sábado, 23 de diciembre de 2017

PUENTE DE ARANZUEQUE SOBRE EL RÍO TAJUÑA

PUENTE DE ARANZUEQUE SOBRE EL RÍO TAJUÑA. Guadalajara 

CM-2027 PK 10



Aunque su obra pontonera actual no parece muy antigua es muy posible que el pueblo de Aranzueque tenga una larga historia que contar. Se dice que -por etimología de su nombre- tiene un origen autóctono prerromano y pudieran existir huellas de ello en los yacimientos del paraje llamado "Cerro de los Moros" de cultura carpetana. Existen noticias de que a finales del siglo XI ya es aldea del dominio de Guadalajara y sujeta a su fuero. Hay testimonios de que el rey Juan II de Castilla hace donación de los dominios de Aranzueque a la infanta Catalina aunque pronto volvieron al señorío real de Guadalajara. En 1430 pasa a manos del Marqués de Santillana y por extensión y sucesión al Marqués de Mondejar, cuyo dominio palaciego homónimo era villa principal cercana a Aranzueque.

De los censos que se confeccionan en el año 1579 a instancias de Felipe II existen actas correspondientes de diferentes preguntas que hacen los comisarios reales a la administración municipal, encabezada por el alcalde ordinario Francisco Calvo y los regidores de la villa Juan Gómez y Mateo Sánchez y en cuya nota vigésima se informa de que este pueblo dispone de un puente de madera, entendiendo que se encuentra en buen estado pues no se dice lo contrario.

También se supone que debió de encontrarse en uso durante la I Guerra Carlista pues en el año 1837 se produjo una escaramuza entre ambos ejércitos y las crónicas dicen que el general realista o isabelino Espartero consiguió expulsar hacia el norte al ejército carlista, obligándoles a cruzar el puente sobre el río Tajuña en Aranzueque, donde hasta ese momento estaban asentados. Dado que Espartero utilizó artillería es muy probable que nuestro puente sufriera daños, cosa habitual en cualquier conflicto bélico y muy especialmente en las cuatro guerras civiles que produjo este conflicto de sucesión monárquica. De la Batalla de Aranzueque informa bastante bien la Wikipedia. 

Su situación estratégica en estas parameras alcarreñas, a medio camino entre las viejas ciudades de Pastrana y Alcalá de Henares, nos obliga a pensar que tuvo cierto auge en los siglos XVII y XIX, no sólo como refugio y hospedaje de tránsito de alguna comitiva real, como es el caso de Fernando VII que pernoctó en esta aldea en varias ocasiones, sino que debió de ser ruta comercial bien transitada por viajantes, buhoneros y carreteros.

Respecto a muchos de los caminos de esta zona, aunque antiguos, cabe señalar que se rehabilitan, ensanchan y modifican  en el último tercio del siglo XIX, probablemente según los ambiciosos proyectos que intenta llevar a cabo la Junta Revolucionaria del año 1868 y en los que intervino el ingeniero, ministro del ramo y escritor José Echegaray. Es plausible que por estas fechas se sustituyera el viejo puente de madera por uno de fábrica, al tiempo que se aprobaba una nueva carretera de tercer orden entre Pastrana y la raya de Madrid que pasaba por Aranzueque y que se anuncia en la Revista de Obras Públicas en el año 1874. Como testimonios de aquella intervención aún podemos contemplar en las cunetas de esta calzada algunos mojones de piedra caliza que además de los guarismos kilométricos, llevan las leyendas de destinos, como son Pastrana, Alcalá o Madrid; también subsiste un hito de cruce de caminos de época con señalizaciones hacia Guadalajara, Pastrana o Alcalá de Henares; son interesantes también algunos restos de estratos de firmes visibles en los bordes o cunetas y que muestran la tipología y materiales en la construcción carreteril decimonónica. Parte de esta antigua calzada está actualmente bajo matrícula CM-2027 y CM-2028. Por otra parte y señalando cierta antigüedad de esta obra civil, mencionar que figura en el cuartel inferior del blasón de este pueblo.

Características actuales de la obra: Se trata de un puente relativamente corto y de baja rasante cuya longitud es de 30 metros y el ancho total de tablero actual es de aproximadamente 7,50 metros. Se encuentra ligeramente esviado con respecto a la perpendicularidad del cauce actual que transcurre hundido o deprimido sobre su terraza fluvial. Dispone de dos bellos arcos carpaneles de excelente ejecución con luces semejantes de 8 metros cada uno y una pila central con anchura de 2,20 metros escoltada por un tajamar y espolón se sección en cuña y sombrerete en tejadillo, aunque actualmente sólo lo conserva en el lado de aguas arriba. Estas bóvedas semi-elípticas que producen los arcos carpaneles o apainelados tienen una anchura original de 5,50 metros y la curvatura de sus luces se consiguen por medio de los segmentos de cinco círculos que se sobremontan y marcan el trazado de la curva desde las propias claves, abriéndose hasta la zona de salmeres, donde se vuelven a recogen ligeramente en un artificio que siempre resulta interesante.

