fotos, hay una de
nuestro puente sin otros comentarios.
Como he dicho, el paso del puente es franco pasa caminantes y, en todo
caso, bicicleteros que, empalmando con la pasarela, cruzan estos cauces para
acometer la subida de la cuesta de Mostelares, aunque paralelo a nuestro puente, se ha construido una nueva vía de tierra para tránsito de vehículos agrícolas y que también sirve para los romeros.
Completaré este artículo, aunque en otra entrada al blog, incorporando material fotográfico de las estructuras
pontoneras aledañas: la pasarela nueva para peregrinos a base de un tablero y
petos de madera que apoyan en estribos de hormigón y dos pilas intermedias de
hormigón armado y chapadas con sillería de arenisca. Y 30 metros aguas abajo, la
transformación de un viejo vado en un paso a base de cubierta con losas de
hormigón armado y siete vanos compuestos por alcantarillas de hormigón
prefabricadas del tipo ménsula, sobre las que apoyan las losas mencionadas.
Para saber más:
Básicamente, la información histórica de las intervenciones proviene del
trabajo de Inocencio Cadiñanos Bardeci titulado "Puentes de Burgos, zona
Centro durante la Edad Moderna" donde recoge testimonios del AHN (Archivo
Histórico Nacional) legajos 28068 y 28354. También se obtienen datos sobre
algunos canteros trasmeranos que intervinieron en la obra en el libro titulado
"Artistas cántabros de la Edad Moderna" de María del Carmen González
Echegaray et al. editado por la Institución Mazarrasa y la Universidad de
Cantabria. Como ya he indicado, existe una relación o informe pseudo-catastral
confeccionado por el padre Negro que ha rescatado de la Biblioteca Nacional y
AHN el propio Inocencio Cadiñanos Bardeci, con datos de Castrojeriz y que se
engloba en su trabajo titulado "Cuatro pueblos burgaleses en el
Diccionario de Tomás López: Briviesca, Castrojeriz, Melgar de Fernamental y
Poza de la Sal". Curiosamente, la web municipal de Castrojeriz, muy
detallista con otro tipo de monumentalidad local, no hace ninguna referencia ni
al puente y calzada de Bárcenas, ni al conocido como Puente de Tabanera aunque
sí tiene una panorámica donde se aprecia la pasarela de peregrinos y se intuye
nuestro puente. La Wikipedia tampoco hace referencia a obras pontoneras -tendré
que incorporar algunas- pero sí es interesante para conocer la historia y
monumentalidad de esta villa. Tampoco la interesante web del Camino llamada
Mundicamino nos ofrece información pontonera en estas tierras aunque conviene
consultarla. Muy interesante es la web Condado de Castilla donde se exhiben
variados puentes medievales del Camino con excelentes fotos y que han sabido
capturar -al menos- una del puente de Bárcena. Algo muy parecido ofrece el
interesante blog Sendas de Burgos, con foto de nuestro puente.
Cómo llegar: Nuestra
obra se encuentra en el PK 14,400 de la
carretera provincial con matrícula BU-400 que une las poblaciones de Villaquirán
de los Infantes con Melgar de Fernamental, al llegar a Castrojeriz y en el
justo punto en el que nos desviaremos por un camino de tierra que lleva la
indicación de Camino de Santiago, hasta alcanzar nuestro puente. La vía rápida
más cercana es la A-62 (Autovía de Castilla) con salida en su PK 32 para seguir
por la BU-400 hasta el puente. También la A-67 con salida en el PK 39,
localidad de Frómista, para continuar hacia el E por las locales P-431, P-432 y
BU-403 hasta llegar a Castrillo Mota de Judíos y seguir por la BU-400 hasta el
puente o, en este caso, tomar ya un camino agrícola de tierra que llega a la
pasarela de peregrinos aneja al puente de Bárcena.
Interesante imagen del Puente Largo de Bárcena que figura en la vieja revista del MOPU, monográfico titulado "Guía de Puentes de España", número 345 de julio-agosto de 1987, con caudales para los arcos principales.
Tanda de fotos de fecha 30.08.2017 con detalle de todos los vanos, tajamares, muros y firme, desde su inicio hasta la orilla izquierda del río Odra.
Mapa que levantó el padre Josef Negro en 1795 para los informes que le requirió el cartógrafo Tomás López.
Conocido mapa de Castrojeriz levantado por Francisco Coello de Portugal en 1868.