martes, 5 de septiembre de 2017

PUENTE DE LOS SAPOS EN TRUCHAS. León

PUENTE DE LOS SAPOS EN TRUCHAS-LE SOBRE EL RÍO ERIA. 

LE-126 PK 28




[...] Entre montañas del Teleno y el Bierzo se erige La Cabrera y en ella resalta el pueblo de Truchas. Se encuentra a 90 kilómetros al oeste de la capital provincial y cuenta con unos 80 habitantes (500 en el municipio). El Ayuntamiento de Truchas se compone de 13 pedanías: Baillo, Corporales, La Cuesta, Cunas, Iruela, Manzaneda, Pozos, Quintanilla de Yuso, Truchas, Truchillas, Valdavido, Villar del Monte y Villarino.
La bienvenida al pueblo de Truchas como tal la da un puente romano llamado Los Sapos, sobre el río Eria, probable paso de una vía minera hacia las explotaciones del Teleno y hacia los canales que llevaban agua a Las Médulas y que se conserva prácticamente entero. Como elemento de interés histórico-artístico también destaca la iglesia de Truchas, que data de 1736 (siglo XVIII), tiene espadaña aguda y atrio con crucero de roca arenisca. Está dedicada a Santa Colomba y "ha sido restaurada hace tres años", indica el alcalde, Francisco Simón. [...] Ver web municipal aquí.
Otras referencias al asunto hablan de caminos antiguos, de rutas, como la que lleva hacia el castro romano: La ruta comienza al norte de la localidad de Truchas, al pie de la carretera que parte hacia La Cuesta. El camino, bien definido, asciende por una ladera entre matorrales, alcanzando el lugar donde se encuentra el Castro de Truchas, identificado mediante un viejo cartel. Varios cientos de metros más adelante, hemos de abandonar este camino, que continua ladera arriba, para girar a la izquierda y proseguir por una senda ganadera, siguiendo las curvas de nivel. Ya cerca del inicio de la ruta, al norte de Truchas, se sitúa el puente de Los Sapos, sobre el río Eria y probablemente de época romana. Merecen ser visitados otros lugares de la localidad, como su iglesia parroquial. En Truchas el Eria recibe las aguas de uno de sus principales afluentes en el municipio, el río Truchillas. Este rico paisaje fluvial es divisado durante el transcurso de la ruta, que recorre en altura un tramo del río Eria. Al poco de comenzar la ruta ascendente llegaremos al entorno, invadido por la vegetación, en el que se sitúa el Castro de Truchas, que fue uno de los asentamientos romanos vinculados a la dominación de esta cultura en la zona y contribuyó a la organización de la explotación de oro que se desarrolló en la comarca. Web municipal.
Esto es todo lo que he cazado en internet. Ni siguiera la web municipal tiene foto del puente, o al menos, yo no la he visto. Sin embargo, algo queda en el mítico "Catalogo de Puentes de León anteriores a 1.936" donde se le cita con foto incluida de antes de su restauración y un dibujo del mismo.
Me ha parecido un pueblo que se visita con frecuencia por excursionistas, curiosos y guiris pues, en parte restaurado, su ambiente rural es aceptable. Dispone de un Museo Agrícola llamado de La Cabrera y hay carteles que nos informan de que estamos en los Montes del Teleno. Es de destacar el esfuerzo realizado para la rehabilitación de un viejo molino, junto a nuestro puente, dentro de una proyecto de "Restauración Patrimonial de Inmuebles de Interés Etnográfico", actuación que tuvo lugar en el año 2.015.
Como amante de la historia e hitos carreteriles, debo señalar que a la salida del pueblo en dirección a Ambasaguas, junto al cartel del PK 28 se halla un viejo mojón del Plan Peña con el mismo guarismo y capirote amarillo, de cuando era carretera local.
Respecto al cauce que salva nuestro puente cabe decir que el río Eira nace en los Altos del Teleno y tiene una longitud aproximada de 100 kilómetros hasta su desembocadura en el río Órbigo.
Pensando en las conexiones de esta aldea y las aledañas con las explotaciones mineras de Las Medulas así como con las canalizaciones de agua necesarias para la perforación de túneles mineros, cabe inferir que estos caminos carreteros fueron construyéndose por los romanos y el cauce del río Eria se atravesaría por vado en aguas bajas y con algún pontón de madera cuando los caudales eran gruesos. No obstante, por lo que ahora se puede ver de obra, la impronta del puente parece medieval, efectuada con roca madre del río y su entorno, predominando esquistos y pizarras de labra sencilla además de canto rodado del lecho del río.
