jueves, 24 de noviembre de 2016

PONTE VELLA DE OURENSE

"PONTE VELLA" DE OURENSE SOBRE EL RÍO MIÑO

N-120 PK 567,500 y N-525 PK 239


Los viajeros entendidos y avisados que se mueven con motores de explosión o de inyección conocer las arterías nacionales que se dirigen al NW peninsular y saben que la N-120 es una larguísima calzada de más de 600 kilómetros de longitud que serpentea lentamente desde Logroño, a la vera del viejo Camino de Santiago, para acabar en Vigo; también la N-525 tiene veleidades gallegas y desde Benavente, por un itinerario tortuoso se llega hasta Santiago de Compostela tras correr la nada despreciable cifra de 341 kilómetros. Ambas rutas se cruzan en Ourense, donde también confluyen otras  vías secundarias, como la OU-536 que viene  desde O Barco de Valdeorras. Ese cruce de caminos ya era referencia para caminantes, trajinantes, buhoneros, funcionarios y legionarios, muchos legionarios romanos, hace dos mil años (en estos casos, de motores de explosión, nada de nada; a patita, quizás sobre montura o en lentas y pesadas carretas). En cierta ocasión, con tránsito por aquel lugar sonaba en la cabina del camión el legendario e indómito blues de Robert Johnson "Crossroad" y asociándolo con los jodidos atascos en las vías que cruzan Ourense (estaban construyendo un nuevo puente sobre el Miño), también pensé en vender mi alma al diablo, no para llegar a ser el más excelso  guitarrista de blues en tierras de Alabama, sino para volar con el camión unos pocos kilómetros y seguir mi ruta hacia las Rías Baixas tranquilamente, saboreando mientras tanto un buen habanos. Sí, los romanos ya llamaban a Auriensis Civitas (Orense) el "cruce de caminos" pues ahí definían su itinerario, según fuera el destino hacia NW en busca de la costa, hacia el N en dirección a Lucus Augusta (Lugo), o bien, hacia el NE camino de Asturica Augusta (Astorga). Lógicamente, en aquel entramado de calzadas, había un puente (si no, de que va a escribir el Quirce) y además, vadeaba el Minius Flumen -o Río Miño- y era romano. Según el Itinerario Antonino (La Guía Michelín de la época) había tres o cuatro vías por las que se podía alcanzar Ourense - desde la XVII a la XX- aunque los expertos creen que fue la número XIX la que originaría la construcción de la puente a finales del siglo I o principios del siglo II d.C. en tiempos de Trajano (siguiendo lo afirmado por Ceán Bermúdez o Celestino Espinosa) y a tenor de aquello, pese a las diversas destrucciones y recomposiciones, el vano central pudo ser durante mucho tiempo el arco romano-gótico con más luz de todo el Medievo europeo. El puente en sí, es un hito importantísimo en la vida y desarrollo de la ciudad y figura en su blasón, incluida la torre de defensa ; era el único puente de la villa y por el que vadeaban el río las carreteras modernas; precisamente, para potenciar la circulación de la actual N-525, desgraciadamente, se derribó el torreón para ensanchar el camino y permitir la circulación de vehículos más grandes, probablemente a finales del siglo XIX. Definitivamente, en 1.999 se peatonalizada, desviando la circulación motorizada por otros puentes. Goza de la consideración de Monumento Histórico desde 1.961, momento en que se proyectan las últimas obras de rehabilitación.

Si bien es cierto su origen o filiación romana a principios de nuestra Era, la impronta actual es la de un puente medieval y podemos ir simplificando sus modificaciones como sigue:

