PUENTE DE HIERRO SOBRE EL RÍO ERIA
CASTROCALBÓN. León
LE-110 PK 12
LE-110 PK 12
Castrocalbón se encuentra situado en el valle de Vidriales, una depresión
que ha ido moldeando el propio río Eria a lo largo de miles de años. Pertenece
a la comarca leonesa de Tierra de La Bañeza y dista apenas 14 kilómetros de la
propia La Bañeza, que es partido judicial y capital comarcal. La distancia con
respecto a la ciudad de León es de 64 kilómetros y su situación en el mapa
provincial es al sur, casi en la raya con Zamora.
El río Eria al que en leonés llaman Eiria, nace en las cumbres del Teleno y
tiene una longitud de 101 kilómetros hasta su desembocadura en el río Órbigo,
junto al pueblo de Manganeses de la Polvorosa, discurriendo su cauce por
tierras de León y de Zamora.
A juzgar por los vestigios históricos, es un núcleo poblacional muy antiguo
cuyo origen se remonta a la prehistoria y tiene un desarrollo claro en la Edad
Antigua como castro o fortificación de tribus autóctonas que se romanizan en
los albores de nuestra Era cuando se consolida la explotación aurífera de estas
tierras leonesas. Aunque no hay constancia de restos pontoneros de origen
romano, deberían existir pues la vía de comunicación que cruzaba este núcleo
era la XVII del Iter Antonino que conexionaba Asturica Augusta (Astorga) con
Bracara Augusta (Braga) con grandes tráficos de milicia, mercancías o productos
minerales y aún subsiste un miliario romano encontrado en las cercanías. A
juzgar por los posibles asentamientos militares imperiales cercanos, como son
la Legio Septima Gemina, el Ala II Flavia o la propia Cohors IV Gallorum, es muy probable que
en este término y como servicio a la importante calzada, hubiera un puente que
salvara las corrientes del río Eria cuando llevaba grandes caudales y existiría
alguna mansio para dar servicio al
personal militar itinerante. Este puente y otros muchos del entorno serían de
madera y así permanecerían durante siglos. Inocencio Cadiñanos nos informa que
en el año 1.804 la villa hace una petición al Consejo Real para rehabilitar su
puente principal y otros dos menores, indispensables para las comunicaciones
con Astorga, La Bañeza y Zamora; también solicitan se les libre de los costosos
repartimientos de obras. Se anota que el puente de Castrocalbón era de 50 varas
de largo y parece ser que el fiscal de obras públicas desestimó esta demanda
del pueblo. Se apunta que en el Concejo (diez núcleos poblacionales) existían
18 puentes y 15 pontones, la mayoría de ellos de madera. Pascual Madoz, a
mediados del siglo XIX, nos dice que el río Eria dispone de variados puentes de
madera para sortear sus aguas en diferentes localidades de su cuenca.
Estos pasos sobre el Eria se acomodaban en un viejo camino carretero que pasaba
por Castrocalbón y que se modifica, adecenta y desarrolla -como la mayoría de
la red local peninsular- desde mediados del siglo XIX hasta las primeras
décadas del siglo XX. En este caso, el proyecto decimonónico de renovar la
carretera de tercer orden que enlaza La Bañeza con Camarzana de Tera se hace
realidad durante el reinado de Alfonso XIII y cuando menudean las estructuras
pontoneras de hierro ya sea para caminos carreteros como para el ferrocarril
(Ministerio de Fomento, DGOP, memorias años 1908-1909 y años 1917-1918).
Se tiene constancia de la inauguración de esta calzada y su puente con
fecha 10.10.1917 y por estas fechas de cumple el centenario de su construcción.
Al modificarse firmes, trazados y variantes de la calzada a principios del
siglo XXI se decide construir un nuevo puente junto a éste que es el que
actualmente da servicio a la carretera provincial de segundo orden LE-110.
Características actuales de la obra: Es un puente metálico con dos arcos parabólicos del tipo bow-string y
tablero inferior. Consta de dos secciones de vigas de acero con apoyo en
estribos y pila intermedia cuyos vanos ofrecen luces de 30 metros. La base del
tablero se construye con piezas de acero laminado que conforman dos largueros o
cordones inferiores en extremos y dos interiores de menor calibre, todos
perfilados en forma de H (doble T) que se arriostran con viguetas del mismo
perfil, formando cuadrículas y que determinan el intradós de la estructura.
