PONT DEL RIU SEC DE BETXI O DE SANT FRANSESC
Onda. Castellón
Camino Viejo de Santa Catalina. CV-223 y CV-20
Al cazar este puente quedé sorprendido por los caudales que llevaba esta
especie de arroyuco que se expande por las tierras de la Plana Baixa.
Habitualmente porta poco caudal, incluso se seca en estiajes acentuados. En mi
visita, tras varios días de aguaceros, era un primor ver el río y sus aguas
cantarinas que chocaban con el lecho de roca y placas de calizas y margas.
Como observo que tanto al puente como al arroyo se le dan denominaciones
variadas intentaré dilucidar la cuestión. Hay una serie de arroyadas o riveras
que desde altitudes cercanas a los 900 metros descienden desde la Sierra de
Espadán buscando las planicies y el mar hacia el E de la provincia
castellonense. En cotas altas parece que el cauce principal procede del río Veo
que unido a las aguas que a veces porta el Barranc de Castro constituyen los
caudales del llamado río Sonella. Aunque normalmente estos cauces desaparecen
en verano, los taludes o ramblas que erosionan a su paso dejan un cauce claro
que río abajo recoge aguas de la rambla de Artana pasando a denominarse río Sec
de Betxi, pues hacia allí continúa el cauce. En el entorno de la localidad de
Burriana, donde acumula cauces de otras ramblas, se llama río Anna que es el
que tiene su desembocadura en el Mediterráneo. En conjunto, la cuenca del río
Sonella tiene una longitud de 42 kilómetros.
Respecto a nuestro puente, quizás su denominación más generalizada es la
de Puente de Sonella aunque también se le llama Puente de San Francisco o
Puente del riu Sec de Betxi. Ciertamente, llamarle Puente de Onda tampoco
resultaría muy confuso pues el otro puente de la localidad, bastante alejado de
su casco antiguo, está sobre el río Mijares, en la partida de Miralcap.
De su origen e historia no se sabe nada pues todo lo relacionado con la
estructura que ahora podemos observar se basa en conjeturas. Quizás, la más
plausible tiene relación con el asentamiento de la orden franciscana en los
alrededores en el siglo XV. Su convento tendría cierto auge a nivel de
producción agraria, vinos y otros enseres que necesitaban distribuirse por las
localidades y alquerías cercanas. Suele ser relativamente usual que estos
religiosos y otras órdenes del clero regular con gran poder económico y
político, proyectaran puentes y carreteras para su uso propio y también para el
de los vecinos del entorno. Probablemente se reconstruiría un viejo puente de
origen musulmán, pueblo dominador de estos territorios durante siglos y tras
diferentes vicisitudes o ruinas, al amparo de este auge económico decidiera la
comunidad franciscana construir un puente nuevo que diera servicio a esta vieja
calzada al que tradicionalmente llaman
Camino Viejo de Santa Catalina y que podía llegar hasta el pueblo de Betxi. Los
textos que se refieren a esta obra civil lo datan en el siglo XVI, en pleno
Renacimiento y bien podría ser aunque teniendo en cuenta que dos de las
cualidades de esta obra, como son sus arcos escarzanos muy abiertos y los arcos
fajones de las bóvedas no tienen mucho que ver con la construcción al uso para
la pontonería renacentista hispana. En base a que en la zona, quizás en el Alto
Mijares, si quedan restos del arranque de una bóveda perteneciente a un posible
puente romano (Aproximación a los caminos de Onda durante el siglo XIII, Belén
Fresquet, junio-2014) en el que se aprecian los 4 arcos paralelos del intradós,
aunque en directriz de medio punto, cabe pensar que algún maestro cantero del
siglo XVI o XVII que conoció este viejo puente, se decidiera a copiar su forma
para sus modelos de puentes carreteros pero la geometría de estos tampoco
cuadra mucho con su época, en la que normalmente se hacía bóvedas de cañón o
medio círculo y quizás, con una ligera abertura de arcos. No es este caso,
donde como decía, la curvatura de estos arcos es muy abierta, cercana a 1/10 de
círculo.
Otra alusión histórica a nuestro puente la hace el cartógrafo Tomás López
Vargas-Machuca (1731-1802) al investigar en la documentación de las famosas
Relaciones en tiempos de Felipe II y así, en su obra "Diccionario
Geográfico de España", entendemos que con información actualizada es donde
especifica su construcción en piedra caliza meteorizada y como no dice lo
contrario, debería encontrarse en uso. Pero estos informes actualizados por él
corresponden a su siglo, el XVIII pues trabajaba para la Corona, en el reinado
de Carlos III y su sucesor. Por todo lo anterior y ante la falta de testimonios
indubitables, podemos pensar que esta obra, probablemente formalizada durante
los siglos XVI o XVII, debió de modificarse drásticamente en la primera mitad
del siglo XVIII para rectificar un posible tablero alomado bajando la rasante
por medio de estos arcos perpiaños muy rebajados y quizás, ése es el puente que
referencia Tomás López.