Tras diferentes destrucciones que motivarían su inutilidad durante muchos años (se conoce la persistencia del negocio de barcas de transportes que cruzaba el río por dos muelles) se acomete su primera gran rehabilitación en 1.228 por mandato del gerifalte provincial, Obispo Lorenzo, muy activo en la modernización de Ourense, pues también intervino en las obras de la Catedral o el Palacio Episcopal. Parece que la configuración más o menos actual parte de esa reconstrucción, con el arco ojival central y tablero a dos aguas. El Obispo Silva lo repara de alguna destrucción por riadas en el siglo XV y en 1.667 se procede a otra rehabilitación mayor a cargo del arquitecto barroco de origen cántabro Melchor de Velasco Agüero, modificando tablero y arcadas. (Se piensa que como puente romano con menores luces, debería disponer de una docena de vanos, al menos. En la reconstrucción que promueve el obispo Lorenzo deberían ser 8 y por último, Velasco lo amplia a 10 , aligerando el central gótico, lo peralta y rebaja aunque manteniendo un ligero apuntamiento en clave, consiguiendo proyectar un tablero horizontal.) La información sobre el maestro de obras Melchor de Velasco Agüero se puede consultar en la obra de Pablo Pérez Costanti citada abajo en sus páginas 551 a 554. También en este tratado de Pérez se cita a Juan de Herrera que en el año 1561 aparece por Ourense a instancias del Concejo y Cabildo para que fije las condiciones de restauración del puente e incluso la posibilidad de trasladar a otro sitio la torre de control y pontazgo (ver página 280 del texto). También en ese texto (página 283) se cita al maestro de obra Juan de Cerecedo, quizás como subcontratado de Herrera para las obras de reparo del puente pues así se dice en una de las mandas de su testamento. También Herrera se ocupó de adecentar los caminos aledaños al puente como se expresa en otra manda de su testamento que dice: [...] Mando se cobre de la cibdad de Orense el salario que me debe de la besita de la puente de dos años a razón de siete mill maravedíes cada año y más se cobre e pida a la dha cibdad doze días de caminos y ocularios que hice en lo tocante a la dha puente a trezientos maravedíes cada día [...].En el año 1602 existen fuentes escritas de que el maestro cantero Hernando de la Portilla en unión de Juan de la Sierra intervienen en algún reparo del puente cuyo presupuestó ascendió a 8400 ducados (Archivo notarial de Lugo: Protocolos de los escribanos Juan Sanjurjo de 1600 y Alonso de Castro de 1602). 

De nuevo, en 1.870 tras los consabidos desperfectos por avenidas, sufre una nueva transformación y se eliminan vanos, dejando los siete que actualmente persisten, con variadas luces y flecha. Ha tenido alguna otra intervención en el siglo XX. El ingeniero Maximino Casares Ortíz, a la sazón Jefe de Obras Publicas de Orense, publicó en julio de 1.960 un artículo en la ROP (tomo  2943) titulado "Amenaza de ruina en el puente romano de Orense" donde hace una breve historia de la obra y señala que las fuertes y duraderas riadas producidas por aquellas fechas, donde el nivel del río se mantuvo durante muchos días 11 metros por encima de su cauce normal, produjeron daños en la estructuras y cita concretamente que se derrumbaron aproximadamente 30 metros de muro de acompañamiento en margen derecha. También se dañó seriamente el tajamar y castillete -aguas arriba- correspondiente a la pila del arco central con derrumbes de paramento y serias grietas. En 1.966 se produce la interesante restauración realizada por el ingeniero Fernández Casado, que actúa en pilas y tajamares consolidándolos. La pila entre arcos 4-5 no se cimenta sobre roca y  es la más vulnerable; al tiempo que se reforzó, se hicieron catas interiores en el tajamar mayor y se pudo comprobar que -emparedado por  recrecidos en las caras del propio tajamar- aún subsistía el original, en el  interior, plenamente romano.