Características actuales de la obra: Se trata de un puente de tablero pronunciadamente alomado, relativamente equilibrado pues la longitud de los lados es de  12+13,50 metros; la anchura del tablero es de 1,40 metros más 0,50x2 metros adjudicados a pretiles, siendo el de cabeceras abocinadas de 3,50 metros. Es más que probable que, en origen, fuera un puente sin pretiles, imitando la pontonería romana peninsular para vías secundarias. Dispone de un sólo vano con un arco de medio punto bastante preciso y luz de 9,50 metros. Esta característica -salvo que haya sufrido ruina en algún momento de su historia- nos hace pensar en una obra original románica, probablemente del siglo XIII aunque con las consiguientes rehabilitaciones o reparos, especialmente de la bóveda y Pascual Madoz apunta en su Diccionario Geográfico-Estadístico de 1845 que se debió reconstruir en el siglo XVIII sobre la base de otro existente que él apunta como de madera, habitual en la zona. Yo me inclino por otra reconstrucción, también muy habitual, que consistía en intentar reflejar lo que ya existía y se conocía, esto es, el puente antiguo, en ocasiones con buena técnica de cantería y otras muchas veces, procediendo de un modo más rústico y económico.
Aunque la reciente restauración ha sido muy agresiva, incorporando piedra nueva y tapando excesivamente paramentos y juntas con grueso mortero, se puede adivinar que las zonas más antiguas son los bajos de la obra: arranques de paramentos y riñones del arco; éste, apoya en roca madre y piezas largas y aplanadas de pizarra, en lo poco que es visible. Los lienzos de muro se corresponden con mampostería ordinaria tosca aunque desbastada en su cara exterior, con cierto cuidado; probablemente se disponían las piezas sin aglutinantes o muy poco mortero. La parte alta de paramentos y la cara externa de pretiles, sin diferenciación, son obra contemporánea donde se introduce mampostería tosca con variado cubicaje y forma, incluso canto rodado con un fuerte llagado de mortero de cemento y arenas que le dan un aspecto tosco y rural, para parecer obra antigua.
En intradós cabe también diferenciar los elementos originales que constan de piedra más o menos regular en cuanto a volumetría en la zona de salmeres y riñones del arco a base de lajas de piedra esquistosa bien dispuesta y una zona superior -probablemente la zona de la bóveda arruinada o que se restauró en el siglo XVIII- donde el intradós se rellena con un dovelaje variado e irregular. Sin embargo, el trabajo de boquillas, en ambos lados, tienen una factura más profesional, con piezas regulares de 50 centímetros de alto aunque de variado grosor que embocan bien en el arco, en ligera cuña y tal vez, con poca utilización de argamasas o aglutinantes; se han cincelado las caras vistas. Toda la masa cementosa en los cuerpos del puente debemos pensar que es obra de la última intervención de restauración, probablemente en los últimos años.
Por lo que respecta a la parte superior, tanto el tablero, con firme de canto rodado y los pretiles al efecto, es un trabajo muy artificioso; hay que recordar que antes de la reforma, era visible el extradós y prácticamente, carecía de pretiles. No veo razón por la que no se ha intentado, simplemente, reforzar el firme de dovelas y rechazar la implantación de pretiles falsos. Lo mismo ocurre con las manguardias o muros de encauzamiento que se fusionan con el puente nuevo en una obra también de mampostería a base de canto rodado y cemento como aglutinante.
La obra civil resulta atractiva o fotogénica aunque se aprecia demasiado una intervención de rehabilitación, como digo, excesiva. Actualmente da servicio como pasarela, muy útil ya que el puente nuevo carece de viales peatonales y el paso de gente que lo cruza es más arriesgado.
Para colmo del asunto, en tiempos modernos, cuando se precisó un ensanchamiento de la calzada, pues se optó por hacer otro puente, con tan poca imaginación o ganas de cavilar que se hizo prácticamente pegado a la obra antigua, a no más de 10 metros, calculo yo. Evidentemente, se distorsiona la esbeltez del monumento y las interferencias que produce el nuevo puente son evidentes. Si a esto añadimos que todavía no han eliminado la caseta que hay adosada junto al estribo derecho, una cutrez a base de bloques bastos de hormigón prefabricado, algo de ladrillo y techumbre de uralita pues tenemos la certeza de que había una intención clara por parte de las autoridades de arreglar el puente para que lo fotografiaran los turistas, pero sin asociarlo a una obra monumental pontonera del patrimonio del pueblo de Truchas. Esto parece evidente pues tampoco existe una panel que nos informe de la obra, su historia y vicisitudes.