El apoyo en estribos y pila se produce a través de unos cojinetes de un
sólo rodillo que permite las dilataciones del vigamen. En extremos, los
estribos se configuran de hormigón con plintos intermedios donde encajan las
cabeceras de los cordones o vigas. Así mismo, la pila intermedia, obra de
hormigón en masa, toma la forma de tabique con cantos redondeados como recurso
de tajamar-espolón con una basa ampliada a base de hormigón hidráulico y una
impostilla superior como único recurso decorativo.
En cantos de tablero se acoplan tornapuntas de hierro (ménsulas) que sirven
como soporte de los viales peatonales. Originariamente, las vigas inferiores se
cubrían con cuarterones de chapa de acero sobre los que se conformaba una
solera de tierra y firme a base de traviesas de madera, así como los propios
viales peatonales; con la generalización de los vehículos a motor, a partir de
los años 30 del siglo XX se decide modificar la cubierta a base de hormigones
asfálticos. En la década de los años setenta del siglo XX se procedió a la
rehabilitación del puente, sustituyendo el entramado de madera de los viales
por chapas de acero cincado antideslizante, como se ven en la actualidad, con
una anchura de 1,10 metros para cada vial.
Respecto a las vigas-arco parabólicas o cordones superiores, se arriostran
a los inferiores a base de palastros verticales de acero laminado con tupida
celosía que se solidarizan por medio de viguetas en diagonal con perfil en T
existiendo un cruzamiento en aspa en el bastidor central de cada arco; ambos
arcos se arriostran en su parte superior por medio de otras vigas de celosía
por lo que estas vigas cajón hacen que exista un gálibo determinado para el
paso de vehículos pesados; hacia el año 1988 parece ser que estos travesaños se
modificaron en altura para permitir gálibos propios de camiones modernos,
aproximadamente de 4,90 metros de altura. Es en estas fechas cuando se hizo la
última rehabilitación de la estructura, lijando y eliminando los óxidos y
pintando de nuevo la obra de gris, como se muestra en la actualidad.
Por lo que se observa, toda la estructura metálica se fija y reafirma por
medio de un excelente trabajo de roblonado sin que existan cosidos a base de
tornillería o soldadura, salvo en algunas fijaciones -rehabilitación- en ménsulas a base de pernos con tuerca.
En los cantos del tablero aún subsisten las típicas barandillas de cordón de
hierro que se solían incorporar en la mayoría de obras metálicas según marcaban
los catálogos del ministerio del ramo. Firme muy deteriorado a base de gravas, arena y restos de hormigón asfáltico muy antiguos con abundante vegetación medrando en rodales arenosos ubicados entre vigas y viales.
Dada la angostura del tablero, aproximadamente de 4,25 metros de ancho, la
circulación por el mismo se hacía en sentido alterno y así funcionó hasta que
se construyó el nuevo puente a principios del siglo XXI que absorbe básicamente
todos los tráficos de esta calzada aunque bien es cierto que nuestro puente
sigue en uso y sigue siendo frecuente que lo crucen peatones, bicicletas,
automóviles y maquinaria agrícola pues no hay señales de limitación alguna.
Su mantenimiento deja mucho que desear: el firme tiene muchos baches y
pérdida de asfalto y aun cuando se intentó solucionar con planchas de acero que
cubrieran las grietas y agujeros, me consta que la mayoría han desaparecido por
sustracción sin que el propio Ayuntamiento haya remediado su pérdida. En
general, la estructura metálica tiene demasiado óxido, algunas vigas están
retorcidas o deformadas por efecto de colisiones de vehículos que han cruzado
el puente; la barandilla y las chapas que hacen de viales no se encuentran mal
aunque habría que reponer alguna pieza y sanearlas. Sin embargo, la estructura
inferior no parece que peligre o sufra deterioros por oxidación alarmantes; los
elementos de hormigón también se encuentran en aparente buen estado.
Como casi siempre ocurre, la obra queda disminuida por el exceso de
vegetación en su entorno que impide ver la obra plena, admirarla y
fotografiarla. Tampoco ayuda esa otra manía de construir un puente nuevo de
hormigón prácticamente pegado a la obra histórica, que como digo, menoscaba la
elegancia de una estructura de acero antigua que deberíamos respetar, cuidar y
exhibir siempre. Por demás, señalar que no hay señalización de tráfico que dirija
al monumento ni carteles junto a la obra que nos informen sobre su historia y
vicisitudes. Tampoco existe un acceso al cauce por medio de una escalinata que
conforme algún camino de ribera y que permita a vecinos y visitantes pasear por
su entorno y conjugar la obra civil -que es patrimonio pontonero- con el hecho
cultural que debe percibir la propia ciudadanía para valorar y respetar un
monumento.