Características actuales de la obra: La longitud del puente es aproximadamente de 200 metros entre estribos (las citas que hablan de 370 metros puede que consideren los aterramientos para plataformas en cabeceras aunque creo que sigue siendo una longitud excesiva pues según mis mediciones se llega a 325 metros). La anchura del tablero original es de 5 metros. El controvertido arco central gótico tiene una luz que oscila entre 38,20 y 37,60 metros, según diferentes mediciones y su altura hasta lecho es de 33,25 metros. Los arcos del margen izquierdo, próxima a la villa, son los que guardan más elementos romanos en basas, tajamares y sillares. Los dos de los extremos son de medio punto, más bajos y los números 2, 5 y 6 (siempre contando desde izquierda parte naciente) son puramente medievales con ojiva acentuada. Las sucesivas reformas dispersan el trabajo de cantería y estilo, no obstante, se puede considerar que, en general, paramentos, bóvedas, arcos y boquillas tienen buena calidad. Buen trabajo en boquillas, siendo el central de doble rosca, una primera de dovelas dobles sobre la que se asienta otra más grosera cuya clave se empotra en la rasante. Es curioso el cuarto arco (desde aguas arriba) y aledaño al principal: conserva los arranques del arco antiguo y sobre ellos de dispone la nueva bóveda de arco ligeramente rebajado y que dispone también de varias boquillas, en este caso, una primera de doble rosca, una segunda muy fina que no cubre todo el arco y una tercera, también más tosca, cuya clave también se empotra en la rasante, quizás actuando como arco de descarga pero produciéndose estas rarezas debido a las rehabilitaciones sufridas. Tajamares y espolones, elevados sucesivamente con segmentos semicilíndricos o cuadrangulares hasta rasante, salvo el más grande, entre arcos 4 y 5, que "aguas arriba" y sobre el imponente tajamar en cuña, se asienta un bello arquillo de aligeramiento de medio punto, al más puro estilo romano, no visible "aguas abajo" al encontrarse cegado. Actual cubierta de adoquín con pretiles bajos de granito entre los que se encuentra empotrado un mojón de hormigón (Plan Peña de Carreteras de las años 40 del pasado siglo) que marcaba un PK de la nacional N-525 o de la N-120 y que ahora es menos visible dado que han permitido que se instalen terrazas de cafeterías en esa cabecera y una de ellas sobrepasa el punto del pretil donde se encuentra este curioso mojón. El tablero dispone de descansaderos cuadrangulares y semicirculares en ambos lados, algunos con petos de rejería. Lo cierto es que ha sido el gran protagonista para cruzar el río Miño durante siglos pues hasta 1.918 no se construye otro, el actual Ponte Nova, una bella e interesante obra ecléctica que conjuga diferentes estilos arquitectónicos, especialmente renacentista.

Referencias al puente que hace el ingeniero Pedro Celestino Espinosa en su breve compendio titulado "Puentes históricos" que publicó en la ROP (Revista de Obras Públicas) en los años 1.878 y 1.879: "Situado sobre el Miño, se construyó en el reinado de Trajano, según las crónicas indican aunque hay quien le supone del siglo XIII; tiene 6 arcos, tres de ellos algo apuntados, por lo que puede suponerse que hay una parte romana y otra restaurada en siglos posteriores. Los tres arcos centrales tienen 27,50+39+27,50 metros de luz; atraviesa por él la carretera de Villacastín a Vigo".