Evidentemente, habrá sufrido nuevas consolidaciones o reformas en los
últimos tiempos pero no tengo constancia. En marzo del año 2.007 se procede por
fin a su puesta en valor con una concienzuda aunque discutible rehabilitación.
Además de la limpieza de todos los elementos de la obra, se eliminaron
conducciones, cableado, vallado y cementos y morteros de actuaciones
anteriores. Se intentó por medio de catas rescatar el antiguo enlosado, que no
se consiguió y se construyeron nuevos pretiles, eliminando las barandillas
existentes.
Características actuales de la obra. Tiene una longitud aproximada a los 36 metros incluyendo estribos. Dispone
de dos bóvedas muy abiertas, con luces variables, la mayor de 12,66 metros es
la de la izquierda (vista desde aguas arriba) y la menor alcanza los 9 metros
de luz. Estas bóvedas se forman por medio de 4 arcos fajones o perpiaños que
apoyan en estribos y pila intermedia que a su vez, soportan una solera o
extradós de losas de piedra que constituyen el tablero propiamente dicho. Los
estribos, robustos y con aletas si presentan una impronta más antigua que se
podría catalogar como renacentista aunque del tipo rústico, sin mucho esmero en
la labor de cantería. La pila central, imponente, se protege con
tajamar-espolón se sección en cuña que llega hasta rasante e incluso se observa
que es obra plena, ya que algunos sillares de las defensas contrapean con la
propia pila.
La fábrica es variada, predominando la mampostería de tamaño medio,
apenas desbastada en su cara vista, además de canto rodado, sillarejo y
sillería más trabajada en las partes bajas de estribos así como en la pila
central. Las juntas de piezas son muy pronunciadas, lo que indica la baja
calidad en el trabajo de cantería, se rellenan con mortero de cal grasa en los
lienzos viejos no restaurados. Resulta curioso la gran variedad de piedra
sedimentaria que se ha utilizado en sus diferentes actuaciones, que va desde
las calizas oscuras, semejantes al esquisto, en la sillería de zonas bajas y
algunas dovelas, hasta otras calizas más claras además de margas y
conglomerados de arenisca y pequeño canto rodado de consistencia porosa muy
utilizado en algunos lienzos de muros y especialmente en el dovelaje de los
arcos.
Dispone actualmente de un tablero horizontal, perpendicular al cauce, con
una anchura regular de 3,25 metros salvo en la zona central donde la pila ha
creado un descansaderos a ambos lados. Probablemente, los viejos pretiles
serían también de sillería rústica o mampostería. En la actualidad, y quizás
imitando algún lienzo de la aleta izquierda, se han conformado con canto rodado
de variable tamaño muy embutido en el correspondiente mortero a base de cal,
arenas y pigmentos que imita bien a la argamasa que se utilizaba hace siglos.
Estos pretiles, se continúan en las cabeceras o entradas al puente e incluso
conectan con el nuevo puente. Las cabeceras son pronunciadamente abocinadas. La
calzada se compone del mismo material que los pretiles, a base de canto rodado
fusionado con lechadas de cemento, sin embargo, en las entradas se ha preferido
incorporar una capa de hormigón asfáltico que conecta con la carretera a la que
da servicio, al menos ahora, como pasarela pues el tráfico se hace por el
puente contemporáneo anejo, quizás construido demasiado cerca de la obra
histórica ya que interfiere visualmente y contamina el propio enclave que
podíamos denominar viejo o monumental.
También son interesantes los muros y manguardias aledaños a esta obra,
que encauzaban el río y protegían los taludes de los lógicos desprendimientos
en periodos de lluvias o grandes humedades. Son largos muros en los que se
mezcla la sillería ciclópea y grandes mampuestos con fuerte llagado de morteros
que también se podrían catalogar como de época fundacional del puente.