La fábrica es a base de piedra caliza con talla en sillares paralelepípedos en los que se alternan por hiladas de base rectangular y cúbica para facilitar la trabazón y firmeza de la obra, esto es, disponiendo los sillares a soga y tizón, alternativamente. Dado su bajo porte, apenas dispone de lienzos o paramentos y la cantería se reparte entre pequeños tímpanos, las bóvedas,  la pila con su tajamar-espolón y mayor extensión en estribos, especialmente el derecho (desde aguas arriba) que mantiene una manguardia amplia con sillar semejante, de buena escuadría, regular y bien dispuesto en hiladas horizontales hasta su empotramiento en el talud de tierra. En estribo derecho se observa mayor irregularidad en la cantería y hasta un posible movimiento de sillares y hormigonado.

Las bóvedas tienen una ejecución impecable con un dovelaje armónico y medido que produce las correspondientes roscas perfectas sin observarse deslizamientos en las piezas y sólo cabe mencionar que aunque de piedra caliza, la incorporación de cemento portland en las juntas está produciendo reacciones químicas en la piedra que la degradan y hasta parece que existen dovelas de toba más que de caliza. Estas reparaciones groseras con cemento común también se observan en lienzos de muros y estribos.

La visión más natural y homogénea de esta obra civil se obtiene desde aguas arriba donde, como decía, se observa el tajamar pleno, un trabajo de cantería más regular, la ancha línea de imposta que queda un tanto oculta por una cañería que cruza el tablero en ese punto, además de otro tubo más moderno que lleva cableado eléctrico y que está clavado en los cantos del tablero; también es más nítido el trabajo en manguardias con forma de aletas para recoger las crecidas del río con mayor seguridad y eficiencia, evitando los descalces en estribos.

La cara del puente desde aguas abajo es plenamente desafortunada. Para conseguir mayor anchura de tablero, se diseña un añadido a base de viga metálica con tornapuntas o ménsulas para conseguir mayor vuelo en una intervención que desconozco pero que podemos encajar en los primeros años del siglo XX cuando es habitual en obras públicas las soluciones de tableros de acero bien en celosía o de viga sencilla de alma llena. Para conseguir su empotramiento se horadan los estribos y se prescinde del tejadillo del espolón y quizás alguna hilada de sillar para encajonar este vigamen de hierro que en el apoyo central se logra con la solución más perversa consistente en un bastidor de hierro cúbico que contiene una masa de hormigón y que sobresale en ambas caras del propio espolón de sección en cuña. Para añadir la cutrez plena, se aprovecha el adefesio para incluir otras conducciones y canaletas que cruzan el tablero en toda su longitud. El estado de mantenimiento de esta viga y sus apoyos también es lamentable.

En cubierta la cosa queda así. Desde cara naciente se observa un grueso canto de hormigón que se corresponderá con la solera aplicada a la obra en la reforma por ensanche. Como decía, a juzgar por la anchura de bóvedas, el tablero original debería de ser de aproximadamente 5,50 metros a los que se añaden 1,50 metros aguas abajo y otro reborde (la losa de hormigón actual) de medio metros, aproximadamente, para conseguir el ancho actual de 7,50 metros, de los cuales, casi 6 metros corresponden a calzada de doble sentido, un paso muy reducido en lado naciente impracticable al disponer de una bionda recientemente hincada y en el lado opuesto y tras la protección de otra bionda, queda una acera de poco más de un metro de ancho. En extremos, barandillas de hierro forjado del tipo normativo que aconsejaba el propio Ministerio de Fomento de la época, actualmente en un estado de oxidación alarmante. En superficie, un firme de hormigón asfáltico con línea continua para separar tráficos y bordillos. El tablero tiene cierto abocinamiento en ambas cabeceras. Como se observa, los viejos pretiles de cantería han desaparecido aunque quedan retazos de algunos de ellos en añadidos por acondicionamiento o refuerzo en el estribo derecho, especialmente aguas abajo.