Otra interesante referencia al puente en el amplísimo estudio del ingeniero Federico Macau Vilar  publicado en la ROP del año 1962 y tomo 2962 del que tomo parte de su intervención: [...] Este puente, construido en sillería granítica de diferentes épocas, tiene una longitud aproximada de 370 metros y consta de 7 arcos aunque `primitivamente pudiera tener 11 arcos. Los que se ven actualmente tienen variadas luces y formas: los de los extremos y el quinto (parte naciente margen derecha) son de medio punto y el resto, apuntados y con traza medieval. El central tiene una luz de 43,70 metros y una flecha de 38 metros y por sus dimensiones, es el arco mayor que existe en España en su tipología y puede que también lo sea del mundo. Los otros, van disminuyendo en luces hacia extremos. Estos arcos se apoyan en pilas de aspecto robusto aunque de sección en planta irregular y muy distintas unas de otras. La extraordinaria pluviosidad del invierno de 1.959 dio lugar a la aparición de fuertes empujes laterales que la mampostería antigua y moderna no ha podido contrarrestar, acusando esta debilidad la aparición de grietas en todo el paramento y el despegue de superficies de contacto en las distintas fábricas construidas en variadas épocas. También hemos de efectuar un detenido examen de la cimentación pues también es cierto que estos desperfectos pudieran estar ocasionados por el movimiento en su asiento.../... Con este motivo, hemos podido hacer un estudio recogiendo noticias y vicisitudes del puente a lo largo de su dilatada historia. Las primeras referencias datan del año 1228 y se refieren a la reconstrucción del obispo de Ourense Lorenzo, que dirigió aquella diócesis entre los años 1228 y 1248. En 1.383 se vuelve a tener noticias del puente al conceder el rey Juan I el privilegio de portazgo a Pedro Ruíz Sarmiento. En 1432 se derrumbó el arco central, estableciéndose entonces un servicio de barcas y también se acordó la reparación de la obra, que parece que se terminó en 1443 aunque, nuevamente, en 1449 un nuevo desastre abatió el nuevo arco. Las obras de reparación se demoraron y el servicio de barcas siguió funcionando entre los años 1456 y 1457. La reconstrucción se terminó en 1484 con la ayuda del obispo Fonseca. En 1527 en Consejo reconoce nueva amenaza de ruina en el arco central, procediéndose a su consolidación. En 1571 aparece con deficiencias y se opta por prohibir el paso de carros y caballerías. Más adelante, se reconstruyó el arco y se levantó una torre central de defensa y control del pontazgo que se terminó en 1579. En el año 1591 el arco está de nuevo en obras y en 1645 nuevamente se suspende el tráfico de carros por deficiencias en la estructura. En 1661 fue a Ourense el maestro de obras Melchor de Velasco Agüero que por aquellas fecha trabajaba en Santiago de Compostela y Celanova. Con fecha 27.04.1667 firma contrato con el Concejo orensano comprometiéndose a su reconstrucción con un presupuesto de 12.000 ducados. Las obras se finalizaron en 1694, bastante después de la muerte de Velasco, que se produjo en 1669 aunque sí dejó un buen estudio y planos de su restauración. Un pequeño extracto de la memoria: [...] Apartar el agua del río Miño que pasa junto a la pila y cepa que sustenta el arco mayor por la parte de la madre y fuerza del río, de manera que quede seca y sin agua la parte que fuere necesaria para el aderezo y reparo de dicha pila, que es lo más principal de dicha obra, y apartada el agua ha de hacerse todo el lado del paredón que reviste la pila por la parte de Cudeiro y comenzando desde la punta del tajamar norte caminando hasta la punta del otro contra-tajamar de la parte de Mediodía, que es el paraje donde se halla el mayor daño de la pila y hecho lo referido buscará cimientos firmes y se volverá a plantar dicho paredón y escarpiado en la forma que antes estaba, subiéndole el peso y nivel de la otra mitad del escarpiado que queda por la parte del río, por hallarse firme y seguro, de piedra crecida, asentando la mayor parte y poniendo sillares atizonados con buena mezcla de cal y arena, añadiendo en lo alto unos palos de yerro emplomados de una piedra a otra y que sean bien gruesos y en el remate del tajamar y cepa ha de levantarse el tajamar hasta llegar con la punta del escarpiado al principio del desaguadero que se halla sobre el tajamar. Aderezar a la entrada del puente el empedrado que falta [...]. La memoria es más amplia y se puede leer en el artículo de la ROP.

Después de esta reconstrucción no hubo necesidad de ocuparse del puente hasta 1835 en que el arquitecto Santiago Estévez Entrimo reparó la cimentación de las pilas del arco mayor. En 1874 una nueva reforma eliminó los arcos extremos, quedando los 11 primigenios en los 7 actuales. En 1880 el ingeniero Sebastián M. Risco actuó sobre las pilas y rectificó la rasante al tiempo que ensanchaba la calzada en cabeceras. En 1943 hubo de reconstruirse un sector de 30 metros, incluyendo su muro de acompañamiento en cabecera derecha.

Y como ya hemos indicado, en el invierno de 1959 se produjo el derrumbamiento de la parte superior de la pila número 4 del arco central en el paramento de aguas arriba acompañado del agrandamiento de grietas antiguas y de la aparición de otras nuevas. Las propuestas que planteamos son: reforzar las bóvedas con hormigón y un nuevo tablero de hormigón armado que ensanche la cubierta o bien, un sobreadosado de arcos, ensanchando las bóvedas al estilo que se ha utilizado en el puente de Albi sobre el río Tarn. Algo parecido se hizo en el Ponte do Burgo, en Pontevedra. En este caso, cundió la cordura y no se han añadido ni hormigones ni losas de fábrica moderna. El Ponte Vella se mantuvo en activo para tráficos de vehículos a motor hasta el año 1989. Desde entonces es un puente peatonal aunque pueden transitarlo vehículos públicos de servicios. 

