CAZANDO PUENTES: PUENTE DE TABLAS EN MOLINA DE ARAGÓN

PUENTE DE TABLAS SOBRE EL RÍO GALLO EN MOLINA DE ARAGÓN-GU

GU-958 PK 0,300 N-211 PK 60

Los pocos testimonios sobre este puente informan sobre un paso muy antiguo, angosto, siempre con estructura de maderamen, que sufría continuos derribos por avenidas al ser de tablero muy bajo y estrecho de luces. Este puente era necesario para mantener la comunicación del casco viejo con el Barrio de San Francisco y la carretera hacia Ventosa. Al estar junto a un ingenio molinero, disponía de gruesos baluartes de contención en orillas que estrechaban el cauce por lo que en momentos de crecidas el nivel del cauce sobrepasaba ampliamente la rasante y destruía pretiles. Si las aguas portaban elementos rígidos y pesados como troncos, acababan arruinando la única pila central y caía el tablero. La última reconstrucción se produjo en 1.836 reponiendo la pila central, esta vez, con mampostería en seco aunque duró poco, pues la siguiente riada producida en mayo de ese mismo año, acabó con la obra y es cuando se decide el proyecto de un nuevo puente de madera.

En la segunda mitad del siglo XIX todavía se proyectaban puentes y pontones de madera y la Diputación Provincial de Guadalajara ofrece varios ejemplos. En el caso del Puente de Tablas, se proyectaron dos tipos de estructuras de madera, ambos con dos pilas estrechas de fábrica y curvadas en cantos a modo de tajamares-espolones y tres vanos con luces de 7 metros cada uno cuya amplitud se conseguía derribando los muros de cabeceras y comiendo taludes para dar mayor amplitud al cauce. Tablero de madera a base de largueros y jabalcones y pretil al uso en celosía formando cruces de San Andrés. Los diseños son obra del ayudante Manuel Casado y la dirección se encargaba al propio Jefe de Caminos y Puentes de la Diputación de Guadalajara, Señor Castañeda, cuyas firmas figuran en la citada memoria.

Lo cierto es que han quedado dibujos de alzado y planta de éste y otros puentes diseñados por este equipo así como pormenores del proyecto y memoria datados en 1.863 aunque bien es verdad que no se llegaron a ejecutar ya que se apostó por una construcción sólida y firme, que durara más tiempo. Así nos encontramos con el puente actual, realizado probablemente en la misma década de los años 60 del siglo XIX bajo la dirección del entonces responsable de obras públicas de la Diputación, José del Acebo Pérez, arquitecto de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Características de la obra: Al horadar los taludes de orillas se puede construir un puente más largo, con mayores luces. Sobre estribos de hormigón con buen revestimiento de piedra se construye un tablero de 30 metros de longitud y 5 metros, aproximadamente de ancho, oblicuo al sentido del cauce. El apoyo intermedio se hace sobre dos pilas estrechas y con canto redondeado que sobresalen de línea de paramentos. Sobre pilas y a modo de decoración, pequeñas pilastras semiesféricas coronadas por sombrerete semicónico que llegan hasta la rasante. Dispone de 3 vanos con arcos rebajados aproximadamente al 1/5 o 1/6 con luces de 7 metros cada uno. Dado que sigue siendo un puente de poca altura, ahora muy enterrado por los volúmenes de lodos y cienos, la obra de sillar en paramentos es mínima, destacando especialmente el buen trabajo de boquillas con dovelas perfectas, amplias y dispuestas a hueso; en arco central y como clave, existe tallado un blasón que no identifico; mínima obra de sillar y sillarejo en tímpanos, aunque de buena factura y disposición en líneas horizontales, hasta cubierta. En rasante, un fino dintel o moldura sobresaliente que adorna el conjunto y que sirve de base a pesados y altos pretiles de fábrica coronados por albardillas o pasamanos, también sobresalientes con respecto a línea de paramentos. Toda la obra es de piedra caliza, de canteras próximas. Calzada actual de solera de hormigón y capa asfáltica. En cabeceras un tanto ensanchadas, murete de piedra y terminaciones con columnillas rectangulares como defensas. Sería deseable que se procediera a una profunda limpieza de ramajes y fronda vegetal así como entresaca de arenas y lodos para aumentar la capacidad de desagüe en los vanos. Los sillares de uno de los muros de defensa están sueltos y con peligro de desprenderse. Permanece en uso para tránsito de vehículos, sin limitación de tonelaje y en ambas direcciones aunque con preferencia de paso.

En conjunto, una bella y lucida obra pontonera que tuve ocasión de conocer cuando me dirigía al viejo puente medieval de esta villa, conocido como Puente Viejo y que ya tengo en este blog: ver aquí

Molina de Aragón se encuentra en la carretera nacional N-211, interesante y larga calzada que une las poblaciones de Alcolea del Pinar, en Guadalajara con Fraga, en Huesca con importantes vestigios romanos en calzadas y puentes, varios núcleos monumentales y preciosos paisajes. Tuve ocasión de montar un artículo para la revista Solo Camión que publicamos en el número 271 de septiembre de 2.012.

Cómo llegar: Desde Madrid, saliendo por la autovía A-2 hasta el PK 135 donde nos desviaremos por la derecha para tomar la N-211 y seguir por esta nacional hasta su PK 60 donde se encuentra la bellísima villa de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara. No existen señales de dirección hacia esta obra ni carteles informando sobre su historia.

Para saber más: Básicamente me he apoyado en la Memoria del Proyecto de 1.863 que almacena el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara, legajo Diputación número 554 y que recoge el impecable estudio que hacen Antonio Caballero García y Riansares Serrano Morales titulado "Fuentes documentales para el estudio de las vías de comunicación conservadas en AHP de Guadalajara" Actas del II Congreso Internacional de Caminería Hispánica, Tomo I, pp. 531-552.

Otras referencias al puente se recogen en el magnífico estudio que hace el arquitecto José E. Asenjo Rodríguez titulado "Los puentes de madera en la segunda mitad del siglo XIX en Guadalajara" en Informes de la Construcción, volumen 54, número 483 de enero-febrero de 2.003.