Ya que estaba allí, junto al cauce y bajo el arco del viejo puente, me fijé con cierto detenimiento en la obra contigua. Parece obra civil de catálogo normativo, que se proyectó en 1.919 aunque no se terminó hasta 1.925. Es un puente firme y soberbio, teniendo en cuenta la carencia de elementos decorativos así como la eficiencia de trabajos y economía de medios y materiales. Dispone de 3 vanos con arcos rebajados a 1/5 de de buena factura; las pilas se adornan con tajamares semicilíndricos y cupulines semicónicos. Prácticamente no tiene paramentos -más ahorro- y los tímpanos diría que son fábrica de mampuestos, ahora más tapados por alguna capa de cemento. Las basas de las pilas se componen de cemento hidráulico, actualmente ligeramente socavadas por la fuerza de las aguas y en el resto, predomina el cemento en masa, también muy erosionado por efectos del tiempo, el golpeo de arbolado que llevan las avenidas o la baja calidad de las mezclas, pues en algunas zonas queda a la vista el canto rodado de la base. Las bóvedas están bien realizadas y se observan las marcas del encofrado de las cerchas; actualmente tiene humedades y eflorescencias. En los muros, medran en exceso matorrales y otras hierbas. En superficie, el tablero se flanquea con grandes bloques de hormigón a modo de pretiles muy maltratados por golpes y el firme actual es de hormigón asfáltico. Tiene anchura suficiente para el cruce de vehículos y no hay señales que limiten el tránsito por tonelaje. En fin, una obra robusta, también antigua, que merece un mínimo mantenimiento y embellecimiento.
Cómo llegar: Situándonos en León, por poner un ejemplo, saldremos por la autovía AP-71 o la carretera nacional N-120 hasta Astorga. Seguir hacia el sur por la provincial LE-133 a través de Santiago Millas y Destriana hasta el cruce con la LE-125 que cogeremos hacia el W en dirección a Nogarejas y tras cruzar el río Eria y llegar a Castrocontrigo tomaremos la LE-126 hacia el NW siguiendo el curso del propio río Eria hasta llegar a nuestro destino en Truchas. Esta última carretera es difícil, estrecha y con muchas curvas pero también es atractiva, interesante y con preciosos paisajes.


PUENTE VIEJO O DE LOS SAPOS
















Tanda de fotos de fecha 29.06.2017





Dibujo y foto del puente, probablemente de los primeros años 80 del siglo XX, cuando lo visitaron los colaboradores de JAFO para elaborar el Catálogo de puentes de León anteriores a 1.936.

PUENTE NUEVO













Tanda de fotos de fecha 29.06.2017

OTRAS CURIOSIDADES DE TRUCHAS


Interesante grafiti en una nave de la calle de la Cuesta que parece que evoca la lucha contra el fuego. Aunque la foto la realicé el 29.06.2017 observo que ya está ahí, al menos desde el año 2.013. Curiosamente, en agosto de 2.017 se produjo quizás, el mayor incendio en el territorio leonés y casualmente también afectó al entorno de Truchas.





Dos fotos realizadas el 29.06.2017 del molino restaurado en el año 2.015



Mojón del Plan Peña a la salida del pueblo en dirección Ambasaguas. Foto de fecha 29.06.2017












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