Por último, en el año 2.016 la Xunta de Galicia aprueba presupuesto de aproximadamente 900.000.- euros para arreglos y mejoras del puente según proyecto del ingeniero Manuel Durán Fuentes y el arquitecto Manuel Durán Arriero que se efectuará en varias fases. La correspondiente a iluminación la ha llevado a cabo la empresa SETGA de la que aporto fotos de su web y que tuvo un coste de 304.110.- euros, independientemente de otras actuaciones sobre el firme del tablero, limpieza y fijación de piezas de muros, arcos y bóvedas así como la eliminación de las cañerías que cruzaban el larguero de esta obra civil. En mi modesta opinión, cualquier sistema de iluminación directo sobre la venerable piedra de un puente antiguo es inapropiado. Todas las tomas lumínicas deben de ser exentas y a distancia y así ocurre con esta actuación pero el sistema de plafones corrido con carcasas de acero a lo largo del tablero por la parte interior de pretiles está fuera de lugar en un monumento de estas características aunque se ha hecho un gran esfuerzo en mimetizarlos con la piedra. Quizás, hubiera sido más acertado -aunque más costoso- incorporar estos plafones encastrados en el adoquinado ya que no rompen la línea e impronta de los vetustos pretiles a base de ortostatos de granito que aunque no sean los originales, probablemente son del siglo XVII. En cuanto a la estética actual de la obra y fijándonos en su cabecera derecha (desde aguas arriba) tampoco parece apropiado que se invada la plataforma con sillas y mesas de un establecimiento hostelero, junto donde se encuentra el mojón del Plan Peña que, por cierto, debería restaurarse con su matrícula y PK original. Por esta entrada al puente figura un cartel turístico donde se aporta información de la antigüedad y modificaciones de la obra civil: siglo I d.C., siglo XIII, siglo XVII y siglo XIX. 

Con muy buen acierto, se ha urbanizado en el año 2.009 el conjunto del cauce, especialmente en su margen derecha, con un bello parque con cuidados jardines y arbolado que realzan el objeto principal -el puente- y lo muestran a los orensanos para su disfrute ayudando a conocer el rico patrimonio pontonero hispano. La obra es conocida como Ponte Romana, Ponte Maior o Ponte Vella y la mítica carretera nacional N-120 también conocida como "Camino de Santiago" tiene el privilegio de pasar bajo la segunda bóveda ojival de este puente tan viejo en lo que ahora se denomina Rúa Ribera Sacra, porque hacia allí va la carretera.Son muy interesantes las vistas del río y los otros puentes y pasarelas cuando paseamos por el tablero de esta estructura. 

Bien, un nuevo puente para la galería del Lobo, con invitación a lectores-viajeros curiosos para su próxima visita estando seguro de que será del agrado y admiración de todos. Salud y buena ruta.

Para saber más: Lo trata con gran detenimiento Manuel Durán Fuentes en su tratado "La construcción de puentes romanos en Hispania", páginas 296 y ss. editado por la Xunta de Galicia en Santiago de Compostela, año 2.005. Exhaustivo estudio de esta obra se hace en el libro titulado "Pontes Históricas de Galicia", obra de Segundo Alvarado Blanco, Manuel Durán Fuentes y Carlos Nárdiz Ortíz, editado en 1991 por la Xunta de Galicia y el COICCP cuyo desarrollo se hace en las páginas 27/42 a cargo del citado Segundo Alvarado y del que se exponen aquí variadas fotos y dibujos del puente. Carlos Fernández Casado también lo trata en su obra "Historia del puente en España: Puentes Romanos", páginas 444 y ss. editado por el CSIC en el año 2.008. El libro "Puentes de España. Tránsitos de culturas", coordinado por Santiago Hernández Fernández y texto para nuestro puente de Manuel Novoa Rodríguez, con datos en ficha 26, es editado por Lunwerg en el año 2.009. El libro titulado "Menos muros y más puentes", de varios autores coordinados por Xosé Luis Barreiro Rivas y editado por el Grupo Puentes en el año 2.007 conmemorando el trigésimo aniversario de la fundación de esta empresa constructora. En el libro titulado "Diccionario de artistas que florecieron en Galicia durante los siglos XVI y XVII", obra de Pablo Pérez Costanti editada en 1930 por la "Imprenta, librería y encuadernación del Seminario Cardenalicio Central de Santiago de Compostela", se reflejan algunos de los maestros de obra y alarifes que participaron en actuaciones sobre el puente en aquellos siglos. También fue noticia el puente por cuestiones políticas como se recoge en información periodística al respecto y que se puede leer en Noticias pontoneras. Por demás, es fácil acceder a información de este puente en variadas sites de internet aunque sin duda, el trabajo más metódico y excepcional lo ofrece el blog de sloren-galeón administrado por Secundino Lorenzo.