Si bien es cierto que se intenta recuperar esta obra civil debido a su
reciente centenario, tampoco observo en la prensa que se citen iniciativas en
pos de su recuperación y siempre se aduce la falta de medios económicos. A
juzgar por el interés demostrado por otras corporaciones municipales leonesas
en rehabilitar sus obras pontoneras históricas de acero, debo entender que -en
este caso- la desidia del ayuntamiento de Castrocalbón por adecentar su puente
es evidente.
Para saber más: La mayor
información y más fiable la ofrece el "Catálogo de puentes de León
anteriores a 1.936", obra de varios autores dirigida por José Antonio
Fernández Ordoñez, Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro, editada por el
CICCP y el CEDEX en 1.988. La cita histórica la recoge Inocencio Cadiñanos
Bardeci en su artículo "Puentes de León" editado en la revista
Tierras de León, nº 113 del año 2.001. El periódico local La Nueva Crónica le
dedica un buen artículo firmado por P.J. Abajo en la edición de fecha
08.10.2017 con motivo de su centenario. En internet podemos ver algo de
información en la Wikipedia, voz Castrocalbón. Es muy interesante para éste y
otros puentes de hierro en León el blog de Antonio Juárez y María Gómez titulado
leonolvidado. La web municipal ni siquiera tiene foto de esta obra civil aunque aporta información del pueblo. Existe un blog titulado agriculturalbhoy que nos informa del robo de las
chapas del firme y alguna historia más. El Diario de León en edición de fecha 03.01.2004 informa que un diputado socialista propone conservar este puente cuando ya se estaba construyendo el nuevo por lo que, con gran perplejidad, imagino que originariamente los organismos competentes habrían decidido desmantelarlo y quizás, venderlo como chatarra. Lo cierto es que no me sorprende ya que eso es lo que se hizo con otros muchos puentes históricos se estructura metálica semejantes debido a las decisiones de políticos miopes e incompetentes junto a la pasividad e ignorancia de la sociedad civil. También el Diario de León informa sobre su
abandono y necesidades de restauración en su ejemplar de fecha 06.11.2008 y en estos días también celebra su centenario.
Otros blogs que tratan de la historia del pueblo o aluden a su puente son: ibañeza y sauce, éste con información de Ángel Turrado. Por último, en el periódico La Nueva Crónica se le presta atención en un artículo de Luis Solera Selvi para la edición de fecha 08.07.2019.
Cómo llegar:
Castrocalbón y su puente se encuentran en la carretera secundaria LE-110 PK 12
que une La Bañeza con Camarzana de Tera. La vía rápida de acceso puede ser la
A-52 con salida 29 precisamente en Camarzana para dirigirse hacia el N por la
LE-110 y llegar al puente tras cruzar Castrocalbón. La nacional N-525 -paralela
a la autovía A-52- también nos sirve con desvío en Camarzana hacia la LE-110.
La A-6 al llegar a La Bañeza tiene una salida en el PK 303 que nos permite
tomar la LE-110 hasta nuestro puente. Obviamente, la vieja radial N-VI cruza La
Bañeza y a la altura de la glorieta y calle de Arrote podemos girar a la
izquierda para alcanzar la LE-125 cuya continuación en sentido E/SE empalma con
nuestra carretera LE-110 tras cruzar bajo un paso elevado de la A-6 y que nos
llevará hasta Castrocalbón.
Dibujo de planta, alzado, sección y cenital del puente así como una vieja fotografía de los años 80 del siglo XX tomados del libro "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936"
Interesante pintura al óleo negro sobre tabla de Elena Rabanedo, probablemente de los años 90 del siglo XX, antes de la construcción del puente nuevo.
Fotografía del puente de fecha 02.01.2004 cuando ya se estaba levantando el puente nuevo. Noticia del periódico Diario de León.
Tanda de fotos de fecha 27.06.2017
PUENTE NUEVO
Probablemente construido entre los años 2004 y 2005, se trata de un obra en hormigón armado con pilas y vigas prefabricadas construidas por la empresa Prefabricados de Hormigón Páramo, S.A. de la localidad de La Bañeza.
Tanda de fotos de fecha 27.06.2017
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