Tras esta última restauración que como decía, parece excesiva pero quizás
necesaria, la estructura se encuentra en un estado óptimo y el intento por
mejorar el entorno también es interesante pues se ha construido una escalinata
para acceder al cauce que no desentona con el puente. El paraje esta cuidado y
limpio. Bajo el arco mayor pasa un viejo camino que según leo en la prensa de
finales de 2.017 se adaptará al proyecto de crear una senda o corredor verde
que discurrirá junto al cauce del río Sonella. No obstante, se echan en falta
señales de dirección hacia el monumento y un panel que nos informe sobre esta
bella e interesante obra civil. Siempre pienso (y a veces escribo) que los
departamentos culturales de muchos ayuntamientos, además de las consejerías
autonómicas, permanecen en la más absoluta ignorancia sobre la pontonería como
monumento histórico de gran interés, siempre muy por detrás de lo que se conoce
como edificación religiosa, cuando en realidad, y puede servir el ejemplo de la
ciudad de Onda, muchos de estos templos, independientemente de su tamaño,
carecen de importancia histórica, son repetitivos y reiterativos en cualquier
inventario generalista patrimonial mientras que existe obra civil que en este
caso, focalizo en puentes, cuyas características así como su devenir histórico
resultan ser ejemplos particulares, a veces únicos, de los que debemos estar
orgullosos de conservar, rehabilitar y mantener para exhibirlos como tales monumentos.
Bueno, pues eso...
Para saber más. Mi libro
base de consulta es la "Guía de puentes de la Comunitat Valenciana",
editado por la Generalitat Valenciana en el año 2.016 y que coordinan los
expertos en pontonería Inmaculada Aguilar Civera y Miguel Aguiló Alonso aunque tampoco aportan mucho en cuanto a la historia
del puente. La Wikipedia nos ilustra algo sobre esta obra. Algunas webs y blogs
repiten la poca información que existe sobre este puente y destaco ondaturismo,
turismodecastellon, comunitatvalenciana, rutasjaumei, y un blog de senderismo en bici, con excelentes fotografías. El periódico Mediterráneo nos informa sobre la
restauración así como la web eltriangulo y por último, aunque no es que haya referencias explicitas sobre
este puente, sí es muy interesante para comprender los antiguos caminos de Onda
durante el siglo XIII, el excelente trabajo de Belén Fresquet Ucedo de fecha
30.06.2014 divulgado en un revista on-line que también se puede descargar en
Dialnet-Universidad de La Rioja.
Cómo llegar: La vía
rápida más cercana es la llamada Autovía de la Plata con matrícula autonómica
CV-10 que tomaremos hasta su PK 8 aproximadamente para coger la CV-20 en una
rotonda hacia el W y al llegar al centro de Onda intentar seguir hacia el S por
el antiguo camino de Santa Catalina o dirección Tanatorio pues se encuentra muy
cerca. Si circulamos por la AP-7 deberemos tomar la salida 48 hacia Alquerías
del Niño Perdido para continuar hacia el NW por la CV-222 hasta la localidad de
Betxi donde seguiremos por la CV-10 ya citada anteriormente hasta destino.
Fotografía del puente del año 1.999 antes de su restauración. Documentación del trabajo de Juan Francisco Noguera Giménez para el puente de Santa Quiteria en Vila-real.
Imagen que exhibe la web Ondaturismo de nuestro puente anterior a la última reforma.
Fotografías probablemente tomadas en el año 2.015 que exhibe la "Guía de puentes de la Comunitat Valenciana".
Tanda de fotos de fecha 22.11.2018
PUENTE NUEVO.
A finales del año 2.006 se iniciaron las obras del nuevo puente sobre el
río Sonella que terminaron hacia el mes de marzo de 2.007. Financiado, en
principio por la Diputación, su presupuesto fue de 353.880.- pesetas y fue construido
por la empresa Lubasa.
Es un puente robusto que intenta pasar desapercibido junto a la obra
histórica aunque no lo consigue por su excesiva proximidad. Tiene una longitud
aproximada de 30 metros y un ancho de tablero de 9 metros que permite la
circulación cruzada, añade pequeños arcenes pero carece de viales peatonales.
El tablero lo componen dos vigas de sección en U pretensadas prefabricadas
de Pacadar y una prelosa intermedia que las une y por las que circulan las
canalizaciones del cableado y una imponente losa de hormigón postesado con
canto constante de 1,10 metros con voladizos laterales. El apoyo es exclusivo
en estribos de hormigón armado recubierto de losas verticales prefabricadas con
cantos en vuelta.
En cubierta se colocan en cantos dos fuertes impostas de hormigón sobre
las que reposan los pretiles metálicos de diseño novedoso que llevan
encastrados puntos de luz para su iluminación. También se han clavado un par de
farolas en las cabeceras. Resulta una obra interesante aunque fuera de contexto
porque debería haberse construido unas decenas de metros aguas arriba.
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