Se sigue cierto orden cronológico en la exposición fotográfica. 




Alzados hipotéticos del puente romano original. Dibujos que tomo del libro "Pontes históricas de Galicia".




Sección del puente con la original torre de defensa. Grabado del siglo XVIII que custodia el Archivo Histórico de Ourense. (Tomado del libro "Pontes históricas de Galicia)

                                     

Preciosa fotografía de Jean Laurent Minier (1816/1886) que se podría datar entre los años 1855 y 1867, período de mayor auge de este fotógrafo en España. 


Postal de los años 30 del siglo XX que exhibe el libro "Pontes historicas de Galicia".

                                     

Foto de la revista ROP del año 1.960 tomo 2943 en la que se comentan derrumbes a consecuencia de las fuertes crecidas de aquel año.

                                      

Alzado del puente de Federico Macau con estudio geológico de su asentamiento. Año 1962

                               

Dibujo de sección por el eje de la pila central con detalle de actuaciones históricas. Federico Macau en la ROP mencionada.

                                    

Sección de ancho del puente tras el proyecto de ensanche por medio de arcos de hormigón armado. Federico Macau en ROP citada.

                                      
Aspecto del puente tras su ampliación por medio de subarcos de hormigón armado según proyecto no ejecutado de Federico Macau en ROP 1962 tomo 2962.



Vieja fotografía de 1.987 realizada antes de la incorporación del Paseo do Miño. De la revista MOPU Nº 345 de fecha julio-agosto de 1.987

                                  


Ilustración de Antonio Aragüez Vela para la Revista MOPU de julio-agosto de 1.987



Dibujo de alzado y planta del puente probablemente realizado hacia 1990 que figura en el libro titulado "Pontes históricas de Galicia"









Diferentes tomas del puente, algunas de detalle, que figuran en el libro "Pontes históricas de Galicia", probablemente tomadas a finales de los año 80 del siglo XX.






Variadas marcas de cantero grabadas en diferentes sillares del puente. Información tomada del libro "Pontes históricas de Galicia".




Buena perspectiva del puente en toma de Xurxo Lobato, hacia el año 2.006 y que se publicó en el libro "Menos muros y más puentes", editado por Grupo Puentes en el año 2.007.


Instantánea de fecha 23.09.2009 desde la N-120



Dos fotos de cabecera derecha y tablero de fecha 08.04.2014 en las que se observa el mojón comentado en el texto.









                                      




Marcas de cantero con caracteres del alfabeto griego.


Paseo do Miño
Tanda de fotos de fecha 04.06.2014






Tanda de fotos de fecha 10.08.2016







Fotos de la calzada del puente. Inicio de las obras de rehabilitación en el año 2.016



Foto de fecha 04.09.2016 Diario La Región. Dentro de las obras de rehabilitación, por fin, se procede a retirar las tuberías adosadas al puente.








Nuevo sistema de iluminación del puente tras la reforma del año 2016 efectuado por la empresa SETGA cuyas fotografías tomo de la web institucional de esta sociedad.



Cartel informativo y muy gráfico de varios de los puentes sobre el río Miño a su paso por Ourense. Ya iré subiendo el resto con tranquilidad y tiempo, jeje.

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