Su estado de conservación es deficiente pues se debería de proceder a eliminar los morteros de cemento, limpiar la piedra de eflorescencias y conseguir un llagado con mezclas más naturales e hidrófugas. También hay que eliminar en los muros, líquenes, hongos y arbustos que medran en las juntas. Limpieza del cauce y de las orillas. Bien es cierto que, en los tiempos que corren, con un mayor respeto por las obras monumentales y con mejores presupuestos para la rehabilitación de obras de arte y rescate de bienes históricos, sería deseable que se diseñara un puente económico y moderno aguas abajo de esta obra civil y se procediera a una restauración fiel al diseño original de este puente; cosas más difíciles se han hecho. Difícil y peligroso el acceso al cauce para observar la obra y complicado hacer panorámicas donde se capte todo el puente debido al arbolado existente en ambos lados.

Como parece habitual en este tipo de estructuras de carácter histórico, que pasan desapercibidas para ayuntamientos y para la propia sociedad civil, no existe señalización de tráfico hacia el monumento y tampoco se ha puesto un panel informativo sobre su construcción, historia y vicisitudes que ilustre al visitante o turista que decide parar en ruta para observar y admirar esta digna obra pontonera que, por su diseño y estilo de arcos, no es nada habitual en el territorio castellano-manchego. Aunque figura con orgullo en su blasón, este ayuntamiento no parece que se fije, cuide, difunda o quiera exhibir su digno puente. Bien es cierto que, a lo peor, hasta siente algo de vergüenza por mostrar una obra tan terriblemente disminuida con la solución que se dio a su ensanche. Recuerdo que este tema lo trata con atención Leonardo Fernández Troyano en un trabajo titulado "El patrimonio histórico de las obras públicas y su conservación: Los Puentes", editado por la revista "Informes de la Construcción, CSIC, volumen 37, número 375 de fecha noviembre de 1985" y se refiere a algunas transformaciones bárbaras que han sufrido muchos puentes para adaptarlos a las exigencias actuales del tráfico, pues bien, los casos que expone, ni de cerca, se aproximan al destrozo ocasionado a esta obra civil. 

Para saber más: No hay referencias muy explicitas de este monumento. La Guía Repsol lo cita brevemente. En la Wikipedia no se dice nada aunque es interesante para saber alguna cosa sobre el pueblo de Aranzueque. En la web oficial del Ayuntamiento se exhibe una foto de nuestra obra. Es muy interesante el blog de actiweb pues aunque no trata el puente actual aporta alguna información histórica del puente de madera en el siglo XVI. Por último, la ROP del año 1874, tomo I cita las obras carreteriles en el entorno de Aranzueque.

Cómo llegar: Se encuentra en el PK 10 de la carretera provincial CM-2027, tras cruzar el pueblo de Aranzueque y justo donde se une esta calzada a la CM-2028, aproximadamente en su PK 19. La vía rápida de acceso, desde Madrid, es la A-2 hasta la salida 38 en Azuqueca de Henares para seguir por la derecha por la calzada local M-226 hasta Los Santos de la Humosa, continuar por la M-235/CM-235 hasta la localidad alcarreña de Pozo de Guadalajara y allí seguir por la citada CM-2027 desde su inicio hasta el pueblo de Aranzueque y su magnífico puente. Desde Guadalajara capital y por el N se puede seguir otro periplo por la interesante carretera nacional N-320 hasta el PK 253, pasada la localidad de Armuña de Tajuña donde tomaremos hacia el SW la CM-2006 para, en seguida, desviarnos por la derecha hacia la CM-2028 que en su PK 19 ya es visible nuestro puente, en el desvío al pueblo de Aranzueque.




Blasón de Aranzueque con su puente en la parte inferior. Wikipedia.




























Tanda de fotos de fecha 30.03.2017


Sospechosa alcantarilla por la que se vierten junto al puente aguas que si no son fecales, desde luego son sucias y fétidas. Toma de fecha 30.03.2017.



PUENTE NUEVO SOBRE EL RÍO TAJUÑA

Se encuentra situado junto al puente viejo pero en la carretera CM-2028. Es una obra civil sin interés especial, sencilla, eficiente y económica que se debió de construir en los años 80 del siglo XX por la empresa Construcciones y Obras Arfe, S.A. de Madrid. Las vigas prefabricadas de sección doble T y las losas de hormigón armado de la cubierta son de la empresa DOL de la localidad de Esquivias-TO. Dispone en estribos así como en la zona de encauzamiento de unos muros de canto rodado (gaviones) para protección ante avenidas.









Tanda de fotos de fecha 30.03.2017



HITOS KILOMÉTRICOS DECIMONÓNICOS EN LA CARRETERA CM-2027











1 comentario:

  1. Muchas gracias por esta profunda descripción del puente de Aranzueque. Una pena su estado de conservación y la falta de iniciativa para recuperarlo. Le felicito por su trabajo y sus conocimientos. Muy interesante su información.

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